Un impuesto necesario para lograr justicia fiscal. En el informe Orgullosos de Pagar Más, los multi millonarios exponen las razones por las cuales es necesario que todos los países del mundo establezcan impuestos sobre la riqueza. ¿Y por casa cómo andamos?
Seguramente la mayoría de los lectores no conocen a Marlene Engelhorn, heredera de la química alemana BASF, una joven súperrica que, en enero de este año, durante el Foro Económico Mundial, más conocido como Foro de Davos, se paseó por esta pequeña ciudad de los Alpes suizos con una pancarta que decía: Impuestos a los ricos.
En coincidencia con el Foro de Davos, la organización internacional Oxfam dio a conocer la carta y el informe Orgullosos de Pagar Más, resultado de una encuesta realizada a 2300 millonarios habitantes de los países que integran el G20. Parte de sus conclusiones son: 1) el 74% apoya impuestos más altos sobre la riqueza; 2) el 72% piensa que la riqueza extrema ayuda a comprar influencia política; 3) el 54% piensa que la riqueza extrema es una amenaza para la democracia. Algunos millonarios que firmaron la carta: Abigail Disney, Brian Cox, Simon Pegg, Valerie Rockefeller y, por supuesto, Marlene Engelhorn.
Las corporaciones y sus ricos propietarios acumulan más y más dinero a costa de la explotación de los trabajadores, además de evadir impuestos, apoyar la privatización del Estado (así ellos compran empresas baratas y se benefician posteriormente con subsidios) y ejercer influencia sobre la opinión pública, controlando importantes medios de comunicación en todo el mundo.
La crisis social, ambiental, económica (en los dos últimos años, 800 millones de trabajadores de todo el mundo perdieron, a causa de la inflación, 1.4 billones de euros, equivalentes a 25 días de salario perdido por persona) es de tal gravedad que ha llevado a la sociedad civil (incluyendo multimillonarios), a científicos y funcionarios electos de la UE a solicitar la creación de impuestos progresivos sobre la riqueza. Las organizaciones de multimillonarios que reclaman impuestos, no sólo en Europa, también en USA, son: Tax Me Now (co-fundada por Marlene Engelhorn, una agrupación de millonarios de países de habla alemana, comprometidos con la justicia fiscal, que reclaman la creación de un impuesto para el 1% más rico de la población), Millonaires for Humanity (red internacional de multimillonarios que reclama pagar impuestos igual que los trabajadores), Patriotics Millonaires (súperricos estadounidenses).
En España se estableció el Impuesto Solidario a las Grandes Fortunas, un impuesto temporal (2023 y 2024), aunque en un principio no se planteó así sino como un impuesto más, es decir permanente, sobre el patrimonio de más de 3 millones de euros, aunque tampoco se había planteado así inicialmente, sino a patrimonios de más de un millón de euros (que por cierto, ya es un montón de guita), además de aumento de impuestos corporativos y sobre las ganancias de capital y un recorte en los impuestos a las personas con ingresos menores a los 21.000 euros. Los que auguraban que las riquezas palidecerían en el país ibérico debido a este impuesto, se equivocaron: según el Informe de la Riqueza Mundial 2024, en España, el año anterior, los súperricos aumentaron a un ritmo mayor que la media mundial.
El debate sobre impuestos a las riquezas se está dando en este momento no sólo en Europa, también en China, Rusia, Unión Africana. Mientras, el actual gobierno argentino retrasa un siglo.
Por Mónica Carinchi
Comentarios
Sin comentarios