La intervención sobre el espacio público debe ser consensuada
Frente al avance del cemento, los vecinos de Tigre Centro intentan poner racionalidad y buscan acercarse a los funcionarios municipales para hacer oír sus propuestas. La población reclama la preservación de los espacios verdes y el municipio piensa en más estacionamiento.
Desde hace tiempo, la remodelación del paseo Lavalle viene generando inquietud entre los vecinos y, más específicamente, la preocupación por la intervención sobre el espacio público “arrancó con la remodelación del Paseo Victorica”, aclaró Alejandra Corradi, integrante de la Asamblea de Tigre por el Patrimonio Urbano y Ambiental (ATPUA).
Probablemente, las consecuencias de la obra ya realizada en el paseo Vidal Molina aumenten la ofuscación de los vecinos: “Los plátanos que están en el paseo Vidal Molina están destruidos y los que están del otro lado del río Tigre están preciosos, por lo tanto lo que hicieron en esa parte de Lavalle no es mejorar. Los que tenemos nietos, en verano no los podemos llevar allí porque no hay árboles y los baldosones que pusieron, queman”, resaltó María Dominga Montes de Oca. Inmediatamente, Juan Cebey introdujo el tema del impacto ambiental: “El cambio de temperatura se ve en los pájaros que se fueron de ese lugar, es decir que no midieron el impacto ambiental”.
Con estos antecedentes, los antiguos vecinos del lugar están advirtiendo que “los funcionarios no se dan cuenta de algunas cosas, pero los vecinos sí, por eso sería conveniente que nos consulten antes de iniciar una obra”. Y con este punto – la consulta vecinal – surge otro tema escabroso, ya que Antonio Grandoni, Secretario de Inversión Pública y Planeamiento Urbano, en declaraciones aparecidas en el número de agosto de 2010 de este medio, sostuvo: “Estamos respondiendo a una demanda de muchos años”. Tanto Juan Cebey como Gerónimo Garvie – ambos viven frente al paseo Lavalle – aseguraron que no conocen ningún vecino que haya reclamado alguna remodelación e incluso los asistentes a la entrevista deslizaron que el colegio San Ramón tampoco está de acuerdo con la remodelación ni ha pedido las dársenas de estacionamiento. Al respecto, Gerónimo expresó: “Paso todos los días por el paseo y el tránsito empeoró desde que está la dársena”; por su parte, Juan Cebey agregó: “En qué cabeza cabe quitar espacio verde para hacer estacionamiento que no soluciona el problema del tránsito y tampoco el de estacionamiento porque los días hábiles no hay problemas y los fines de semana son miles los autos que vienen”.
Es fácil advertir que en un corredor vehicular angosto, donde además hay dos colegios, el tránsito se complica en los horarios de entrada y salida de los estudiantes, pero, quizás, para poner orden, alcance con la presencia de personal de tránsito en esos horarios complicados, así como en los días de exceso de visitantes, en lugar de invertir “dos millones de dólares en una obra que no pidió nadie”, dijo el arquitecto Marcelo Sava. Lo que sí pidieron los integrantes de ATPUA fue un estudio fitosanitario a un ingeniero agrónomo, que, luego de realizarlo, llegó a la concusión de que “la obra necesaria es más de agronomía que de arquitectura”.
Además de esta acción, los vecinos han enviado notas a La Plata y al intendente Massa, a quien invitaron a las reuniones que hacen en el paseo Lavalle porque consideran que deben encontrarse allí “para ver cuál es la realidad de ese lugar, ya que dentro de una oficina no se solucionan las cosas”. Hasta ahora, ningún funcionario se ha presentado, por eso sostienen: “Creemos que el gobierno municipal no tiene a la gente adecuada para establecer lazos con los vecinos”.
Actualmente, las obras en el paseo están suspendidas, ya que “el Municipio ha realizado algunos ajustes respecto al proyecto inicial”, declaró Antonio Grandoni. El nuevo proyecto incluye: reparación de las veredas de la mano de enfrente, “principalmente en las esquinas con algún tipo de iluminación”, rampas para discapacitados, arreglo de la vereda de la avenida San Martín donde funcionó la sede del Club Tigre. Estas incorporaciones no alterarán el presupuesto inicial, aseguró el Secretario, pues “la idea es optimizar y mejorar los mismos costos de la obra”.
Al intentar averiguar si el cambio de proyecto estuvo relacionado con los reclamos vecinales, Grandoni contestó: “Este es el proyecto que quiere la gente. No hay retiro de ningún árbol, hay una ampliación de estacionamiento, hay instalaciones de nuevos muelles donde ya estaban desaparecidos o deteriorados, más amarras, se mejora con las sendas peatonales, la parquización, las bocacalles que dan hacia el paseo. El proyecto es muy lindo, creo que es el que quiere la gente”.
Si el funcionario cree que este proyecto es el que quiere la gente, entonces no ha sido producto de la consulta, ni de una charla, ni tampoco del conocimiento de las tendencias actuales de urbanización basadas en el concepto de ciudad verde, que tiende a la movilidad urbana libre de coches mediante la inversión en infraestructura que permita el tránsito peatonal y en bicicleta, así como el transporte público viable.
Los vecinos han dicho: “Lo que se debe definir es el concepto de espacio verde”. Es probable que el meollo de la cuestión esté allí.
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