“Queremos que los problemas territoriales estén en la agenda de los distintos gobiernos”

Entrevista a Jasuka Roa, representante del Consejo de Mujeres de Punta Querandí, sobre los alcances del reconocimiento obtenido en el Concejo Deliberante de Tigre y sobre los próximos objetivos. “Queremos organizarnos con otras comunidades para reclamar que la salud, la alimentación, la educación intercultural y los problemas territoriales estén en la agenda de los distintos gobiernos y que se destinen recursos para la población indígena”, señaló Jasuka, quien además mencionó como prioridades fortalecer la economía de la comunidad, lograr la restitución de un ancestro que fue profanado de su entierro hace veinte años en Punta Querandí y que se ejecute el relevamiento territorial previsto en la Ley 26.160 para que se reconozca la posesión comunitaria de las tierras, como un paso hacia la obtención del título de propiedad comunitaria.

 

“Conocí la comunidad indígena de Punta Querandí, ubicada en Dique Luján, partido de Tigre, hace ya algún tiempo, y quedé, debo decir, prendada, fascinada, por la lucha que llevan adelante un grupo de seres humanos singulares, por la defensa de este sector de suelo ancestral. En particular, porque defienden una concepción de la vida antagónica a la que padecemos aquí afuera. El respeto por Natura, por la Historia de nuestro lugar en el mundo, por la verdad y la dignidad de los vencidos, por el rescate de los saberes antiguos que mucho pueden ayudarnos en nuestro cotidiano vivir. Y su lucha, siento, tiene un mayor mérito al estar literalmente rodeados, por barrios privados de elite que basan su negocio inmobiliario en la corrupción (de los suelos, los funcionarios), atentando contra la naturaleza con toda la rudeza. Destruyendo humedales que son ecosistemas esenciales, pariendo lagunas que destruyen los acuíferos, elevando los suelos y promoviendo muertes e inundaciones. Y, todo, con un perverso marketing que propone a quienes vivan allí una vida ecológica y sustentable”, sostiene Jasuka Roa, una importante referente de Punta Querandí, al conceder esta entrevista a un medio local de Escobar.

 

Recientemente se aprobó por unanimidad en el Concejo Deliberante de Tigre, el interés municipal de Punta Querandí. ¿Qué representa este logro? – “Representa la lucha misma, hace más de diez años que venimos sosteniendo este territorio tan sagrado para nosotros, y ese sostén está atravesado por distintas actividades donde la comunidad puede desarrollarse con otros, aprehender, compartir con vecinos, alumnos, estudiantes, profesionales, niños y con todo aquel que tenga la necesidad de reconectarse con lo comunitario, con la naturaleza, con otro desde el hacer. Creemos que este reconocimiento es importante ya que todos los sectores políticos del municipio, sin distinción ideológica, están diciendo que Punta Querandí es un espacio de valor que debe ser preservado. Seguiremos en la defensa de los derechos del territorio y la autodeterminación de los pueblos originarios, reconocernos también fortalece a nuestros ancestros y a los ancestros del territorio que nos acompañan, nos dan fuerzas y a los que tanto les debemos”.

 

Existe aún un juicio de desalojo no resuelto, iniciado por los desarrolladores de los barrios privados con nombres de santos de Villanueva. ¿Por qué es tanta su animadversión hacia Punta Querandí?, ¿Ayudará esta declaración en la decisión de la jueza? – “El ensañamiento hacia Punta Querandí creo que refleja explícitamente el proceso social de negación, ocultamiento, denigración sobre la preexistencia y la existencia actual de los pueblos originarios de este territorio, para los empresarios es más fácil destrozar la historia y sobre ella crear una nueva como dice Marcelo Valko “el descubri-miento” de América, al negarlo lo otro no existe, lo discrimino, lo niego y en base a ello construyo desde mi ideología en base a lo que me sirve para mis negociados. Algo completamente opuesto a lo que desarrollamos en la comunidad de Punta Querandí, ahí nos apropiamos de la historia, la memoria, las luchas de resistencia indígenas ocultas que se dieron en la primera y segunda fundación de Buenos Aires, y lo más importante: es lograr que persona que pise nuestro territorio se vuelva con dudas, dudas sobre toda la subjetividad que el sistema ha desarrollado en nuestra psiquis, repreguntarnos y deconstruirnos para luego volvernos a rearmar con la información, con la verdadera historia, reconstruir la identidad de manera consciente, volviendo a las raíces y conectando con lo más profundo de nosotros mismos que son nuestras memorias ancestrales que están dentro, solo debemos recordar. Creemos que la diferencia principal también es que para los empresarios en su ideología la tierra es cosificada, es un objeto, le pongo alambrados, la encierro, tiene un valor económico, un valor individualista; en cambio para nosotros la tierra tiene vida, hay que trabajarla de manera comunitaria, es sagrada, todo tiene espíritu y estamos conectados todo el tiempo cuando habitamos la misma, es un valor mucho más grande que se le pueda poner en números.

Respecto al si puede ayudar en el juicio civil pensamos así: se está discutiendo si nuestra posesión comunitaria del territorio comenzó a partir de 2017 o si viene de más tiempo, creemos que esta declaración por unanimidad es una señal más de que nuestra existencia es de público conocimiento desde hace muchísimos años, no podría existir un aval tan fuerte de todos los sectores políticos si nuestro accionar fuese violento y clandestino como denuncia la empresa”.

 

¿En lo personal, íntimo, que implica para vos el trabajo que llevan adelante? – “En lo personal, como psicóloga social, creo en que debemos repararnos desde varios aspectos como seres humanos, todos venimos rotos, desarmados, vulnerados, marginados y lastimados por una sociedad injusta, discriminadora, individualista y negadora donde si no respondes a los mandatos establecidos sos raro, distinto, loco, negro, choriplanero, sos corrido a un costado y estigmatizado; no hay posibilidad de ser distinto o diferente ante la mirada social establecida. Un poco el trabajo que se viene realizando en este territorio comunitario, es todo lo contrario, somos con ese otro distinto, articulamos, escuchamos, nos comunicamos, debatimos, nos trabajamos y re trabajamos ya que fuimos concebidos en este sistema y también nuestra subjetividad está atravesada por el mismo, pero somos consciente de ello y todo está en continuo cambio, en fin, crecemos siempre con otro y con la naturaleza misma, vinculo que también intentamos que se recupere. Volver a crear espacios donde construir un futuro con otros, donde soy alguien, donde crezco y ayudo a crecer, donde predomina lo colectivo más que lo individual, donde si me caigo está el otro que me sostiene, estos espacios creo son fundamentales en estos tiempos de incertidumbre”.

 

¿Qué actividades están desarrollando en la actualidad?, ¿Cómo se reparten las tareas? – “En este momento las actividades que tenemos son abiertas y gratuitas, van desde trabajos comunitarios como la huerta, el corte de paja, construcciones como la maloka donde se cose la paja cosechada, tenemos visitas educativas que ya llegan a su fin por el cierre de ciclo, visitamos escuelas o vienen a conocer a la comunidad escuelas estatales y privadas; estudiantes de distintos profesorados; estudiantes de facultades o universidades; y todo aquel que esté dispuesto a conocer un espacio distinto donde la naturaleza, la identidad y la lucha son los ejes fundamentales. Ahora que se viene el calor, limpiamos la costa para que los vecinos o los concurrentes también puedan disfrutar del río, está abierto todos los domingos el museo y la biblioteca que son autogestionadas.

Las tareas que llevamos de mantenimiento son rotativas, no hay genero a la hora de trabajar, por ejemplo: las mujeres macheteamos, los hombres lavan los platos, también es un proceso el de romper con un sistema patriarcal que está inmerso en lo cotidiano y también en nosotros de alguna manera. Las decisiones del semana a semana las tomamos a través de asambleas comunitarias donde vemos cuales son las necesidades más urgentes que tiene la comunidad y las vamos desarrollando poco a poco, siempre hay cosas para hacer, es algo que nos identifica con el correr del tiempo, la acción”.

 

¿Sienten que lentamente van teniendo mayores apoyos? – “La verdad que no se si lentamente pero el apoyo lo venimos sintiendo desde el inicio, el principal es el de los ancestros del lugar, con los cuales estamos conectados todo el tiempo y tenemos un vínculo fundamental para la comunidad nos guían y acompañan; por otro lado sentimos el apoyo desde el inicio también por parte de distintas personas, organizaciones sociales y políticas, comunidades indígenas de distintas regiones, organismos, concejales que fueron conociendo la lucha y el trabajo que venimos realizando de manera visible y transparente con los cuales fuimos fortaleciendo lazos”.

 

¿Cuáles son los objetivos a futuro? – “A futuro tenemos varios objetivos: Uno de ellos es desarrollar y fortalecer la economía y la identidad del lugar a través de una cooperativa de trabajo (la cual venimos realizando pero no tenemos espacio físico) en base a eso estamos construyendo de la misma manera que el museo un taller en palafito (construcciones en altura, estilo isleño), en el cual desarrollaremos nuestra identidad como comunidad a través de la producción de artesanías con los recursos que el territorio nos brinda y también utilizarlo para desarrollar los talleres en este nuevo espacio.

Por otro lado, tenemos como objetivo el reentierro de un cuerpo que fue profanado del cementerio que hoy se encuentra enfrente del territorio (ahora se encuentra dividido por el canal Villanueva), y nuestro objetivo como comunidad es que esos restos puedan volver al lugar del cual fue separado, para nosotros sería muy importante que se pueda reenterrar en Punta Querandí y poder realizar una ceremonia correspondiente.

Otras de las cosas que tenemos pensados a futuro es que se reconozca el espacio como territorio comunitario, tenemos que lograr que se realice el relevamiento territorial según la ley 26.160 desde el INAI para poder obtener el título de propiedad comunitaria y se regularice la situación actual.

Por ultimo también pensamos en organizarnos con otras comunidades de la zona para estar más articulados y poder tener una visión de cuáles son las necesidades de cada comunidad, intercambiar ideas y reclamar a los organismos pertinentes: queremos que la salud, la alimentación, la educación intercultural y los problemas territoriales estén en la agenda de los distintos gobiernos y que se destinen recursos para la población indígena”.

Fuente: Cámaras de Escobar

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