María José Mentana, sinónimo de tango
Inició su carrera en la década del 70 como María José. Hizo giras por Europa, Japón, China. Vivió en París y Venezuela. Decidió viajar menos y se radicó en Tigre. Da clases de canto y acompaña a orquestas sinfónicas.
Sabemos que en sus orígenes – enraizados en las últimas décadas del siglo XIX –, el tango no tenía letra. Hubo que esperar a los primeros años del siglo XX para que llegaran las letras de un autor conocido y ahí inició un recorrido que pasaría por la pluma de poetas extraordinarios como Homero Manzi, Cátulo Castillo, Enrique Cadícamo, Discépolo y otros tantos. También surgieron voces e intérpretes inolvidables, unidos por siempre a nuestra música ciudadana: Gardel, Tita Merello, el Polaco Goyeneche, Hugo del Carril. Por supuesto, los grandes maestros: Osvaldo Pugliese, Aníbal Troilo, Astor Piazzolla.
Quien en la actualidad canta tangos, sabe que lleva sobre sus hombros esta historia. Por eso, consciente de ella y, aún con 40 años de profesión, María José Mentana sigue sintiendo “la emoción de subir al escenario”.
Para los memoriosos con algunos añitos, esta tanguera es sólo María José, una niña que comenzó su carrera artística en 1970 y a quien, ya consagrada en París, Horacio Ferrer le dijo “nena, a vos te falta algo” y en ese momento surgió María José Mentana.
Siendo muy joven, la música la llevó a recorrer el mundo, por eso puede afirmar “cuando uno dice tango, en el mundo nunca hay menos de 1000 personas reunidas en un teatro”. Anduvo por países tan lejanos como China, Turquía, Israel; los japoneses la aplaudieron de pie muchísimas veces, “mi primer disco para Japón lo hice cuando tenía 18 años y desde el 90 empecé a ir cada dos años”, cuenta María José, que en el 2008 hizo una gira que duró 3 meses, “recorrimos 55 ciudades, los japoneses son muy precisos para trabajar, una se siente muy contenida”.
Como forma de reconocimiento por todo lo que le dieron, además de grabar en japonés, se puso a estudiar el idioma, “aunque por ahora aprendí pocas palabras”, dice con una sonrisa. También hizo giras por Europa y en una de ellas, con el Sexteto Mayor, usó “el traje de gala de Evita que nos prestó Paco Jamandreu para cantar ‘No llores por mí, Argentina’, fue muy emocionante” y recuerda que la capa era muy pesada porque está bordada con piedras.
María José canta también en inglés, portugués y francés, “en mis espectáculos, siempre tengo el rinconcito de los permisos, me doy el gusto de cantar grandes temas en su idioma original”, por ejemplo, es posible escuchar su interpretación de “La vie en rose”.
En cuanto a su repertorio, explica que le gusta mezclar tangos tradicionales y de vanguardia, lo que es posible apreciar en su último CD Por amor a Buenos Aires, donde además de interpretar “poetas que tienen peso”, se lanzó como autora con el tango “Lunes”. Para los que quieran escuchar algo de este CD, pueden entrar en www.mariajosementana.com
En sus espectáculos ha cantado con todas las formaciones: “dúos, tríos, solistas, la típica, ahora estoy cantando con orquestas sinfónicas”, comenta. Efectivamente, cantó con la Orquesta Sinfónica de Venezuela, con la de Salta y con la Orquesta Nacional de Música Argentina ‘Juan de Dios Filiberto’, con quien se la podrá escuchar el próximo 11 de noviembre en La Matanza.
Además de cantar, María José ejerce la docencia con alumnos particulares y en la Academia Nacional del Tango. “Hace algún tiempo, Horacio Ferrer me invitó a dar clases en la Academia. Me gustó, porque estoy en un momento en que tengo ganas de transmitir todo lo que fui aprendiendo”. En sus clases no sólo enseña a cantar, también enseña los sheites tangueros, cómo pararse en el escenario “porque hay que saber tomar la batuta”, dice con autoridad; por otro lado, también acompaña en la selección de repertorio.
Después de tantas giras, de vivir 4 años en París y 10 en Venezuela (donde condujo programas de T.V. y radio), ahora se ha instalado nuevamente en su tierra y es vecina de Tigre desde hace un año, “me gusta mucho este lugar, hay mucho espacio para andar en bicicleta”, señala María José. Para los que somos amantes del tango, también esperamos que haya muchos espacios para escucharla cantar por estos pagos.
Para iniciarse como letrista, María José
eligió un día al que mucha gente
le tiene fastidio: el lunes.
Hace tiempo que le tengo bronca al lunes,
ese lunes tan molesto y laboral,
con sus viajes en el bondi y en el subte
y las guerras con el jefe… y los demás.
Después de los domingos luminosos,
de cama, de parranda y algo más…
ya no podés soñar! ya no podés volar,
levantarte temprano y… laburar.
Lunes! Fatídico lunes,
de cada semana.
Lunes,
me levanto triste cada madrugada…
luego, los días se pasan y yo, laburando…
veo, que al menos mis mangos
me los voy ganando.
Pero un día, llegó un lunes venturoso
que un llamado misterioso yo sentí
en el subte descubrí aquellos ojos
que me hablaban, y me hicieron sonreír…
Después, aquel encuentro tan dichoso
y los bellos momentos del amor!
Al fin pude soñar, al fin pude volar
y el lunes en espera se trocó!!!.
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