El Concejo Deliberante de 9 de Julio sancionó una Ordenanza a favor de la vida.

        Desde hace años, en Argentina se multiplican las acciones de la sociedad civil que trabaja incansablemente por cambiar un modelo de producción agrícola que está provocando muerte y desertificación de nuestras mejores tierras. Este también es el caso de los vecinos de 9 de Julio que supieron esperar prácticamente 2 años hasta que, después de haber pasado por las comisiones de Salud, Presupuesto, Legislación y Reglamento y, también, por la Dirección de Gestión Ambiental, el jueves 11 de abril, el Concejo Deliberante de ese distrito aprobó por unanimidad la Ordenanza de Agroecología que fomenta y estimula esta práctica productiva para comenzar “un camino de transición hacia un nuevo modelo de agricultura” (Cap. I, art. 1 de la Ordenanza).

        Esta Ordenanza es el logro de la sociedad civil reunida en ConCiencia Agroecológica, el Centro Educativo para la Producción n° 15 El Chajá, la Feria de Huerteros, Inta, Agricultura Familiar del Ministerio de Agroindustria. Todos juntos trabajaron y presentaron el proyecto que “fue pasando por todas las comisiones pertinentes del Concejo Deliberante y nosotros seguimos ese recorrido minuciosamente”, explicó Adriana Contarini, de ConCiencia Agroecológica.

        “Lo importante de esta Ordenanza es que se empieza a hablar, oficialmente, de otra forma de cultivar”, expresó Julia Crespo, presidenta del bloque del Frente para la Victoria del Concejo Deliberante de 9 de Julio.

        Este Municipio es una zona atada al agronegocio, donde, hasta hace unos pocos años, la soja era el único cultivo; actualmente, informó la concejal Crespo, “hay un poco más de diversidad, se está sembrando más trigo, maíz, algo de girasol”.

        Los altos índices de muertes por cáncer, malformaciones en niños recién nacidos, problemas respiratorios severos, que brotan en todas las regiones donde impera la agricultura industrial y, por lo tanto, las fumigaciones con agrotóxicos, están haciendo que los reclamos de las poblaciones afectadas, directa e indirectamente, sean escuchados por los representantes del pueblo: “Nuestro objetivo es que se piense más en las condiciones de salud de la población y no en los resultados económicos de la cosecha anual”, aseguró Crespo.

        La Ordenanza crea un marco para alentar a los productores a pasarse a la producción agroecológica y un mecanismo de certificación de sus productos, lo cual favorece, además, a los consumidores.

        Tanto la concejal Crespo como los integrantes de ConCiencia Agroecológica afirman que esto es el comienzo de una nueva etapa y desean que el consenso logrado en el recinto no quede en retórica. Por este motivo, los ciudadanos, acostumbrados a perseverar en la lucha y a controlar los actos de los funcionarios, están dispuestos a continuar con el seguimiento de cada uno de los pasos de la Ordenanza y, como el futuro apremia, ya tuvieron una reunión con la Secretaria de Gestión Ambiental para comenzar a trabajar con productores locales de la zona periurbana, interesados en la agroecología.

        El impacto del modelo agroindustrial, implantado en Argentina hace unos 20 años, que sólo piensa en la maximización de la renta, está dejando, en nuestro territorio, desertificación, acuíferos contaminados, pérdida de biodiversidad, muerte de poblaciones rurales. Cambiar este modelo es urgente.

Por Mónica Carinchi