La convocatoria reunió a vecinos, amistades, familiares y talleristas que mostraron su afecto por Mónica Ávila, quien coordinó en la biblioteca un taller de narrativa durante 30 años. La mesa de presentación estuvo compuesta por Corina Materazzi, editora, Fernando Garriga, escritor, y Mónica Ávila.
A pesar del frío que invitaba a quedarse en casa en un atardecer que rápidamente se hizo noche, la Biblioteca Sarmiento desbordaba de vecinas y vecinos y cada invitado que ingresaba, provocaba una corrida en busca de más sillas. La magnitud de la convocatoria y el entusiasmo que se desplegaba de un extremo al otro del salón, tenían una feliz causa: Mónica Ávila presentaba su novela Horizonte de sucesos.
Todos los presentes querían tener su ejemplar firmado, por lo cual el inicio de la actividad se demoró, lo que pasó casi desapercibido, porque los encuentros, tanto tiempo imposibilitados por la pandemia, se prolongaban en abrazos y conversaciones retrasadas.
Claves de lectura
Horizonte de sucesos es la primera novela de Mónica Ávila, publicada en una editorial que dio sus pasos iniciales durante la pandemia: enero editorial. Justamente su representante, Corina Materazzi, inició la presentación del libro, comparando la narrativa de Ávila con la de Aurora Venturini. En ese momento, un susurro atravesó el salón, seguramente días después muchas asociadas habrán solicitado libros de Venturini. Terminó su breve presentación con una interesante síntesis: “Mónica Ávila nos cuenta la historia de una familia a través de laterales”. ¿Cuáles son “los laterales”? tendrá que investigarlo el lector.
Por su parte, el escritor Fernando Garriga destacó, entre otras cosas, el título, jugando con él: “Mónica pasó el horizonte de la lectura y se transformó en escritora”. Festejó, asimismo, que la historia se desarrolle en Tigre, lugar al cual él se rateaba de adolescente, y que sea un texto que navega por distintos géneros.
Por último, tomó la palabra la autora, quien agradeció a muchas personas y también a la Biblioteca Sarmiento, de la cual compartió una hermosa vivencia: “Esta institución es el primer lugar donde yo leí, antes que en la escuela. Aquí volví a preparar muchos exámenes”; allí también tuvo un taller de narrativa durante 30 años.
Específicamente sobre su novela dio algunas claves, mencionaremos sólo una: retazos de historia donde es imposible diferenciar verdad de ficción.
Para finalizar, Mónica Ávila dio gracias a sus abuelas, María y Angelita, quienes le enseñaron a leer y escribir.
Horizonte de sucesos tiene una escritura impecable, por lo cual los lectores agradecemos a Mónica Ávila.
La escena inicial de la novela ubica al lector en una orilla incómoda: deshacerse rápidamente de los restos de la muerte (o sea, terminar rápido con la lectura) o sumergirse en la oscura bolsa de residuos (es decir, indagar en esas cosas que, casi siempre, se tiran y, por lo tanto, atreverse a hurgar en cada pequeño indicio que permita avanzar en la historia). La decisión es personal, pero la “inocente” aclaración: “le dije a mi hermana que tal vez intentaba explicarnos algo”, sirve de anzuelo para pasar a la hoja siguiente.
Horizonte de sucesos se puede conseguir en Sudeste Libros (Müller 854, Tigre) y en El Enebro (Constitución 1120, San Fernando).
Por Mónica Carinchi
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