Finalizó la Remada por los Ríos. A lo largo de 2000 kilómetros, se buscó sensibilizar sobre la contaminación de la Cuenca del Plata. En todas las provincias atravesadas por la Remada hubo declaraciones de interés municipal. Antes de llegar a Tigre, los remeros almorzaron en Punta Querandí, para acompañar a la comunidad indígena que sufre un intento de desalojo por parte del empresario O´Reilly. El Municipio de Tigre declaró de interés municipal la Remada y colaboró con la realización del Festival.
Es imposible que en este momento haya personas que nieguen o desconozcan los graves problemas ambientales que padecemos. Pero si todavía hay distraídos, la extensa remada que comenzó el 14 de marzo en Puerto Iguazú (río Paraná) y Concordia (río Uruguay) y concluyó en Tigre el 26 de mayo con un emotivo festival, marca un hito en la persistente lucha de miles de ciudadanos que, agrupados en organizaciones ambientalistas o en solitario, día a día ponen su granito de arena para modificar conductas y llegar a decisores políticos que puedan detener esta locura mortal.
En este caso específico, Remada por los Ríos, cientos de personas buscaron informar, concientizar y sensibilizar sobre la contaminación de la gran Cuenca del Plata. “Las acciones en tierra, que se hicieron en cada una de las localidades, fueron tan importantes como la remada”, dijo la remera y co-organizadora, Gabriela Ferrer y no perdió la oportunidad para informar: “La contaminación con antibióticos y fármacos en general está directamente relacionada con la falta de tratamiento que tienen los residuos cloacales. Es un gravísimo problema del cual no se habla y está comprobado a nivel internacional. Lo que despedimos a través de la orina, nos vuelve por la canilla”.
El Paraná, el Uruguay e infinidad de ríos, riachos, lagunas, esteros, bañados y humedales conforman esta Cuenca que está siendo devastada por agrotóxicos, metales pesados, plásticos, efluentes cloacales crudos, represas, mega-emprendimientos inmobiliarios y/o industriales.
“Una investigación de la Universidad Nacional de La Plata, publicada en revistas internacionales, demostró que hay más concentración de agrotóxicos en los fondos de los ríos que en los campos fumigados”, señaló Gabriela. También alarma la gran cantidad de microplásticos que hay en los ríos y en las panzas de los peces y las botellas que flotan sobre las aguas que la joven kayakista, en su ruta, fue recogiendo: “Este es un llamado de atención para todos, porque cada uno con su granito de arena puede marcar una diferencia”.
La Remada por los Ríos recibió declaraciones de Interés Municipal en todas las provincias participantes y nuestro Municipio también hizo lo propio. En relación a esto, esperamos que sea un paso hacia una convivencia armónica con el entorno natural y, por lo tanto que se manifieste en acciones contundentes como la prohibición definitiva de construir urbanizaciones cerradas sobre los humedales.
Adhirieron también investigadores y docentes comprometidos con la salud del pueblo, así como infinidad de agrupaciones sociales y ambientales de todo el país, que, también, por la sanción definitiva de una ley de humedales.
Una pasada por Punta Querandí
La última posta unió Campana con Tigre, pero antes de llegar al Monumento del Remero, los kayakistas almorzaron en Punta Querandí, un territorio indígena en conflicto, desde hace 10 años, con la empresa inmobiliaria Eidico. Ya rumbo a Tigre, remaron por el canal Villanueva y salieron al Luján a la altura de La Ñata, donde la comunidad -en conflicto con la misma empresa inmobiliaria- los despidió con la alegría de saber que cada día aumentan los luchadores que defienden el hábitat.
Ya en Tigre, se escuchó muy fuerte: “Somos río, somos humedal y somos territorio indígena”.
Los ríos no son basureros
Mientras tanto, desde las 13 horas, en Paseo Victorica y Lavalle, se desarrolló un Festival con el objetivo de visibilizar todas las problemáticas ambientales denunciadas por la Remada y recibir firmas por la Ley de Humedales y reconocer con un diploma a los kayakistas.
Una talla que representa una garza, hecha por el artista plástico Bruno Prin, acompañó en el escenario a todos los músicos.
Palmito inició la jornada musical, haciendo participar a todo el público. Continuaron Jeremías Chauque, que trajo los tonos mapuches; Wayra Puni, las sonoridades norteñas; Liles Canciones, toda la onda isleña y Trapalo Rock, la fuerza del compromiso rockero.
Un momento especial fue la plantación de un hermoso árbol nativo, una murta, donado por BioChakra y plantado por Florencia y Gustavo de Espacio Ayni, junto con niñas y adultos que pusieron un puñadito de tierra y un pedacito de su corazón para que el árbol crezca fuerte y sano y pueda darnos sus fragantes flores blancas. La compatriota uruguaya Yessabeth Facelli acompañó este momento con la música de su caja.
Pasadas las 16, los kayakistas asomaron por el Luján y Jamani Sikuris comenzó el ritual de la ronda alrededor de la murta, para recibirlos con la magia de los sonidos norteños.
Martín Nunziata, que acompañó con su lancha a los remeros, desde Punta Querandí, habló ante los presentes sobre los problemas ambientales que aquejan a los tigrenses en particular y a todos los argentinos en general.
Luis Muñoz y Gabriela Ferrer fueron los encargados de entregar diplomas a representantes de cada una de las postas, algunos muy jóvenes y otros veteranos, como el conocido Tata Goñi, que, además de realizar la posta de su ciudad -Concepción del Uruguay – unió el río Uruguay con el Paraná, desde Villa Paranacito a Campana, entre el 18 y 19 de mayo.
Por primera vez, remeros de toda la Cuenca del Plata se hermanaron para denunciar la contaminación de los cursos de agua y de los humedales; los canales de solidaridad han sido abiertos y ahora en todos resuena “Somos Río”.
Por Mónica Carinchi
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