Tigre, 23 de noviembre de 2010

Sr. Director, esta carta tiene como finalidad, advertir sobre hechos que están aconteciendo en los últimos tiempos relacionados con nuestra tradicional costumbre de convivencia entre las instituciones y los vecinos.

El lunes 22 de noviembre, aprovechando el día espléndido y feriado, me dispuse a poner mi pequeña embarcación en el agua, en el Río Tigre, y ver si mi motorcito de 3,5 HP, que hacía unos 2 años que no lo hacía funcionar, funcionaba.

Cuando me dispongo a poner el bote en el agua, utilizando como lo hago desde hace unos 40 años la rampa del Club L´Aviron, institución que tradicionalmente colabora con los vecinos que tienen una pequeña embarcación y desean recrearse por los ríos y arroyos tan nuestros, una persona que a todas luces no conoce de nuestra tan proverbial tradición de buena vecindad y colaboración entre los clubes de remo y sus vecinos, de muy mal modo, pretendió impedirme echar mi bote al agua aduciendo que la rampa es solo para el uso de su escuela de remo y kayak.

Lógicamente se suscitó una discusión kafkiana, mientras yo armaba todo y echaba el bote al agua, esta persona a todas luces desconocedora de toda norma marinera, de las jurisdicciones y de nuestra tradición “tigrense”, pretendía amedrentarme con amenazas de todo tipo, llegando a pretender que un móvil de tránsito de la Municipalidad, un patrullero de la Policía y cualquier otra autoridad que por allí pasara (o que él llamara con su celular) impidiera mi cometido.

Fue la intervención del presidente del club L´Avirón, llamado por este sujeto, quién con su atinada y certera intervención, le hizo comprender a este Sr., que es tradición del club y de casi todos los clubes de remo de Tigre que “los vecinos” tienen adquirido su derecho y es un uso y costumbre, habitual el utilizar la rampa para poner en el agua sus pequeñas embarcaciones de esparcimiento.

Estos hechos se vienen sucediendo en los últimos tiempos, con los alquilinos de los angares o depósitos de botes de algunos clubes de remo que los alquilan con el fin de recaudar fondos ante la merma de socios y la falta de recursos para continuar funcionando como siempre lo hicieron.

El problema que se presenta es debido a que, ante la necesidad, los clubes alquilan algunas de sus instalaciones a “seudos empresarios”, supuestos “profesores” de remo y kayakismo, los cuales terminan apoderándose del club y destruyendo todo aquello que siempre a sido tradicional en Tigre.

“La buena relación de vecindad entre los habitantes del Tigre y sus instituciones”

Por otro lado, son inevitables estos choques puesto que estos ignotos marineros desconocen toda norma marinera de reciprocidad que siempre reinó en Tigre y en el ambiente de la navegación.

La película argentina “Luna de Avellaneda”, pinta en toda su magnitud los hechos que narro y sus consecuencias. Es por esto que insto a las autoridades que se puedan interesar en los asuntos que relato que vean la forma de que Tigre, no deje de ser Tigre, la “cuna del remo argentino”, y que les impongan a estos comerciantes del remo la observación de los usos y costumbres propios de Tigre sin que por eso se vean afectados en su negocios.

Sin más lo saluda muy atte.

Roberto Burlando

Profesor Nacional de Ed. Física (I.N.E.F., Bs. As.)

DNI 4.445.620

Estrada 845, Tigre

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