Están todos los viernes, de 15.30 a 19.30 horas, en la biblioteca de San Fernando. Reúne a mujeres emprendedoras. Dos requisitos: ser artesana y sanfernandina.
Todos estamos de acuerdo en que la pandemia generó muchos cambios, entre ellos dar paso a la creatividad. Muchas mujeres, siempre a la vanguardia, comenzaron o reforzaron proyectos que les permitieron terminar con actividades rutinarias o que ya habían cumplido un ciclo en sus vidas.
Unos años después, estas mujeres se fueron encontrando en Fuerza Emprendedora, una iniciativa de Agustina Ciarletta, coordinada por Mónica Santamaría.

Fuerza Emprendedora es una marca registrada que reúne a 32 mujeres artesanas sanfernandinas. Exponen sus productos en una feria que está todos los viernes de 15.30 a 19.30 horas en la biblioteca Madero (Constitución 622, San Fernando).
“La feria tiene muy buena aceptación en la comunidad por la calidad de sus productos. Aquí no hay reventa, son todas artesanas”, expresó Mónica Santamaría y agregó que próximamente abrirán un local, prestado. Así, con dos bocas de venta, se preparan para las fiestas navideñas.
Para regalar o regalarse, en la feria hay puestos de bijouterie, marroquinería, juguetes, ropa, velas, macetas, panadería para celíacos. “Tenemos todos los rubros de decoración del hogar”, acotó Mónica.
Si bien la biblioteca de San Fernando es el punto fijo, vienen recorriendo todo el Conurbano Bonaerense y el 22 de noviembre, a las 18 hs., se presentarán en un desfile sustentable en Vivanco, en Tigre.
La feria se va poniendo objetivos; ya lograron dos: ser inclusiva (están participando alumnos del Centro de Formación Integral de San Fernando) y ser sustentable. “Una de nuestras iniciadoras, Susana Amado, empezó una línea sustentable con la que le está yendo muy bien. Estamos orgullosas de ella”, manifestó Mónica Santamaría.
Amado Look
Cuando se tiene buen gusto para los detalles, es imposible pasar inadvertida. Así le pasó a Susana Amado: “Arranqué haciendo bijouterie para mí y cuando iba a buscar a los chicos al colegio, las mamás me preguntaban dónde la había comprado. Me empezaron a encargar y así arranqué, de boca en boca, hasta que un día Mónica (Santamaría) me propuso participar en la feria”. De esta manera surgió Amado Look.
A la creatividad la fue acompañando con capacitaciones; en la actualidad forma parte de Talento con Impacto y de la Asociación de Moda Sostenible de Argentina (AMSOAR).
“Siempre estoy buscando nuevos productos” dijo y de esa búsqueda surgió su línea sustentable: “Lo descubrí de casualidad. Me dieron una bolsa de cierres de descarte. Y con eso diseñé las escarapelas que fueron furor el año pasado”.
Las escarapelas ya recorrieron parte del mundo y seguirán haciéndolo: “A la última edición de Triple Impacto vino un grupo de españoles. Les interesaron las escarapelas y me preguntaron si podía hacerlas con los colores del Mercosur para regalarles a los empresarios”.
En lo que va de este año, Susana ya ha participado en eventos como Fashion Week, Recircular BA Creativa y desfiles en la Usina del Arte.
Miguelina Carteras
Muchos emprendimientos comienzan en la mesa del living y el de Carolina Luna no fue una excepción. “Empecé corriendo las cosas de la mesa. Ahora tengo mi taller, con todo clasificado. Trato de tener todos los materiales para no salir corriendo si me falta algo”, dijo Caro, que se describió como “loca por las carteras”, por lo cual, antes de jubilarse como docente, ya estaba haciendo cursos de marroquinería. Ahora, junto con sus tres hijos, lleva adelante Miguelina Carteras.
“Con la pandemia, sumé al emprendimiento a mi hijo mayor que se dedica a la línea de ecocuero. El del medio se incorporó después como la cara de la marca porque es modelo. Y finalmente el más chiquito que es mi hijo adoptivo, no vidente”.
Como todas las mamás, Caro pensaba qué pasaría con su hijo cuando terminara el Centro de Formación Integral (CFI). “No quería que estuviese escuchando música y nada más. Vi que en el CFI estaba muy enganchado con encuadernación y anillado. Y pensé en sumarlo al emprendimiento con agendas y cuadernos”, contó.
Como es inquieta y curiosa – y también muy entradora – en un paseo por Salta se contactó con comunidades wichi. De esta manera incorporó el chaguar a sus carteras. Por otro lado, también está incluyendo telas, sintéticos y bordados que hacen los chicos del CFI. “Descubrimos la cordura, un material muy accesible que permite acercar la marca a otro tipo de público”, precisó y agregó que, además, está siempre atenta a las sugerencias de sus clientas.
Caro enfatizó que Fuerza Emprendedora es un espacio que no sólo les permite exponer sus productos, sino también dialogar entre pares, algo que valora mucho pues hablar del proceso creativo dispara ideas. “Es maravilloso compartir con las compañeras”, sintetizó.
Por Mónica Carinchi