14/05/2010 Rincón de Milberg – Tigre

Ayer experimenté una linda sensación, pasaba caminando por la vereda de enfrente del Club Juventud y para mí sorpresa lo vi como no lo veía hace muchísimo tiempo, lo vi iluminado, vital y sobre todo escuché a los chicos que estaban entrenando fútbol donde era la antigua cancha de básquet.

Seguramente que hasta acá no hay nada que fuera anormal o anecdótico, siendo que estamos hablando de un club social, pero para que los que ya pasamos los 30, los que les cuento seguramente va a tener algún sentido. Tanto el club Juventud como el club Rincón fueron por décadas el lugar de encuentro y el espacio donde podíamos charlar, jugar y crecer o al menos lo fue para mí.

La buena señal está en que volví a sentir esa vida social que está un poco descuidada y con esto invito a todos a tratar de experimentar esa misma sensación. Todos los clubes barriales necesitan de la gente, del vecino, del chico jugando. Recuperemos esos espacios tan importantes para el desarrollo de una comuna. Me alegro por el club Juventud y su historia, me alegro por esa buena señal de vida

Saludos a todos

Darío Peñalva

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