“Los femicidios, la denegación de acceso a abortos legales y seguros, las desigualdades económicas que padecen las mujeres, el acoso laboral y callejero, la persecución y criminalización de defensoras de los derechos humanos de las mujeres, la discriminación en función de las identidades de género, entre muchas otras, son expresiones de una violencia estructural que es urgente desterrar”.
Desde 2015, el 3 de junio es una fecha especial que recuerda el grito colectivo en contra de la violencia machista en Argentina. Amnistía Internacional afirma que la violencia contra las mujeres es un problema estructural de derechos humanos, en el país y que requiere una proactiva y urgente intervención del Estado.
Según la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia, 278 mujeres fueron asesinadas como consecuencia de la violencia de género en 2018. La otra cara de la crueldad de los femicidios se refleja en las y los 202 niñas, niños y adolescentes que se encontraban al cuidado de las víctimas.
Los femicidios, la denegación de acceso a abortos legales y seguros, las desigualdades económicas que padecen las mujeres, el acoso laboral y callejero, la persecución y criminalización de defensoras de los derechos humanos de las mujeres, la discriminación en función de las identidades de género, entre muchas otras, son expresiones de una violencia estructural que es urgente desterrar.
A fines de mayo una inmensa movilización verde acompañó a la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en la octava presentación del proyecto de ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
“Una de las formas más significativas de violencia contra las mujeres es la batalla que se libra sobre sus cuerpos. La restricción del acceso a servicios de aborto sin riesgos es una forma de violencia institucional. Según el derecho internacional de los derechos humanos, toda persona tiene derecho a la vida, a la salud y a no sufrir, violencia, discriminación ni tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Con el objetivo de escuchar las historias de algunas mujeres activistas, Amnistía Internacional lanza un especial con fotos y video en donde varias de ellas relatan su experiencia y cuentan en primera persona cómo vivieron la marea verde que el año pasado reclamó la legalización del aborto.
Por Amnistía Internacional Argentina
Tigre, presente en una nueva marcha de “Ni una menos”
Por cuarto año consecutivo, el Municipio de Tigre dijo presente en una nueva marcha del colectivo “Ni una menos”. Antes de dirigirse al Congreso de la Nación, funcionarias locales concentraron junto al intendente Julio Zamora, en el Palacio Municipal.
“Siempre está presente la lucha contra la violencia de género en las políticas que llevamos adelante desde el municipio. Este flagelo se tiene que trabajar y combatir entre todos; la violencia no es amor y eso hay que tenerlo en claro. Los jóvenes deben crecer de otro modo y hombres y mujeres debemos convivir en paz”, expresó la presidenta del Concejo Deliberante, Alejandra Nardi.
Previo a la convocatoria, y con el fin de concientizar sobre la problemática, se alzaron banderas y carteles con los lemas #VivasYLibresNosQueremos y #NiUnaMenos. Durante la noche, con motivo de conmemorar la primera marcha realizada por el colectivo hace cuatro años, el Palacio Municipal se iluminó de color violeta.
Respecto a la fecha, la concejala Gisela Zamora, señaló: “Hoy ponemos de manifiesto nuestro compromiso de seguir luchando unidas por la igualdad y el respeto hacia la mujer, para lograr una sociedad mucho más justa y sin violencia. Hoy todas alzamos nuestra voz y hacemos visible esta problemática, debemos cambiar esta cultura machista y lograr una sociedad donde existan los derechos para todos”.
“Ni una menos” surgió en el año 2015, como respuesta al crimen de Chiara Páez, joven de 14 años embarazada que fue asesinada por su novio en la localidad de Rufino, al sudoeste de la provincia de Santa Fe. A partir del caso, la movilización se realiza todos los 3 de junio y se replica en todas las ciudades del país.
Desde hace más de 10 años, Tigre impulsa diversas políticas de protección para las mujeres del distrito: dispone de una Comisaría de la Mujer y la Familia; una Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y dos Juzgados de Familia en el Polo Judicial del distrito. Además, el año pasado se inauguró la nueva sede de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio de Violencia de Género, que permitió agilizar trámites y contar con un lugar adecuado y especializado para asistir a las mujeres que sufren el flagelo.
A su vez, el municipio cuenta con programas de asistencia a víctimas de violencia de género como “Mujeres que acompañan mujeres” y “Mujeres emprendedoras de Tigre”. A través de “Alerta Tigre – Género”, las mujeres víctimas de violencia pueden denunciar agresiones o reportar situaciones de riesgo mediante diferentes dispositivos o aplicaciones tecnológicas y por medio del Dispositivo de Alerta para Mujeres Agredidas (DAMA), se brinda protección a quienes denunciaron a sus parejas o ex parejas. Además, este año se inauguró la primera etapa de las Casas Convivenciales y de Abrigo “Eva Perón”, en el barrio la Esmeralda de El Talar, donde se alojarán mujeres y niños en situación de vulnerabilidad social.
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