La Escuela Secundaria N° 6 de Don Torcuato ya tiene nombre propio. Con un gran acto en el que participó la comunidad educativa de toda la zona, se realizó la imposición del nombre que recuerda el vínculo del barrio con el ferrocarril. Hubo exposición de trabajos, muestra de teatro y proyección de un video realizado en el marco del programa Memoria e Identidad.

        La Escuela Secundaria N° 6 de Don Torcuato, ubicada en Av. Del Trabajo 2350, frente a las vías del Ferrocarril, el viernes 6 de octubre inició una nueva etapa en su historia, pues desde ese día tiene nombre propio: Solana del Monte.

        A partir de un proyecto institucional, todos se pusieron a trabajar. La preceptora Isabel Apaya, nacida y criada en Don Torcuato, recordó que su padre le decía que hay que amar el lugar donde se vive y, obviamente, para eso hay que reconocerse como parte de él. Fue así que comenzó a rememorar su propia historia en el barrio, “cuando había unas pocas casas por manzana y todo lo demás eran árboles frutales”, se puso a leer, se contactó con Carlota Vallejos, historiadora local, y comenzó a publicitar el nombre que finalmente fue seleccionado.

        “Yo pensé que el nombre tenía que estar relacionado con las raíces del barrio”, dijo Isabel.

        Siempre el ferrocarril estuvo relacionado con el crecimiento de los pueblos y allí estaba, frente al colegio: “¡Qué mejor! Los chicos vienen por el ferrocarril porque los deja justo”. Y antes lo tomaban los trabajadores para ir a la fábrica Virulana que estaba en Munro.

        “Los vecinos más grandes del barrio se acercaron, felices porque recuperaron identidad”, contó Mónica Salum, directora del colegio.

        “En un principio, el apeadero se llamó Solana del Monte, pero como está en el kilómetro 26, le empezaron a decir apeadero del 26. Entonces a esta zona se le empezó a decir barrio del 26 y quedó en el olvido Solana del Monte”, explicó Mónica.

        Según parece, don Torcuato se paraba en la estación que hoy lleva su nombre y miraba para el lado del monte donde había lagunas y “allí se paraban aves que se iluminaban por el sol”, comentó Isabel, quien fue reconstruyendo la historia entre lo que leyó y lo que le contó su padre.

        El trabajo que hicieron durante meses culminó en una gran fiesta donde hubo canto, baile, teatro, proyección de videos y muchos agradecimientos. Isabel quiso mencionar a todas sus compañeras: Lorena Loreti, Mabel Macías, Andrea Ferreyra, Cristina Piris, Liliana Flander, Norma Portillo, Romina Montes. Muy especialmente recordó a su antigua directora, Susana Crémer: “Cada duda que tenía, la llamaba y me asesoraba”.

        Por su lado, la directora Mónica Salum también agradeció al Municipio que siempre los acompaña, a las madres y padres y al gran equipo de trabajo que se conformó en los últimos años. Para todos los tigrenses dejó una invitación: el 9 de noviembre festejarán el día de la tradición con la Expo Provincias y la escuela se convertirá en una gran peña.

        Las escuelas públicas bonaerenses siguen trabajando, a pesar de las autoridades  provinciales y nacionales.

Por Mónica Carinchi