El hecho sucedió hoy miércoles a las 12,30 hs. aproximadamente, en la intersección de las calles España y Luis Pereyra, en pleno centro de la ciudad de Tigre.
Uno de ellos, el mayor de edad (entre 55 a 60 años), se movilizaba en su bicicleta equipada para llevar adelante su tarea diaria, afilando cuchillas, sobre Luis Pereyra en dirección a la Av. Cazón, cuando dos sujetos de generosa humanidad se acercaron velozmente detrás de él, arrojaron al suelo sus dos bicicletas de similares características para intentar golpearlo.
El hombre mayor comenzó a gritar “llamen a la policía”, caminando desesperado de espaldas sobre la mitad del asfalto, mientras que uno de los atacantes le decía “así que te gusta tirar tiros, eh?”.
Si bien los dos sujetos (jóvenes de unos 40 años) eran de grandes contexturas, la supuesta víctima no era para subestimar, un veterano corpulento también, que además demostró tener basta experiencia con el machete que llevaba encima.
El hombre estaba solo pero no indefenso. Seguramente se habría dicho a sí mismo, estos no se la van a llevar de arriba, y así fue, tomó coraje y se les abalanzó a ambos contrincantes con el machete en una mano y con el canasto de la bicicleta en la otra para utilizarla de escudo contra un martillo y una barra de hierro que poseían sus dos rivales.
La contienda fue semejante a la película Gladiador, con metales en mano, mucha furia por dentro y ganas de sobrevivir en esa batalla en plena intersección de las calles mencionadas; a la vista de numerosos vecinos y conductores que debían detener obligadamente sus vehículos.
El episodio duró entre dos y tres minutos hasta que aparecieron dos patrulleros de la subcomisaría Delta luego que varios vecinos acudieran al 911.
Los agresores manifestaban que el hombre los había atacado primeramente exigiendo que abandonen la zona, pues el recorrido le pertenecería; mientras que el hombre mayor dijo a los efectivos policiales que ambos poseían numerosas causas en Capital Federal, pero posterior a que los agresores se retiraran en sus rodados.
La lucha no produjo lesiones severas aunque podría haber ocurrido un desastre. Nadie quiso denunciar lo sucedido y cada uno continuó su camino.
Comentarios
Sin comentarios