Finalizando noviembre, como es costumbre, la Asociación Centro de Enólogos de General Alvear (ACEGA) realizó la evaluación de vinos que presentaron los bodegueros de la zona. Las enólogas seleccionaron 9 vinos para que los invitados degusten en una noche de encuentro y disfrute. La calidad del evento presagia una temporada estival exitosa.

        Ya terminando el año, comienzan las evaluaciones. El mundo vitivinícola no es ajeno a esta costumbre y como lo hacen desde 1996, la Asociación Centro de Enólogos de General Alvear (ACEGA), del departamento de General Alvear, provincia de Mendoza, organizó Evinsur 2022, la muestra de los mejores vinos del año, producidos en ese departamento mendocino que linda con San Luis y La Pampa.

        Todas las bodegas de la región alvearense son convocadas por ACEGA a presentar sus vinos. Este año llegaron 30 muestras de las cuales las enólogas seleccionaron 9 que fueron degustadas por quienes concurrieron a Evinsur 2022, que se realizó en el Predio Ferial ubicado sobre Ruta provincial 188, a pocos kilómetros de la capital departamental. Después de una jornada de calor veraniego, un poco antes del horario previsto para el inicio de la actividad, cayeron unas gotas que no lograron humedecer la tierra, dada la sequía que impera en la zona. Con nubes dudosas y también con entusiasmo, los amantes del vino fueron arribando y, como todos los años, recibieron una tablita y una copa y con ellas llegaron hasta la carpa de Il Porco donde fueron recibidos con la amabilidad de siempre y con sus exquisitos chacinados que en esta oportunidad se pudieron acompañar con un espumante de Finca Gabriel. “Empezamos muy bien”, se escuchó decir entre los invitados.

        Con el público ya acomodado y música de fondo, la actual presidenta de ACEGA, Valeria Chessé, dio la bienvenida e invitó a disfrutar de los vinos seleccionados para la ocasión. Arrancó así la degustación que se realiza sin identificación de la bodega. Como corresponde, se empezó por los blancos, para continuar con rosados y tintos, cada uno maridado con el sabor adecuado que, en esta oportunidad, eligió Charly Fernández, dueño del restaurante Paso a Nivel, quien estuvo durante toda la velada recorriendo las mesas para responder las preguntas que surgían entre los comensales.

        La degustación se inició con un chardonnay, de la zona de Bowen. Fue maridado con pinchos de langostino empanado que acompañaron muy bien el sabor a manzana verde, típico de esa cepa.

        El siguiente vino fue una verdadera novedad, un naranjo, elaborado con uva moscatel rosada con sus hollejos y semillas. Un vino ni dulce ni seco, maridado con tabla de fiambres y quesos.

        Luego un rosado “muy bien equilibrado con 14° de alcohol y 7 gramos de azúcar”, destacó el enólogo Eduardo Lardies, representante del Centro de Enólogos de Buenos Aires, que por segunda vez consecutiva concurre a Evinsur. El vínculo entre la región productiva por excelencia, Mendoza, y la región de mayor consumo del país, Buenos Aires, se va afianzando con este intercambio que promete ser provechoso para ambos.

        Después se pudo apreciar la variedad ancellotta, que habitualmente se utiliza para elevar el color de otros varietales. Típica de la región de Emilia-Romagna, esta cepa se ha ido instalando en nuestro país hace pocos años. El enólogo Lardies señaló que, en este caso, “nos brindó su color rojo rubí intenso y una armonía en un vino de mucho cuerpo y a la vez frutado”.

        Siguieron los clásicos Tannath, Syrah, Malbec y Cabernet franc, “todos muy bien logrados y merecidamente seleccionados entre las 30 muestras de las 19 bodegas implantadas en esta región del valle sur del río Atuel”, comentó Lardies.

        El cierre fue con un espumante blanco natural, maridado con brownie con dulce de leche y nuez. Después de degustarlo con detenimiento, el representante del Centro de Enólogos de Buenos Aires, expresó: “Este blanco está elaborado con Chenin, una variedad que alcanza una notable calidad en esta región”.

        Como todos los años, el intendente Walther Marcolini estuvo disfrutando esta celebración del vino. “Esta Evinsur fue fantástica”, declaró muy entusiasmado, pero también alertó: “En la próxima vamos a tener mucha complicación por las heladas de este año que nos van a dificultar en la calidad de las uvas. Ahí los enólogos tendrán que tener muchísima creatividad y mucho trabajo en la bodega para seguir con vinos de calidad”. Atento a la identidad del vino alvearense, señaló que desde hace años su gestión viene promoviendo la Denominación de Origen Controlada (DOC) y que para ello “se necesita de la colaboración del Inta, del Centro de Enólogos, porque identificar el terroir da un valor agregado que necesita toda empresa para tener nivel de excelencia”. Seguro de que “Alvear tiene condiciones excepcionales para producir muy buenos caldos vínicos”, planteó que “se debe ir hacia una vitivinicultura de precisión, con mucha tecnología (riego por goteo, malla antigranizo) porque esto da la oportunidad de obtener muy buenas uvas, porque el buen vino nace en el viñedo, nace en la planta junto al agricultor. Es un arte a la vez que una actividad económica”.

        Por su parte, Fabiana González, Directora de Turismo de General Alvear, resaltó la calidad del evento, de los vinos, de la gastronomía y los paisajes que seducen a los turistas quienes, año tras año, eligen General Alvear como destino para descansar, porque esta región mendocina “reclama por fuera/ nuestro tibio paisaje de adentro”.

        Finalmente, además del vino, la música hermanó a todos los presentes en el baile, entre ellos Daniel Anaya y Carlos Lalik, bodegueros destacados de la zona que respaldan este evento realizado por ACEGA.

Por Mónica Carinchi