Un sanfernandino que dedicada su vida a la investigación. Nacido y criado en San Fernando de la Buena Vista, Roberto Carleo es un docente jubilado que dedica todo su tiempo a la investigación y publicación de libros. En el 2012, el ex intendente Luis Andreotti lo nombró Asesor Cultural. Desde ese momento hasta febrero de este año, realizó una intensa tarea.

        Cada vez que, en una reunión, se cuentan acontecimientos históricos locales, anécdotas o hechos curiosos, todos se asombran y quieren saber más. En San Fernando, una de las personas que despierta admiración por este saber es Roberto Carleo, un nacido y criado en esa ciudad de la buena vista, cuidad que le ha dado muchas satisfacciones y algunos destratos.

        Su pasión por la historia local lo llevó a armar su propio archivo histórico y una colección importante de la revista Caras y Caretas; a visitar el archivo de los Beccar Varela, la hemeroteca de la Biblioteca Madero y otros archivos. Tiene, también, una importante colección de antigüedades que cuentan historias por sí mismas.

        Su presencia en la actividad cultural de San Fernando es superlativa: integrante de la Sociedad Argentina de Escritores Zona Norte; socio fundador del Círculo de Escritores; ex integrante del Instituto de Estudios Históricos Locales; presidente por sexta vez del Ateneo Esteban Echeverría.

        Los reconocimientos que ha logrado hablan de su labor: más de 25 premios, entre nacionales, provinciales y municipales; en 2003, la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires le otorgó el premio Celebridad Cultural de San Fernando.

        Así fue que, cuando el 25 de febrero de 2012, el ex intendente Luis Andreotti lo nombró Asesor Histórico y Recuperador del Patrimonio del Partido de San Fernando, Carleo continuó su intenso trabajo con el acompañamiento municipal, del cual tiene los mejores recuerdos: “Trabajando con Alicia Aparicio he tenido un trato deferencial, enaltecido, valorado, realmente con un respeto más allá tal vez de lo que merece un pobre maestro que ha gastado su vida en la enseñanza”.

        El primer gran acto donde estuvo presente, ya siendo Asesor, fue el centenario del colegio Artigas, presentando su libro Orígenes y vivencias centenarias de la Escuela Nacional Normal General José Gervasio Artigas. En aquella ocasión se leyó una emotiva carta del presidente de Uruguay en aquel momento, el Pepe Mujica.

        Posteriormente publicó Historia de los cementerios de San Fernando de la Buena Vista. Gracias a su exhaustiva investigación pudo asegurar: “Hubo 5 cementerios. Uno pegado a la iglesia (Aranzazu); otro donde está el palacio municipal; otro próximo al Club San Fernando del cual no hay datos precisos; otro donde está hoy el Hospital provincial; y en 1867 se toman los terrenos a la familia Currain y se hace el actual cementerio”.

        Su labor en este campo santo tuvo muchos frutos: recuperó monumentos que estaban en el corralón municipal, entre ellos el de San Ginés, que se emplazó en la parte nueva del cementerio; replanteó su plano totalmente y puso a sus calles nombre de vecinos destacados, por ejemplo Cayetano Cúneo, quien dotó de luz eléctrica al pueblo. “Fue tanta la libertad con que trabajé que donde pasaba una calle con nombre de un intendente peronista puse uno radical y viceversa”.

        Poco después presentó un libro que completa su trabajo sobre el cementerio, Personajes sanfernandinos más allá de la muerte. En este caso, Carleo utilizó la técnica de entrevista para ampliar las biografías con recuerdos de descendientes. Aun así destacó: “Nunca se sacan datos de manera oral porque puede que haya un equívoco involuntario. Todos los datos que manejo son de documentos”.

        Cuando se hizo la presentación de la quinta El Ombú restaurada, presentó Historia de la quinta El Ombú y sus célebres moradores. “Este libro me permitió romper con varios mitos”, comentó su autor, creando la curiosidad que conduce a la búsqueda del libro.

        Muy interesante es el recuerdo de la Escuela Profesional de Mujeres que se transformó en la Técnica n° 3. Esta historia la cuenta en Pasaron 100 años.

        También el delta pasó por su investigación y en 2017 editó Palabras e imagen del Delta sanfernandino.

        Los bomberos lo hicieron trabajar contra reloj, pero finalmente tuvieron su libro: Historia total de los 121 años de la creación de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Fernando.

        Mientras que una gobernadora pretendió cerrar escuelas deltaicas, Carleo reconstruyó la historia de una de las escuelas más antigua de esa zona: Escuela del río Caracol.

        Otro libro muy interesante es Relatos con solera, donde incursionó en la colectividad italiana.

        Una de las investigaciones que más satisfacción le dio concluyó en Un posible recorrido por mi pueblo, que “es una visita guiada que aún se puede realizar por los monumentos y mansiones que quedan en pie”.

        Además de estos libros, Carleo realizó múltiples charlas en instituciones públicas y siempre estuvo a las órdenes para cuanto se le pidió. Quienes lo conocen, saben de su capacidad y adhesión para el trabajo, por eso se asombraron cuando en febrero, le anunciaron que ya no le renovarían la beca que lo unió al Municipio de San Fernando desde 2012.

        “Quiero decir que trabajé con total libertad hasta este año que empecé bajo la dirección de Néstor Torquia”, expresó Carleo, quien remarcó que lo que más le dolió fue “la persecución pertinaz de una empleada de segundo orden”.

        Insistiendo en que estará eternamente agradecido al ex intendente Luis Andreotti y a su señora que “son dos personas fuera de serie”, Roberto quiso aclarar sobre los rumores que corrían cuando le dieron la baja: “Se decía que hacía dos años que yo no trabajaba y eso es una calumnia, que desmorona por la fecha de edición de mis libros”.

        Finalmente, expresó que el último libro que elaboró siendo Asesor, no se llegó a publicar y que jamás creerá lo que argumentó la secretaria de Néstor Torquia: “Según ella, ese libro no se pudo imprimir porque el intendente saliente había hecho muchas obras y no había calculado el importe del libro. ¡Qué falta de respeto para un contador!”. Roberto prometió que el libro verá la luz próximamente.

Por Mónica Carinchi