Inventariar y planificar la arboleda pública para mejorar las condiciones de vida urbana. El Director del Área de Investigación y Cuidado de los Recursos Naturales del Municipio de San Fernando, Gabriel Tato, explicó el trabajo que vienen realizando desde hace 6 años: plantación de árboles en toda la ciudad, inventario del arbolado público, inversión en el Delta. El sector continental del Municipio está superpoblado por lo cual aspiran a repoblar la 2° y 3° sección del Delta, respetando su condición de Reserva de Biosfera. Próximamente inaugurarán una reserva urbana.
Para mitigar los efectos negativos de las extensas aglomeraciones urbanas, es imprescindible enverdecer las ciudades: plantar árboles de alineación, cuidar los que ya se tienen, planificar bosques urbanos y periurbanos así como reservas urbanas.
Asumir que el manejo profesional de la arboleda de la ciudad es parte de las funciones de la Municipalidad, es un hecho insoslayable. Así lo ha entendido el Municipio de San Fernando que comenzó, hace 3 meses, con un inventario de su arbolado público. “El Estado debe apoyarse en la ciencia para trazar sus políticas públicas. Por esto, desde esta Dirección, se hizo un proyecto para realizar un inventario de nuestro arbolado. La secretaria Alicia Aparicio lo aprobó, entonces nos contactamos con la Universidad y contratamos a un grupo de estudiantes que trabajan bajo el sistema de becas”, explicó el Director del Área de Investigación y Cuidado de los Recursos Naturales, Gabriel Tato.
El inventario es una herramienta de gestión que permitirá cualificar y cuantificar el arbolado de toda la ciudad. “Nos permite saber a dónde estamos parados sobre especies predominantes, estado fitosanitario, nivel de sombreado. También vamos a lograr algunos parámetros ambientales (calidad de aire y suelo)”. El trabajo final estará georreferenciado y se podrá acceder a él a través de gloogle maps.
Un patrimonio sociocultural
Estudiantes de Ecología de la Universidad de General Sarmiento y de Agronomía de la UBA iniciaron el inventario por la zona 1 (desde el río Luján hasta las vías del Ferrocarril Mitre). “En 3 meses hicieron el 50% de la zona 1. Todo el inventario les va a llevar aproximadamente un año”.
En esta zona existe un arbolado histórico, con más de 100 años de vida y “por esto el conflicto es permanente, porque se rompieron veredas, cañerías. Esto es normal porque este arbolado fue diseñado en un momento en que San Fernando tenía 7 mil habitantes, las veredas eran anchas y las calles de tierra o adoquines. Pero todo fue creciendo y el árbol también. Hay árboles que ya están en la cúspide de su vida y, si hay que extraerlos, se extraen, aunque en general tratamos de mantenerlos”.
El funcionario sostuvo que estos antiguos árboles son parte del patrimonio sociocultural de San Fernando, por lo tanto intervienen puntualmente haciendo “poda de raíces, balanceo aéreo e intervención de veredas, aunque no le corresponde al Municipio”.
Por otro lado, Tato destacó que, en los últimos 6 años, han plantado alrededor de 40 mil árboles de distintas especies según el lugar. “En algunos espacios plantamos crespones que dan un buen sombreado, no desarrollan gran altura y sus raíces buscan profundidad. Tratamos de que este nuevo arbolado, dentro de 10 años, no genere inconvenientes”. O sea que se plantan árboles fundamentales para la vida y, al mismo tiempo, se tiene en cuenta que no rompan veredas ni cañerías.
Asimismo, advirtiendo que la plantación de árboles es exitosa cuando los vecinos se comprometen con su cuidado, el funcionario informó que han hecho campañas para concientizar sobre la importancia del arbolado público. Para aquellos vecinos que se quejan porque tienen que barrer hojas en otoño, van algunos datos: el árbol captura carbono y lo transforma en oxígeno; baja la temperatura unos 3 grados; amortigua ruidos; absorbe partículas contaminantes; atempera la caída de la lluvia.
Árbol: factor determinante de calidad de vida
Paralelamente al inventario, este año tienen previsto plantar 7 mil árboles, dato importante para una ciudad superpoblada y, por lo tanto, con baja calidad ambiental.
“Tenemos la particularidad de ser el sector continental más chico de la provincia después de Mar Chiquita, pero con la mayor concentración poblacional”. Por esto, ampliar y mejorar los espacios públicos ha sido una de las tareas de esta gestión.
“En San Fernando se radicaron personas muy trabajadoras y, a medida que las familias fueron creciendo, los terrenos se fueron achicando, ya que los hijos empezaron a construir en el fondo y así se fueron perdiendo espacios verdes en las casas. Entonces el intendente vio la importancia de que el vecino recuperara esos espacios verdes a través del espacio público”.
Dado que en ocasiones sucede que árboles y plazas son maltratadas por los propios vecinos, Gabriel Tato consideró que, si el vecino ve que el Estado está presente, la relación con el espacio público se modifica. “En San Fernando ahora hay obra pública y el vecino se siente orgulloso de vivir aquí. Por esto usan las plazas y las cuidan”.
También suele suceder que los municipios plantan árboles y no los mantienen, es decir que no realizan algo tan simple como regar. “Es correcto”, admitió Tato, “nosotros compramos 3 equipos para riego y no damos abasto. Lamentablemente terminamos corriendo siempre atrás de los problemas, pero si tenemos 6 meses de sequía, no llegamos”. Quienes sí llegan son los vecinos que tienen los árboles en sus veredas, son ellos los que deben regarlos porque serán los que disfruten de sus beneficios.
El cambio climático nos empuja a modificar costumbres y, en muchos casos, a retomar formas de vida. En Punta Chica hay veredas con pasto, algo ideal para luchar contra las islas de calor. Sin embargo, esto no se puede trasladar a otros sectores de la ciudad: “En Punta Chica viven 5 mil habitantes en una superficie donde, en otros barrios, viven 35 mil personas. Entonces el bajo tránsito por la vereda permite que haya pasto. Nosotros tenemos que generar confort para el vecino y efectividad para los servicios y poner árboles como factor determinante de calidad de vida”.
Para el futuro: volver al Delta
Tato insistió con que los funcionarios deben trabajar pensando en el futuro y, además, que lo deseable es que los próximos gobiernos, si cambian de signo político, continúen la obra de los anteriores. Refiriéndonos, entonces, a la superpoblación del sector continental y al inmenso territorio isleño casi despoblado, señaló: “En el Delta, tenemos una infraestructura para cuando había 30 mil habitantes: 13 colegios entre primarios y secundarios y luchamos para que la provincia no cierre ninguno; 3 hospitales de atención primaria con internación y especialidades, las 24 horas, con un servicio de emergencia médica de ambulancias que son lanchas de alta complejidad, cada hospital tiene su lancha. Nuestro desafío es mantener el servicio de salud; estamos haciendo una inversión de 40 millones de pesos en el hospital de Paraná de las Palmas y Carabelas que va a funcionar como centro de rehabilitación motriz, con 60 camas de internación. Ya está funcionando con habitantes del Delta mayores que ya no pueden vivir solos, incluso a una persona en situación de calle, la llevamos allí y cada vez que vamos nos pide que lo dejemos allá. Es decisión del estado municipal seguir invirtiendo porque queremos que el Delta recupere su población y mantenga su perfil productivo. Con un San Fernando continental tan chiquito, para dentro de 50 años, nuestro desarrollo está en el Delta, pero dentro del paraguas de una reserva de biósfera, es decir las unidades de conservación más modernas del mundo porque tienen al hombre como eje fundamental del área natural protegida”.
Tato aseguró que el Municipio de San Fernando no tiene tierras fiscales, a excepción de las que forman parte de sus instituciones. “Toda tierra de crecimiento aluvional es administrada por la provincia de Buenos Aires, quedando encuadrada en la ley 10.907, pasando a ser reserva estricta. Es decir que son áreas estrictamente protegidas por la provincia de Buenos Aires”.
Dado que en los bajos del temor hay muchos carteles con la inscripción “propiedad privada”, se lo consultó y su respuesta fue: “Esas son islas en formación que deberían estar encuadradas en la ley 10.907. Ahí te sugiero que vayas a Lavalle 733 y hables con la Dirección Provincial de Islas”.
Cuidar el arbolado público es esencial para mejorar nuestra calidad de vida, hacer cumplir las leyes es esencial para la continuidad de la República.
Por Mónica Carinchi
El Municipio de San Fernando está proyectando su primera reserva urbana. Estará al lado del nuevo destacamento de bomberos. “Va a ser un centro recreativo-educativo, que emulará las condiciones de la Reserva de Biósfera”. Esperan inaugurarlo a mediados del año próximo. “A lo largo de estos años hemos hecho obra para que, el que venga, pueda mantenerla y continuarla”. Que así sea.
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