Ahora ya no se lo ve así. Botellas de plástico, cartones, etc., flotando y avanzando con la corriente. Lo afea tanto que me da pena. No sólo por nosotros mismos, los que queremos el Tigre, sino por los turistas que ven eso y quedan decepcionados.
Me ocurrió con un matrimonio uruguayo amigo que, sorprendidos y con mucha discreción, me lo comentaron mientras estábamos apoyados en la baranda del Puerto Fluvial. Pienso que el Municipio, tan eficaz y activo en tantas cosas, tendría que hacer todos los esfuerzos posibles, de toda naturaleza, para devolver a nuestro Delta su belleza incomparable.
Deseando que esto se haga realidad, los saluda, como siempre, con todo afecto, el Dr. Osvaldo Ignacio María Dondo Lascano.
DNI 4.251.046
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