Lo reconoció el propio «Iron Mike» en una entrevista a un prestigioso diario británico. «Yo creía que era Dios», admitió, y dijo que toda su vida fue «una mentira».

El norteamericano Mike Tyson, ex campeón mundial de los pesos pesados, admitió que cuando le mordió la oreja a su compatriota Evander Holyfield, en 1997, estaba influenciado por la droga.
«Fueron las drogas. Sólo pensaba en las drogas. Yo creía que era Dios, me sentía como Dios. Pero lo hecho, hecho está», afirmó Tyson al diario The Guardian, que título la nota «El hombre de hierro se derrite».
Tyson mordió a Holyfield durante el combate por el título mundial de los pesos pesados de la AMB, celebrado el 28 de julio de 1997 en Las Vegas, arrancándole parte de la oreja.
«Yo no pensaba en el boxeo cuando lo mordí. No me preocupaba el boxeo. Está mal lo que le hice, muy mal. Me volví como loco», aseguró el ex pugilista nacido el 30 de junio de 1966.
Tyson se mostró muy duro a la hora de hacer un balance de su existencia al expresar: «Mi vida entera ha sido una mentira», y preguntarse: «¿Quién soy yo? Me siento incómodo cuando la gente me adora y me quiere. Me siento sucio».