Boris Lanfranconi asegura que nadar alarga la vida. Se presentó a su primera competencia en 1998 y obtuvo el primer puesto. Desde entonces, no se cansa de ganar torneos. Nada en pileta y en aguas abiertas y proyecta hacer el Paraná desde Asunción.
“Nado 3 mil metros por día de lunes a viernes y los sábados y domingos, remo”, dijo Boris Lanfranconi, un pibe… de 80 años.
Boris aprendió a nadar a los 6 años en su ciudad natal, Génova; a los 16, compitió y ganó por 50 metros, pero “fue la única vez”, porque inmediatamente se dedicó a trabajar y no tuvo tiempo para el deporte.
En los últimos 15 años descubrió que la natación es su deporte: “Empecé a nadar como veterano; unos amigos me dijeron ‘vos nadás bien’ y me llevaron a la competencia de Baradero en 1998. Me inscribieron en la categoría mayores de 50 y yo les daba bastante ventaja. Cuando vino la premiación, cantaron mi nombre en primer puesto, yo pensé que se habían equivocado. Y como me quedó la duda, competí en el cruce de la laguna de Chascomús y gané otra vez. Entonces seguí, corrí en San Nicolás, Santa Fe, Paraná y siempre fui ganador. Quiere decir que tengo una predisposición natural para la natación”.
Lanfranconi nada en pileta y en aguas abiertas y por estos días se está entrenando porque el 12 de febrero competirá en la carrera de 7 km. que realiza el Club Náutico de San Pedro, “la corriente es a favor y eso ayuda mucho, se hace en poco más de una hora. Ya participé en carreras de 30 km., por eso ésta no es tanto”.

La receta es nadar
Como nadador, Boris forma parte de un equipo que se llama Marea Roja, “surgió desde que yo gané mi primera carrera en Baradero. El mayorcito del equipo tiene unos 35 años, después vengo yo con 80”, contó entre sonrisas. “A mí no me molesta la diferencia de edad, ando muy bien con los jóvenes” y nos puso al tanto de que, a los 72 años, hizo el curso de salvavidas y “nadaba a la par de los muchachos que tenían 20 o 25”.
A estas situaciones de disparidad, está acostumbrado: “En pileta, las categorías van de 5 en 5 años; este año voy a competir en la categoría 80/85. En cambio, en las carreras de aguas abiertas, por ejemplo San Pedro, como no hay muchos competidores, es muy posible que me pongan en mayores de 60”. Es decir que Boris les da ventaja, pero igualmente no lo alcanzan. “Durante 5 años, salí campeón nacional de 50, 100, 200, 400 y 800 metros. Estoy entusiasmado con la natación y seguiré nadando hasta los 100”.
Como todo deportista, hace una vida sana, nunca fumó, goza de excelente salud, come “un poco de todo”, se mantiene en peso y es envidia de muchísimos hombres porque no tiene esa pancita masculina que empieza a despuntar después de los 30. Desde luego, su receta es nadar. “La natación es muy buen deporte. No produce agitación ni lesiones. Es necesario sincronizar respiración con movimiento y creo que eso es bueno para el cuerpo. Es un deporte aconsejable para la gente mayor”.
Aunque admitió que los principiantes pueden agitarse, también destacó que “todo es cuestión de entrenamiento” y deslizó una recomendación: “Es bueno competir porque uno está obligado a entrenar y eso le hace bien al cuerpo”. Y puso el ejemplo: “Vicentín es campeón mundial de 50 metros en categoría 80/85 años y en los últimos sudamericanos estuvo batiendo récords de 90/95 años, ahora debe tener 93. Siempre que nos vemos, me dice ‘pibe, nadá siempre porque es salud’. Para hacer una comparación, Meolans tiene los 50 metros en 22 segundos, Vicentín los tiene en 36. No hay tanta diferencia”.
Justamente con su amigo Vicentín tiene una simpática anécdota: “En Santa Fe, cuando corrí la carrera internacional en 2006, largamos y cuando llegué a la mitad de la pileta, miré y no había nadie alrededor. Pensé ‘una mala largada’ y al segundo lo vi a Vicentín que venía como un balazo. Al final, llegamos juntos, cada uno ganó en su categoría. Después todo el mundo me cargaba”.
También se midió con un grande del remo: “La última vez que competí fue en 1963. Corrí en Río Santiago, en un cuatro, en esa competencia estaba Demiddi. Nosotros llegamos segundos por media tela. Ahora corro en alguna carrera entre clubes. El remo es más difícil porque hay que venir a Tigre, tener entrenador, compañeros. En cambio, la natación es más fácil, uno se pone el traje de baño, anteojitos y listo”. En esas carreras inter clubes, Boris representa al TBC.
Enamorado de la natación, insistió: “Nadar alarga la vida, da buena salud. Se lo recomiendo a todo el mundo”.
Para el futuro, además de seguir compitiendo en pileta y río, Boris tiene dos proyectos: cruzar el Canal de La Mancha y bajar por el Paraná, desde Asunción. Seguramente, braceada a braceada, lo logrará.