Con las velas extendidas

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Un tigrense participó del Campeonato Asiático y Oceánico de Optimist 2023. El joven rinconense Tiago Troilo formó parte de la delegación argentina que fue a los Emiratos Árabes donde se celebró la competencia de optimist. “No llegué a cumplir mi objetivo, pero quedé bastante cerca”, declaró Tiago.

A 13.930 kilómetros queda Argentina de Emiratos Árabes, a donde fue una delegación de 5 jóvenes argentinos para participar en el Campeonato Asiático y Oceánico de Optimist 2023. Allí estuvo el tigrense Tiago Troilo quien, entrenado en los vientos rioplatenses, se destacó entre los casi 170 competidores de 27 países.

La competición se desarrolló en el golfo Pérsico, que “en cuanto a la ola y el viento, no era muy distinto (al río de La Plata), pero allá hay más profundidad, lo que hace que la corriente sea mucho más fuerte. Y cuando levanta el viento, la ola ya era bastante grande”, contó Tiago, quien este año se despide del optimist para comenzar el 2024 en la categoría 4-20.

Tiago integró la selección de la Asociación de Optimist Argentina (AOA). Si bien sus entrenadores -Jerónimo y Tiago- del Club Náutico Las Barrancas no lo acompañaron, el entrenador Tomás Guaragna, elegido por la AOA, apoyó a los timoneles constantemente: “Siempre haciendo que tengamos pensamientos positivos”, destacó Tiago.

Por supuesto, todos los deportistas quieren el primer puesto. En este caso, Tiago Troilo quedó a un punto de lograr la Flota de Oro, por lo cual declaró: “No llegué a cumplir mi objetivo, pero quedé bastante cerca. Estoy conforme”.

El viaje a un país tan distinto le permitió encontrarse con personas que lo trataron siempre muy bien, pero a los que Tiago percibió “bastante estructurados, como que no están acostumbrados a llevar una conversación”. El espacio público es exclusividad de los hombres que “visten una túnica blanca que les tapa todo el cuerpo y en la cabeza llevan una manta”. Es sabido que los árabes no consumen bebidas alcohólicas, por lo cual en el hotel había agua o jugo y si los entrenadores querían tomar vino debían “pagarlo bastante”. La comida local era muy caliente y picante, por eso Tiago prefirió no arriesgarse; con las frutas no tuvo mucha suerte, porque “como todo es importado, algunas no eran muy ricas”. Por último, en cuanto a las costumbres de aquel lejano país, Tiago resaltó: “Algo que me sorprendió, es que no hay bares, pero sí como unos puntos de reunión donde se juntan para fumar. Fuman muchísimo, cigarrillos electrónicos, comunes y en pipa”.

Tiago Troilo comenzó a navegar siendo muy pequeño, a partir de una invitación de una prima. Al placer, con el tiempo le tuvo que agregar el estudio: “Para navegar a vela hay que estudiar mucho. Es algo bastante complejo, porque se depende de la ola, el viento, la corriente, la profundidad. Todo va cambiando y lo convierte en algo complejo y está bueno porque abre la cabeza y en otros aspectos de la vida es más fácil solucionar algunas cosas”.

Felicitaciones y buenos vientos, Tiago.

Por Mónica Carinchi

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