Arbolar San Isidro. Hartos de tanta ignorancia e insensibilidad, los vecinos se agruparon para defender el patrimonio arbóreo. Mientras el Municipio propone en su página web conectarse con la naturaleza, arrasa con los árboles de las veredas. El tema llegó al Concejo Deliberante. Para contactarse con la agrupación Facebook Arbolar San Isidro.
“A un árbol le puede llevar 40 años formarse y la motosierra lo destruye en minutos. Ya no lo veremos más, los que hoy son niños no podrán disfrutar de sus beneficios. Es una falta de respeto, es una falta de conciencia. No se puede volver a tener ese árbol con plata, se podrán hacer casas, se podrán hacer puentes, pero árboles no se pueden hacer con plata”.
Así de contundente estuvo Verónica Knoop, quien presenció con estupor una poda/mutilación ejecutada en Martínez, respaldada por Alejandro Censio, encargado del arbolado público de San Isidro. Corregimos: encargado de la destrucción del arbolado público de San Isidro.
Por su parte, Graciela Zille expresó: “No sabemos qué pasa, por qué podan a esta altura del año. Las tercerizadas podan porque quieren cobrar. No sabemos si hay alguien que se beneficia económicamente, pero sería muy ingenuo pensar que no pasa nada”.
Estas vecinas, junto con otras personas, de diferentes localidades de ese municipio, se han organizado para pedir explicaciones ante estos actos irracionales que se irradiaron desde la ciudad de Buenos Aires hacia todo el conurbano. La mutilación de la arboleda pública es un acto sistemático, planificado y prolongado en el tiempo, dejando a las poblaciones citadinas en situación de vulnerabilidad ambiental. En síntesis, estamos ante la presencia de un ecocidio.
Ignorancia y anarquía
Las vecinas organizadas advierten que, al despropósito cometido por el Municipio con las podas/mutilaciones, se deben agregar los desastres que genera Edenor. “Exigimos que Edenor no pode más, no se puede dejar solos a los operarios que nada saben. Si Edenor necesita cortar alguna rama, debe ser con presencia municipal y, por supuesto, con una persona idónea”.
¿Hasta cuándo seguirá Edenor colocando cables aéreos? Si en los barrios cerrados no hay cables aéreos, ¿cuándo empezará Edenor a realizar las obras pertinentes en la ciudad abierta?
Los dueños de negocios tampoco contribuyen al cuidado de los árboles, por el contrario “extraen árboles y tapan las planteras, para que los autos estacionen sobre las veredas”.
Como la insensibilidad se ha extendido entre la población, también hay que agregar a la lista de enemigos de los árboles a muchos citadinos que dejan caer su perorata: las hojas ensucian la vereda, las raíces levantan las baldosas, etc., etc..
Con gran capacidad de comprensión, Verónica explicó que “muchas veces, los vecinos llaman porque se rompió un caño o porque la vereda está muy rota y el Municipio no responde, entonces el vecino tiene que hacer el arreglo pagándolo de su propio bolsillo”. Obviamente, estas situaciones agotan, sobre todo en un Municipio como San Isidro que no puede argumentar falta de presupuesto. “Acá los impuestos se pagan y no son baratos”, acotó Graciela.
Como dijeron las vecinas, en San Isidro hay una gran anarquía. Por supuesto, también hay ignorancia: “Los eventos climáticos cada vez son más extremos y violentos, necesitamos bajar el calor en la ciudad y esto se logra con árboles, que son nuestra naturaleza en la ciudad. Nosotros somos seres biológicos, necesitamos un contacto cotidiano con la naturaleza, no sólo con los árboles, sino con toda su fauna asociada”.
Los árboles exóticos no tienen, aquí, una fauna asociada; los árboles autóctonos, sí. “San Isidro sigue plantando fresnos, se quedaron en el tiempo. Aprendieron con un libro que ya no sirve más”, resaltó Verónica.
Para gestionar la arboleda pública no es suficiente con ser ingeniero agrónomo, hay que hacer la especialidad en arboricultura o, al menos, acudir al señor gugle. “Cualquier persona puede darse cuenta de que no se pueden podar árboles a esta altura del año. No hace falta tener un título universitario. Nos toman de idiotas”.
Desconociendo las leyes
La ley provincial 12.276 es la madre de las ordenanzas municipales sobre el tema arbolado y forestación. En este sentido, Graciela señaló que “el Municipio de San Isidro tiene ordenanzas específicas sobre protección y promoción del arbolado, forestación y sistemas de áreas protegidas, pero, en los hechos concretos, no se ponen en práctica”.
Para reclamar la puesta en práctica de las ordenanzas han buscado hablar con el Sr. Censio, quien, muy descortésmente, ha tenido una única respuesta: no tener tiempo. ¿No es una de las tareas de los empleados municipales, atender a los vecinos?
“Censio no quiere darnos una entrevista, entonces en medio de una poda, entre los ruidos de las motosierras, tenemos que estar gritando. Además, pone a los vecinos, que solicitan una poda o extracción, en contra nuestra y eso está mal. Si es necesaria la extracción, nosotras no nos oponemos, pero queremos que el Municipio muestre las actas correspondientes y reponga el árbol y eso no lo hace”, aclaró Graciela.
Además de desconocer las leyes provinciales, demostrado en la imposibilidad para responder preguntas precisas, se hacen los patoteros mandando a las vecinas “a votar otra cosa dentro de 4 años”. ¿El intendente Posse estará en conocimiento de estas descortesías del Sr. Censio, de estas formas tan autoritarias de ejercer una función pública? Según se deslizó en las veredas, don Censio argumentó que no tiene obligación de conocer las leyes provinciales. ¿Ummmmmm?
Por suerte, existen algunos servidores públicos que escuchan a los vecinos y se interesan en sus demandas, tal el caso de Marcos Cianni y María Inés Feldtmann, quien ya hizo un pedido de informe al ejecutivo sobre la extracción de gomeros sanos en la calle Marín.
El descontento de los vecinos sanisidrenses es muy grande. Ya han presentado una nota en el Concejo Deliberante que fue leída en la última sesión ordinaria del año, están juntando firmas para apoyar sus demandas, están haciendo un protocolo sobre cómo actuar ante una poda irracional. Aquellos que quieran unirse a esta resistencia por la vida, pueden comunicarse en Facebook Arbolar San Isidro.
Por Mónica Carinchi
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