Poda injustificada de tres majestuosos plátanos

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No habrá más sombra, pero tampoco olvido. La increíble y triste historia de un funcionario/a municipal que, despreciando los beneficios medioambientales generados por los árboles, ordenó cortar 3 plátanos ubicados sobre la calle Montes de Oca, casi esquina Cazón. Detenida la acción antes de la muerte total, ahora hay un espacio vacío que reclama un desagravio.

 

Explicando casi como un cuento para niños el origen de la vida, podemos decir que las plantas verdes se hicieron presentes en la tierra mucho antes que la especie animal. Ellas prepararon el clima necesario para la vida, ya que consumen dióxido de carbono (tan perjudicial para los animales) y exhalan al aire oxígeno (indispensable para nuestra supervivencia, entendiendo que en la palabra “nuestra” estamos incluidos todos los animales, o sea también las mujeres y los hombres).

No podemos, entonces, subestimar ni menospreciar la importancia de los árboles. Y para comprender aún más la ligazón de nuestras vidas a la existencia de los denominados pulmones del planeta, debemos recordar que el gravísimo problema conocido como calentamiento de la Tierra y, por lo tanto, cambio climático, se basa en la excesiva concentración de dióxido de carbono, pues la cantidad de este gas generado por las actividades humanas es mayor que la que pueden consumir las actuales formaciones verdes, es decir los pocos bosques y selvas que nos quedan en el mundo.

Como esta espada de Damocles pesa sobre la humanidad desde hace décadas, profesionales de variadas disciplinas recomiendan el cuidado de las especies arbóreas por los servicios ambientales que brindan, muy especialmente en las ciudades que, a causa del cemento y el asfalto, se han transformado en trampas mortales. Es así que las ciudades más importantes del mundo aspiran a transformarse en ciudades verdes, no sólo protegiendo sus árboles, sino también implementando campañas de forestación anuales.

Actualmente, en consonancia con lo dicho más arriba, los árboles son considerados un servicio público, ya que mejoran la calidad de vida, así como las redes de agua o gas.

Estos seres silenciosos amortiguan los ruidos, disipan los malos olores, filtran las partículas contaminantes del aire, atrapándolas en sus hojas y corteza, constituyen pantallas contra el viento y generan corrientes de aire, regulando el clima. Es por esto que en los veranos son cada vez más indispensables, pues protegen de los rayos solares, cuyos efectos dañinos son harto conocidos, además de regular la temperatura.

Para aquellos que gustan de los números, el efecto de un árbol sobre el ambiente es equivalente a 10 acondicionadores de aire encendidos durante 20 horas al día (de esta manera se reduce la cantidad de energía usada por los ciudadanos y, en consecuencia, se reduce el dióxido de carbono y otros gases contaminantes, además de los costos que pagan los usuarios y también las municipalidades por el uso de la energía). Ojo! Si un árbol está aislado, su eficiencia de enfriamiento del ambiente es menor que si está junto a otros; o sea que los árboles plantados en hilera en una vereda trabajan colectivamente.

Podríamos seguir enumerando las bondades de los árboles, pero aquí justamente queríamos llegar, a los añosos plátanos plantados sobre la calle Montes de Oca, a metros de la Avenida Cazón, sobre la vereda de la Departamental Policial Zona Norte, o como quieran llamarla ahora. Lamentablemente, los servicios ambientales que esos árboles daban a los sufridos vecinos, incluidos los policías, han sido drásticamente aniquilados.

Cualquier lector podrá llegar hasta el lugar y ver con sus propios ojos la triste imagen de los 3 árboles mutilados. ¿Quién ordenó semejante crimen? Un funcionario/a municipal que accedió, según se cuenta, al pedido de otro funcionario, en este caso policial, que solicitó la extracción de los árboles para la posterior construcción de una dársena de estacionamiento que sería para los autos particulares de los policías.

Tras este pedido, el funcionario/a municipal no dudó y puso manos a la obra, sin que mediara ninguna consulta dentro del ámbito municipal. Es decir que se consideró dueño/a de actuar por su propia cuenta. Si tan descarriado anda el Municipio para que cada funcionario/a actúe guiado/a sólo a partir de su voluntad y/o caprichito, estamos realmente en problemas.

Aparentemente, según cuentan, el Sr. Intendente, enterado del hecho en el mismo momento en que se estaba produciendo, llegó hasta el lugar y detuvo el accionar de las manos asesinas, que lograron amputar los 3 ejemplares, sin llegar a la aniquilación total.

Qué triste es pensar que se habla de Tigre como ciudad turística, que se proclamó en campaña electoral que el cuidado del medioambiente sería prioridad de esta gestión, que se realizan reuniones con extranjeros donde se habla de los nuevos paradigmas del siglo 21… y los funcionarios/as se arrogan el derecho de derribar árboles para hacer dársenas de estacionamiento.

Evidentemente este accionar está a contramano de todo lo que se ha proclamado como objetivo de esta nueva gestión, por lo cual este funcionario/a debería presentar su renuncia y, si no quiere reconocer de esta manera su error – además de sus escasos conocimientos y su falta de sensibilidad – sería el Sr. Intendente quien debería solicitar su renuncia indeclinable.

Las torpezas, la irresponsabilidad y el accionar inconsulto que atenta contra los derechos de los ciudadanos y que deja en ridículo lo planteado en cada uno de los actos oficiales, deben ser sancionados. Sólo así se podrá creer en los discursos.

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