Aumentan las ventas de las comercializadoras de la Economía Popular durante el período de aislamiento

       Durante el período de aislamiento social preventivo y obligatorio, más del 90 % de las comercializadoras de la Economía Popular, Social y Solidaria aumentaron sus ventas, según una encuesta realizada por la Subsecretaría de Economía Popular del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires.

        De acuerdo con el relevamiento sobre 27 experiencias de comercialización que abarcan 44 municipios de la Provincia, el 64 % tuvo un alza interanual de más del 40 %.

        “Inmediatamente informamos por todos los medios que las ferias estaban suspendidas y que íbamos a pasar a la entrega a domicilio. Gracias a esa modalidad, las ventas aumentaron porque hemos podido llegar a más personas”, cuenta Soledad Rial, Directora de Gestión Social del Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata y coordinadora de las ferias del Paseo de la Economía Social y Solidaria.

        La mayoría de las comercializadoras realizan envíos a domicilio o repartos en nodos barriales de productos que abarcan desde alimentos secos, frescos y elaborados, hasta insumos de limpieza e higiene personal. Entre los más vendidos, se destacan los bolsones de verduras y frutas de origen agroecológico.

        Estos circuitos acortan la distancia entre consumidores y productores y permiten el acceso de vastos sectores a productos de calidad a precio justo, en su mayoría provenientes de experiencias asociativas cooperativas y comunitarias, pequeños productores campesinos, agricultores familiares y fábricas recuperadas.

        “Buscamos comunicarnos con los consumidores de manera más fluida y acercarlos a los productores, contando cómo se producen los alimentos y agradeciendo su apoyo a este tipo de economía solidaria, que busca el buen vivir y el bienestar de todos sus integrantes y de la sociedad en general”, dice Soledad Rial.

        Vanesa Della Casa, de la comercializadora Caracoles y Hormigas y miembro de la Red de organizaciones de comercialización y consumo popular, social y solidario, asegura: “Pudimos lograr estabilidad de precios en un contexto de especulación, mientras garantizamos la continuidad para responder a la mayor demanda. También ofrecemos seguridad ante los riesgos del coronavirus, por la utilización de protocolos estrictos y por una trazabilidad más conocida de los productos (quién lo produce y cómo llega al consumidor), y las diversas estrategias de comercialización, como entregas a domicilio, nodos de consumo y mercados de cercanía”.

        Desde la Economía Popular, se ofreció una alternativa ante la mayor demanda, con circuitos que favorecen tanto a consumidores como productores y dinamizan la producción de alimentos. Las comercializadoras que participaron de la encuesta, por ejemplo, articulan con más de 200 experiencias productivas. Cabe destacar además que son los productores quienes definen los precios, garantizando el reconocimiento y valor de su trabajo.

        “El rol de las comercializadoras se transformó en fundamental para mantener en marcha la actividad del sector, sosteniendo el ingreso y la fuente de trabajo de muchísimos y muchísimas bonaerenses. El desarrollo e implementación de políticas que permitan fortalecer y fomentar estas experiencias de comercialización y producción es parte vertebral del rol de nuestra subsecretaría”, explica Federico Ugo, Subsecretario de Economía Popular de la Provincia de Buenos Aires.

        “La pandemia visibilizó que un sector de la comercialización solo busca el lucro y la acumulación, mientras que desde nuestras organizaciones sociales ofrecemos la posibilidad de pensar en qué queremos comer, de dónde viene lo que comemos, cómo nos organizamos para hacerlo, qué roles sociales hay en las pautas de consumo y cómo queremos transformarlos”, concluye Vanesa Della Casa.

Acceso al informe completo desde desde bit.ly/encuesta-comercializadoras

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