Comenzaron las capacitaciones que organiza el Municipio de Tigre en su iniciativa denominada “Ciudades por la Educación”, que financia el organismo internacional Unicef y se coordina a través de la Asociación Civil Estudios y Proyectos, que se especializa en iniciativas para incrementar el capital social de las comunidades. En este caso, se trata de cursos destinados a policías del distrito, que difunden herramientas ligadas a prevención de la violencia de género y a la difusión de los Derechos de los chicos.
Los cursos, que apuntan a cubrir a los 600 efectivos del distrito, tienen como objetivo que la policía provincial que se desempeña en Tigre pueda tener una mirada de género en sus intervenciones, que comprenda los mecanismos por los cuáles se llega a la instancia de la denuncia por maltrato, y los caminos administrativos o judiciales que puede seguir una denuncia.
Así, con la implementación de un taller por comisaría, se transmiten los conceptos adecuados para lograr detectar a potenciales víctimas de este tipo de violencia. Si bien los talleres no son obligatorios para los oficiales, desde cada sede policial asumieron el compromiso de enviar a la mayor cantidad de efectivos posible, comenzando por aquellos que desempeñan tareas en la vía pública o se encuentran cara a cara con estos casos. “La predisposición fue muy buena”.
El Jefe de la Departamental Conurbano Norte de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Omar Nasrala, explicó que “este tipo de formación es muy favorable, porque nos va a permitir darle un mejor servicio a los vecinos de Tigre. Nos aporta muchas herramientas y conocimientos, no sólo en lo que es la derivación a la Comisaría de la Mujer, donde se brinda una solución interdisciplinaria e integral al problema, sino que le genera al policía que se enfrenta a una situación de violencia de género la responsabilidad de poder actuar como agente de contención, de recuperador de lazos sociales”.
La iniciativa forma parte del componente ligado a la protección de Derechos del programa que financia Unicef en Tigre, donde estos talleres de maltrato, abuso y violencia apuntan además a difundir las a leyes que especifican los derechos del niño y los circuitos para garantizar su protección, ya que en la actualidad los tribunales de menores no son el espacio donde se canalizan estas problemática, sino que se transformaron en tribunales de responsabilidad penal juvenil.
Fabiana Bellini, encargada de dictar los cursos, explica que “hay un gran desconocimiento de la temática y de los circuitos que estipula la ley de violencia familiar. Existe una falta de comunicación entre los propios policías y se observa que son poco claras las instrucciones y cada cual tiene sus propios criterios para bajar las líneas de acción según su propia consideración. Esto tiene que ver con falta de capacitación – el curso oficial es muy corto – y conocimiento de la temática. La violencia de género y de familia son específicas, pero no son menores porque estén puertas adentro: no pertenecen sólo al ámbito privado”, explica esta abogada, que integra el equipo de Promoción y Fortalecimiento Familiar del Municipio.
Según las estadísticas que se manejan a nivel nacional, una mujer muere cada tres días víctima de violencia de género. Bellini agregó que “esto nos atañe a todos, no se trata de casos aislados. A la mujer golpeada hay que contenerla desde el estado, creerle, escucharla y darle las herramientas para fortalecerse. En casos extremos, hay que saber que se puede lograr la exclusión del hogar de la persona que golpea, así como la tenencia provisoria de sus hijos y la restitución de sus pertenencias – si la mujer se fue de su casa -”.
En este tipo de situaciones, las medidas asistenciales son tomadas por el Municipio, en pos de la restitución de los derechos de la víctima de la violencia de género. “No hay una sola causa ni una sola solución – agrega Bellini-, ya que muchas veces sin la intervención de las fuerzas de seguridad (porque muchas mujeres no se animan a hacer la denuncia), desde Tigre se cuenta con un servicio de profesionales capaces de orientar en las pautas legales correspondientes para hacer una denuncia y presentarla en los tribunales de familia. Es importante que sepamos que no hay abandono de hogar cuando hay una situación de riesgo o de violencia”.
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