Centro de Salud “María Teresa de Calcuta” – Rincón: asistencia y promoción de la salud
Dirigido por la Dra. Graciela Roes, trabaja en red con instituciones comunitarias de la zona. Ofrece talleres para madres y niños, distribuye medicación, proporciona servicio de laboratorio y ecografías. Funciona de lunes a viernes de 7 a 18 hs. en Santa María e Irala.
Los centros de salud son espacios dedicados a la prevención y promoción de la salud. Así lo explicó la Dra. Graciela Roes, directora del Centro de Salud de Rincón: “Somos un centro de atención primaria, que no es sólo la asistencia, se trabaja también la prevención y promoción de la salud, que es una palabra muy fuerte porque significa hacer crecer a alguien, que se desarrolle en todos sus niveles, no sólo en lo físico, también en lo intelectual y social. Para esto salimos a los barrios y esa es la tarea de la atención primaria de la salud. A veces hay sectores que son muy cerrados, entonces, hay que salir a buscarlos, porque muchas veces el que menos puede es el que menos se acerca al centro”.
Apuntando, por lo tanto, al trabajo preventivo, en el Centro de Salud Madre Teresa de Calcuta, la Dra. Roes ha instrumentado variados talleres: “Tenemos un taller sobre nacimiento donde se les explica a las mamás, sobre todo si son adolescentes, todo lo que se les viene con el bebé. Otro taller es con las mamás y sus hijos recién nacidos, ahí les enseñamos a amamantarlos y todo lo relacionado con la atención del recién nacido. Lo que hemos visto últimamente es que la mamá no tiene el alerta, quizás porque son mamás muy jóvenes y también porque se ha perdido la cultura de la familia. Antes había una abuela que transmitía la enseñanza de la crianza, esto se ha perdido. Las mamás vienen sin herramientas para criar a un bebé, que tiene un contenido amoroso. Criar es también poner límites, pero amorosamente, no con violencia. Por eso aquí todos nos hemos puesto de acuerdo para tener el mismo discurso, la médica, la enfermera y el señor de la limpieza que si entra al baño y ve a los chicos que están ensuciando, les explica que eso no se debe hacer porque es importante tener limpio, porque hay que cuidar las cosas porque cuestan, porque el que viene atrás tiene derecho a un baño limpio”.
Como se ve, el trabajo institucional que Graciela Roes ha realizado en el Centro de Salud involucra a todos sus integrantes; siguiendo esta línea, se ha relacionado con la comunidad de Rincón: “Hemos armado una red institucional dirigida a la infancia: escuelas, iglesias, ONGs. Hay en Rincón muchas instituciones que están trabajando muy bien y nosotros no teníamos claro qué estaban haciendo. Ahora, en las reuniones de red, nos vamos enterando y así podemos derivar específicamente. Así se amplían los brazos de la ayuda”.
La mirada abarcativa de esta profesional le permite entrever otros aspectos de este intercambio: “La gente camina mucho, va por todos lados y muchas veces recibe recursos por todos lados; otros, no. Entonces, cuando hay comunicación entre todas las instituciones, uno puede mejorar, por ejemplo explicarles a algunos que la leche no se vende y dársela a otros que no llegan a buscarla. Este es un recurso costoso, todos lo son, por eso hay que saberlos utilizar y la gente tiene que entender esto. La mala organización hace que los recursos no estén bien distribuidos, por eso estamos intentando, desde la Secretaría de Salud y desde nuestro lugar, que la organización esté cada vez más pulida para que los recursos puedan ir a todos”.
En busca de recursos, también los comerciantes de la zona se han visto convocados: “A los comerciantes les dije que sería bueno que tengan alguna actividad solidaria. Yo tenía la idea de apadrinar esos casos que nosotros vemos que son límites, a veces hay chicos que no pueden empezar las clases porque no tienen zapatillas, en esto, que es algo sencillo, pueden colaborar”.
Su contacto con la población le ha permitido advertir que la pobreza no da tregua: “A pesar de todos los programas y aunque hay más trabajo, ha aumentado mucho la pobreza. Nos damos cuenta por la gente que viene a pedir más recursos, por ejemplo, habían dejado de pedir leche y ahora piden otra vez. Y no es fácil solicitar leche, porque hay que pasar por el médico. Se está pidiendo otra vez comida, a pesar de que tenemos a la gente trabajando en las cooperativas, de que hay programas para los niños, así y todo parece que no alcanzara”.
Uno de los factores a tener en cuenta es el aumento de la población, “aquí vemos caritas nuevas permanentemente”, ya que Rincón ofrece trabajo por la gran cantidad de barrios cerrados y además porque “Tigre ofrece educación, salud, por eso viene mucha gente. Si nos comparamos con otros municipios, estamos bastante armaditos, tenemos una maternidad donde no se pregunta de dónde viene la gente; tenemos planes de vivienda, tenemos las cooperativas de trabajo. Esto no pasa en todos los municipios”.
Las dificultades económicas de la población que es atendida por el Centro de Salud no bastarían para explicar las patologías con las que llegan: “Tenemos mucho maltrato infantil, abuso de niños, violencia familiar, chicos desnutridos. Esto lo tratamos con médicos y también con psicólogos porque hay algo que es alimentario, pero hay un gran componente socio-afectivo que hace que un niño sea desnutrido. La mamá no se da cuenta y trae a su hijo a último momento, pero la sociedad tampoco se da cuenta, porque, si esos chicos van a la escuela, qué pasa con la maestra, qué pasa con el comedor de esa escuela”. La complejidad de estos casos hace que el Centro de Salud trabaje articuladamente con otras áreas del Municipio: “Trabajamos con Fortalecimiento Familiar en los casos de violencia. Cuando se presentan casos de adicciones, también los derivamos al lugar específico”.
Por otra parte, el Centro de Salud Madre Teresa de Calcuta da medicación para patologías crónicas (diabetes, hipertensión) y estacionales; hacen, una vez por semana, laboratorio básico y ecografías, “de esta forma, la gente no tiene que trasladarse y se evita un gasto de viáticos que en muchas familias es importante”.
Un aspecto que sigue preocupando a la Dra. Roes son los casos de derivación: “En este momento tenemos algunos baches que son la derivación secundaria y terciaria porque, cuando necesitamos esos niveles de atención, hay que acudir al hospital provincial o a otros lugares fuera del distrito. Estamos tratando de organizar un flujograma de instituciones para que la derivación sea más sistemática, no por solidaridad”.
Graciela Roes tiene una larga trayectoria en el área de salud. Estuvo en la gestión de Ubieto como coordinadora de odontología, trabajando con todos los centros de salud; fue directora de medicina asistencial e implementó varios programas, entre ellos el de adicciones, “Ubieto no estaba de acuerdo, pero yo lo convencí, le dije que era un tema social y que había que hacerse cargo”. Además de ser Odontóloga, tiene una Diplomatura en Gestión Municipal y actualmente estudia Psicología. Su conocimiento profesional unido a su experiencia le permite decir: “no se puede dirigir de guitarra. La experiencia de haber pasado por distintos sectores da autoridad para ser escuchada, porque a veces lo que dice el libro es una cosa y la realidad va por otro lado”. En este caso, la realidad dice que el profesionalismo de la mano del compromiso con la tarea, estacionó en Rincón.
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