Violencia: mitad de las denuncias se hacen después del fin de semana

El 39% de las denuncias por violencia familiar se ralizan en días lunes y martes. Maridos y concubinos, por partes iguales, constituyen el 52% de los denunciados.

La mayoría de las denuncias por violencia doméstica se realizan después del fin de semana. La explicación de los especialistas radica en que la convivencia forzosa lleva a más violencia.


El 39% de las denuncias recibidas en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación fueron radicadas en días lunes y martes. De las 6.746 denuncias registradas en el primer año de funcionamiento del sistema, sólo el 12% se presentaron en sábados y domingos. «No es fácil, sobre todo para las mujeres -el 82% de las víctimas-, justificar el salir de su casa el fin de semana», observó la ministra Elena Highton de Nolasco, impulsora de la iniciativa.
Maridos y concubinos, por partes iguales, constituyen el 52% de los denunciados, lo que indica que la convivencia forzada del fin de semana es también la circunstancia donde se produce la mayor violencia intrafamiliar. Otro 31% de los agresores son ex parejas, lo que muestra que ni siquiera la ruptura del vínculo corta el ciclo de violencia.
Las agresiones, además, no se limitan a la mujer: con frecuencia, el agresor también se ensaña con otros miembros de la familia, sobre todo con los hijos (76%). En cuanto al 18% de varones que son víctimas, el 61% correspondió a niños y adolescentes.
La OVD cuenta a toda hora con una psicóloga, una asistente social, un abogado y un médico. «El 59% de los que denuncian viene fuera del horario clásico de tribunales, y un tercio lo hace por la noche o el fin de semana; por eso la oficina funciona las 24 horas, los 365 días del año», comentó la jueza.
En el 90% de los casos, las víctimas sufrieron violencia psicológica: «Maltrato, amenazas, insultos, abuso verbal», detalló Highton. En un 70%, la violencia fue física, en un 30% económica (incumplimiento de la cuota alimentaria, no dar dinero suficiente, o controlar diariamente su manejo), y en un 14% sexual.
La ministra destacó la buena respuesta obtenida en el fuero civil, al que fue derivado el 83% de los casos: por ejemplo, los jueces impusieron numerosas medidas preventivas, con restricciones al agresor: en 3.425 casos le prohibieron acercarse al domicilio de la víctima; en 540 casos, tomar ningún contacto con ella; en otros 536, el agresor fue excluido del hogar. Hubo además 1.036 evaluaciones familiares, 750 derivaciones a defensores públicos de menores, y 302 guardas provisorias.
«Antes, los jueces tardaban cuatro meses en tomar una medida -a veces, ni siquiera se hacía constatación física de la agresión-, y ahora tienen el informe en una hora», destacó la doctora Highton. Y agregó que el 95% de las personas afectadas concurrió una sola vez a la OVD: «Con la respuesta que han tenido, han evitado nuevos ciclos de violencia».
En el fuero penal, en cambio, no hubo progresos: de los 3.382 expedientes que recibieron los jueces, archivaron 518, dictaron 302 sobreseimientos, desestimaron 48 denuncias, hubo sólo 8 procesamientos, 7 elevaciones a juicio y 3 condenas. Pero de 2.363 denuncias, ni siquiera informaron. «Me habría gustado tener, no más condenas, sino más investigación, más seguimiento. Es preocupante, y es para trabajarlo más», señaló la ministra, que lo atribuyó en parte a que los jueces penales desconocen la problemática de la violencia doméstica.
Highton se refirió también a la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, sancionada en marzo y aún no reglamentada: «Leyes, puede haber muchas, pero no hay presupuesto, o no se sabe de qué se trata… Implementar la ley es una decisión política». En ese sentido, recordó que la OVD sólo aborda el acceso a la justicia: «La prevención y la atención directa corresponden a otros poderes» que, si funcionaran, «no estaríamos haciendo esto». Y remató: «En un año, 6.746 casos denunciados, sólo en Capital, es mucho. Pero esto ‘vende’ menos que informar sobre un asalto».

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