La Vicepresidenta II de la Cámara de Diputados, Liliana Piani, exige al gobierno provincial informe acerca de las inspecciones que debería llevar adelante el Ministerio de Salud, con el fin de controlar la venta ilegal de anteojos y material óptico en lugares no habilitados.
Es sabido que en la actualidad la venta indiscriminada de productos ópticos en kioscos, boutique, farmacias, o stand de venta callejera es moneda corriente. En materia de precios, los lentes «truchos» son mucho más accesibles que aquellos que se adquieren en las ópticas, pero sin embargo no cumplen con las medidas protectoras necesarias y pueden causar graves daños a la vista.
Puntualmente en la Provincia de Buenos Aires, existe la Ley 12.239 que indica que la venta de lentes protectores, correctores y/o filtrantes debe realizarse únicamente en comercios habilitados por el Colegio de Ópticos y el Ministerio de Salud, y contar con un profesional del rubro y optometría.
“La normativa provincial es sumamente clara, y expresa que la comercialización de productos ópticos solo puede realizarse en comercios habilitados y bajo receta medica. Al mismo tiempo, le Ley faculta al Ministerio de Salud a realizar las tareas de fiscalización sanitarias con el fin de controlar la venta ilegal de estos productos” expresó la Diputada Piani, y agregó que “sin embargo en la actualidad, y habiendo transcurrido más de diez años de su promulgación, la Ley todavía no cuenta con un Decreto reglamentario, lo que la convierte en una normativa meramente declarativa, sin tener establecidos los respectivos controles y sanciones necesarios para se ejecución”.
Debido a ello, la Diputada ha presentado ante la legislatura distintas iniciativas tendientes a verificar los mecanismos mediante los cuales la cartera de salud está llevando a cabo las debidas tareas de inspección, con el fin de controlar la venta de anteojos y material óptico.
“Los lentes que se venden de forma ilegal representan un grave riesgo para la salud visual de la población, ya que generalmente no presentan un debido control de calidad y a su vez los usuarios acceden a los mismos sin realizar la debida consulta medica”.
Según distintos profesionales de la salud, la utilización de lentes pregraduados o de sol que se venden de manera ilegal, provocan daños como dolores de cabeza, irritación ocular y graves trastornos en la visión. Por su parte, el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires, considera necesario que se inicie algún tipo de campaña de concientización sobre el consumo de anteojos callejeros, ya que las personas no son conscientes del daño al que se están enfrentando.
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