Soluciones estéticas con la potencia de lo colectivo. En alianza con SEED, una onege francesa, la Asociación Civil Otromodo continúa organizando talleres de autoconstrucción. Este año ganaron una beca del Fondo Nacional de las Artes para aplicar conceptos artísticos a la solución de problemas habitacionales. Para informarse más otromodo.com.ar
Después de haber pasado por sus propias experiencias de autoconstrucción, los integrantes de Otromodo decidieron compartir este cúmulo de conocimientos, pues en los últimos años mucha gente inició ese camino, ya sea por convicción, ya sea por falta de recursos económicos.
“Para nosotros, los problemas se resuelven mejor colectivamente, por eso trabajamos con la dinámica de taller. La gente viene a los talleres, aprende y después usa esos conocimientos sin necesidad de que estemos presentes”, explicó Adrián Mancuso, destacando que los talleres también sirven para que las personas se conozcan y, después, sigan colaborando entre sí.
Los talleres son gratuitos, se propone un tema específico, por ejemplo revoques en barro o composiciones en vidrios recuperados; participan no sólo el interesado directo, sino también aquellos que quieran aprender las técnicas. Es una especie de minga donde todos son beneficiados. Se ponen en práctica tanto para iniciar una casa como para mejorarla, siempre sobre una vivienda real.
“La idea de este proyecto es mejorar la calidad de vida de las familias, trabajamos con el material que hay, escuchamos todos los aportes”, aclaró Jamel. En Rincón, una vecina tenía que mejorar su baño y lo que consiguió, fueron chapas; en Maschwitz, están los fanáticos del barro.
Además de transmitir saberes, si es necesario, prestan herramientas. “Mucha gente que inicia la autoconstrucción, necesita herramientas. Siempre las prestamos, pero antes, si nos salía un trabajo, teníamos que ir a buscarlas. Ahora ya tenemos dos equipos”.
Desde hace un par de años, Otromodo conformó una alianza estratégica con SEED, una onege francesa de solidaridad internacional. Esta alianza con SEED y haberse conformado como Asociación Civil, les permite presentarse a concursos, becas, subsidios, para conseguir fondos y seguir con el acompañamiento a todos aquellos que buscan vivir mejor.
Con otros, siempre mejor
Desde hace dos años, desde Francia llegan jóvenes voluntarios que colaboran y aprenden. “El primer grupo que vino, terminó en África construyendo, para poblaciones muy necesitadas, baños secos con las técnicas aprendidas acá”, contó Adrián.
El intercambio es muy fructífero: los voluntarios son estudiantes de arquitectura y urbanismo que aprenden, trabajando, y, al mismo tiempo, aportan sus conocimientos específicos.
La convocatoria al trabajo colectivo permite que aparezca, siempre, una solución, en un proceso grato. “Incluso la gente que va a cebar mate, aporta y se lleva la vivencia de la ayuda mutua, la vivencia de la construcción con gente que no tiene oficio. Por esto nosotros defendemos el taller. Todos hacen preguntas, colaboran, sacan fotos, atienden amorosamente a la gente”.
Para la realización de los talleres eligen a personas que tienen escasos recursos y que se destacan por trabajar colectivamente. Privilegian un criterio: beneficiar a una persona tiene que significar que, en el futuro, se beneficien otros.
Vivienda social y arte
En el año en curso han aplicado a una beca del Fondo Nacional de las Artes, con un tema singular: el arte aplicado a la vivienda social.
“En general, el arte está puesto en lo decorativo o en el lujo, pero nunca en la resolución concreta de un problema. Y se puede utilizar como un motor potenciador de soluciones que, además, genera un diálogo entre el estar y el entorno. Lo estético está ligado a las formas y una vivienda es volumen, planos, transparencias. El lenguaje estético tiene una gran potencia en este campo”.
La propuesta se destaca, además, porque está aplicada a la vivienda social, concepto siempre disociado de lo estético. “Los pobres se tienen que conformar, tienen derecho a sobrevivir, no a vivir y a vivir bien, mucho menos. Nosotros tratamos de modificar esto”.
Los talleres de arte aplicado tienen una parte teórica y otra práctica. En lo que resta del 2019, harán un taller de mosaiquismo y otro de muebles de barro empotrados. Para tener más información, podés entrar a otromodo.com.ar o al Facebook/ Otromodo.
Por Mónica Carinchi
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