La economía social y solidaria promueve el desarrollo local. Desde 2014, San Feriando agrupa a múltiples emprendedores locales que, en conjunto, van pensando estrategias de crecimiento. Capacitaciones, microcréditos, participación en ferias y gratiferias, son algunas de las acciones que se realizan actualmente. Flor Rubinich, coordinadora del espacio, aseguró que “los emprendedores no son comerciantes y tampoco pymes, es necesaria una política pública específica para el sector”. Para información, redes sociales a full. Facebook, instagram y mail sanferiando@gmail.com
La economía social y solidaria prioriza la satisfacción de las necesidades de las personas antes que el lucro; es un sector que promueve la equidad, la solidaridad, la complementación, la participación y el cuidado del ambiente. Son iniciativas productivas individuales o colectivas que se encuentran directamente relacionadas con un territorio particular, por eso fomentan el desarrollo local.
Dentro de esta caracterización se encuentra San Feriando, “una marca colectiva, registrada, que nuclea a varios emprendedores”, señaló María Flor Rubinich, coordinadora de Sanferiando.
A partir de esta marca colectiva, desde 2014 San Feriando comenzó a sumarse a ferias; luego surgieron las capacitaciones, los microcréditos, el trabajo en redes sociales.
“Hasta 2015 hubo muchas posibilidades para que el sector se fortaleciera porque había plata en circulación. Pero ahora está muy complicado; los aumentos de los servicios repercuten directamente en los pequeños productores que, en algunos casos, se han visto obligados a cerrar”, explicó Flor, que apunta permanentemente a la participación grupal, por eso aclaró: “Es muy importante la cercanía, aun así hay algunos productores que son de otros distritos”.
Un fondo en permanente movimiento
San Feriando es un puente entre emprendedor/a y otras instituciones, ya sea públicas como privadas. “Ponemos en práctica microcréditos haciendo uso de la ley nacional 26.117/06. Es un fondo que está en permanente movimiento porque lo que recibe un grupo solidario, lo debe devolver con un pequeño interés y así se junta plata que sirve para otro grupo solidario. Todo el tiempo, la plata está circulando”.
Es de destacar que si un grupo no devuelve el dinero, ya otro grupo no podrá acceder al crédito. Por este motivo se denominan “grupos solidarios”.
Antes de recibir el crédito se hace una evaluación financiera: las promotoras observan cómo es el emprendimiento, cómo trabaja y cómo va a estar después del crédito. “Lo más difícil es decir que no, pero muchas veces lo hacemos, por cuidar el fondo y al emprendedor, porque uno da un salvavidas de plomo si otorga un crédito que no se puede pagar”.
El crédito apunta a fortalecer el emprendimiento, por ejemplo si la persona hace pan, que pueda comprar harina al por mayor para bajar costos.
Son créditos de 10 a 15 mil pesos que se pagan, semanalmente, en 6 meses. “El crédito debe ser devuelto porque no es un subsidio. Así otro lo puede utilizar también o, incluso, la misma persona puede volver a solicitarlo”, aclaró Flor.
Capacitar: punto clave
Para impulsar proyectos o fortalecer emprendimientos que ya están andando, han desarrollado ciclos de capacitación. “Vemos que el mayor déficit de los emprendedores está en costos, redes sociales, ventas, diseño de marca y producto”.
A Débora Mundel, productora de plantas aromáticas, participar en la última capacitación le permitió ponerse a buscar un logo, algo distintivo para su marca. Por su parte, Mónica Nassif – elabora dulces caseros – expresó: “Cada una de las charlas ordenó el emprendimiento individual y se nos ofrecieron herramientas para mejorar las tareas. Por ejemplo, yo, después de la charla de redes, apliqué el consejo de las bandas horarias y me resultó; también me sirvió el diseño de imagen a la hora de pensar el logo. Me parece muy importante, además, tener este espacio de reflexión porque estamos metidas en una vorágine constante que no nos permite pensar”.
En 5 encuentros se desarrollan estos temas; se busca potenciar los conocimientos que ya tienen los emprendedores al mismo tiempo que incorporar herramientas que transformen una idea en un emprendimiento rentable y sustentable.
Por otro lado, los encuentros funcionan como espacio de encuentro y conocimiento, ya que, en general, los emprendedores están produciendo en sus casas y no logran establecer vínculos con pares.
El año próximo retomarán los ciclos de capacitación.
Políticas públicas para el sector
Advirtiendo que no hay una política pública específica para el sector, San Feriando presentó un proyecto de ordenanza que, actualmente, está en comisión. Los temas fundamentales son: creación de la dirección de economía social y solidaria; registro de emprendedores; habilitaciones; reducción de tasas; compre local.
Flor Rubinich, que es eco de todas las desventuras de los emprendedores, explicó que “es necesario tener un lugar centralizado para hacer allí todos los trámites, porque actualmente hay un circuito que termina agotando”.
En relación a las habilitaciones, Flor especificó que los emprendedores tienen que hacer los mismos pasos que un comercio mayorista, entonces “no lo hacen y terminan produciendo en talleres no habilitados y el Municipio los clausura. Así, el Estado está presente como policía y no como promotor de una actividad productiva. El Municipio se ha dado cuenta de esto y por eso está charlando con nosotros”.
San Feriando ha propuesto modelos de habilitaciones específicas para el sector, ya que no se le puede pedir lo mismo a una cocina hogareña que a la cocina de un restaurante. Esto conlleva una reducción de tasas. “Algunos dicen que esto compite con el sector comercio, pero no es así, el/la emprendedor/a es otro rubro, hace lo que vende. En cambio, el comerciante revende. Por supuesto que también hay que cuidar al comerciante y hacer políticas destinadas a ese sector”, especificó Flor.
En cuanto al compre local, se propone que el Municipio destine parte del presupuesto a la compra de los productos de los emprendedores, por ejemplo si necesita comprar guardapolvos para los jardines, que se los compre a las emprendedoras locales. Para esto les serviría el registro de emprendedores.
En síntesis, si el Estado municipal apoya a los emprendedores, eso redunda en el desarrollo local. Convencidos de esto, los integrantes de San Feriando promueven políticas públicas basadas en una experiencia que ya lleva varios años.
Por Mónica Carinchi
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