Aprobado por la Cámara de Diputados, es de utilidad pública

Mural “Ejercicio Plástico”, realizado por el pintor mexicano David Alfaro Siqueiros

Con 138 votos a favor y uno en contra, la Cámara de Diputados avaló el proyecto; la norma establece que la obra «Ejercicio plástico» es de utilidad pública

La Cámara de Diputados convirtió en ley, el proyecto de expropiación del mural “Ejercicio Plástico”, realizado por el pintor mexicano David Alfaro Siqueiros. El proyecto, que ya tenía media sanción del Senado, fue aprobado por 138 votos y un solo en contra. Al comienzo del debate, el macrista Luis Galvalisi advirtió sobre la existencia de un convenio entre el Estado nacional y el propietario de la obra, que alguna vez estuvo instalado en un sótano de la residencia del empresario periodístico Natalio Botana en Don Torcuato, en condición de “comodato para la restauración y exhibición hasta el 31 de diciembre de 2010”.

El macrista aclaró que no estaba “en contra de expropiar”, pero insistió que le “llamó la atención la demora de dos años” para su tratamiento en el Senado. Luego, hubo una aclaración del presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Gustavo Marconato, quien indicó que de acuerdo con la información suministrada por “el secretario General de la Presidencia (Oscar Parrilli)” se trata “de un acuerdo judicial, con todas las partes intervinientes y la autorización expresa de la justicia para llevar adelante la restauración y después el traslado de la obra”.

El proyecto declara de utilidad pública el mural y lo hace pasible de expropiación. La obra «Ejercicio Plástico» fue realizada en 1933 en el sótano de la quinta del empresario Botana de la localidad bonaerense de Don Torcuato.

En octubre de 2008, fue trasladado a la aduana Taylor, ubicada detrás de la Casa Rosada, en cuatro contenedores donde estaba guardada desde 1991, en un acto que encabezó la presidenta Cristina Fernández.

La obra fue pintada por el muralista con ayuda de los pintores argentinos Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino, Lino Spilimbergo y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro.

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