Crisis hídrica y arcas vacías

El gobierno de Chubut utiliza las regalías petroleras como garantía de la deuda. Basa su economía en la explotación hidrocarburífera, sin embargo, las finanzas de Chubut están en quiebra. Es la 5° provincia exportadora en el ranking nacional, pero no puede pagar los sueldos de los empleados estatales. Los legisladores pretenden seguir regalando el patrimonio natural, en este caso es el agua subterránea.

        Diciembre fue muy movido en la provincia de Chubut. Aunque la ciudadanía viene demostrando desde hace décadas que no está dispuesta a convivir con la megaminería, los diputados aprobaron (con 14 votos a favor y 11 en contra) la ley de zonificación minera que es una excepción (¡cuánto saben de excepciones al código de zonificación los vecinos de zona norte!) a la ley 5001 que prohíbe la megaminería en toda la provincia.

        La ley de zonificación, aprobada con artimañas (convocaron a una sesión un día antes de lo previsto) fue derogada una semana después por unanimidad. No es necesario describir la semana de movilizaciones populares y represión policial, porque ya todos los medios se ocuparon de eso. Sí es necesario, en cambio, recordar que el 31 de julio de 2021, por decreto 547, el gobernador Arcioni prorrogó el Estado de Emergencia Económica, Financiera y Administrativa de la provincia de Chubut (viene en emergencia financiera desde 2016) y, un mes después, la legislatura aprobó la Emergencia Hídrica por un año.

Las transnacionales ganan, la provincia se empobrece

        En un trabajo realizado en septiembre de 2019 por ATE (https://ate.org.ar/wp-content/uploads/2021/02/Chubut-Trabajo-Completo.pdf) se informa que el endeudamiento provincial abarcaba un presupuesto completo. Desde 2010 (era gobernador Mario Das Neves), la provincia emite deuda en dólares, garantizada por contratos de Fideicomisos con fines de garantía “cediendo derechos de regalías petroleras desde las empresas concesionarias de manera directa a los fideicomisos”.

        “Se pueden rastrear demandas y malestar por sueldos que no logran cubrir todas las necesidades básicas desde 2017. En 2018, los docentes hicimos acampe frente al Ministerio de Educación en Rawson. Posteriormente comenzaron a articularse las demandas de todos los trabajadores estatales. En 2019 nos estuvieron pagando de manera escalonada y en 2020 hubo muchos trabajadores que pasaron más de 2 meses sin cobrar”, contó Rebeca Sotelo, integrante de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh) y de la Asamblea Ambiental de Trelew.

        El principal complejo productivo de Chubut es el hidrocarburífero; le sigue el aluminio y el tercero es el pesquero (camarones y langostinos). Estas 3 explotaciones son responsables del 80% de las exportaciones provinciales, siendo la 5° provincia exportadora en el ranking nacional. ¿Es posible que esté quebrada?

        “Chubut es históricamente petrolera, aporta significativamente a la economía nacional, sin embargo, esto no se traduce en ingresos para la provincia, que tomó deuda para cubrir algo tan básico como los sueldos de los trabajadores”.

        Hasta ahora, los gobernadores de Chubut han sido incapaces para agregar valor a los recursos naturales que se extraen de ese territorio. ¿Son incapaces o no les interesa generar internamente procesos de valor agregado?

        “Vivimos en una provincia proveedora de commoditis y éste es el gran problema porque está atada al precio del barril de petróleo, o sea que nuestras crisis están atadas a las crisis internacionales, por eso debemos pensar a la provincia de Chubut ligada a la economía internacional. Los sucesivos gobiernos pretenden mantenernos en ese lugar: petróleo, megaminería, es el único destino que piensa la clase gobernante para este territorio”, sostuvo la entrevistada.

        Mientras que la provincia atraviesa un proceso de ahogo financiero hace más de 10 años, las dos grandes empresas extractivistas – Pan American Energy y ALUAR – presentan importantes beneficios según sus balances: en ambos casos ganan más con operaciones financieras que con inversiones productivas.

        Entre 2017 y 2018, las ganancias de Pan American no se dan por el crecimiento de sus ventas, sino por las operaciones financieras cuya evolución, en ese lapso, superó el 1900%. En 2018, las operaciones financieras representan el 95% de sus ganancias, lo cual indica que la ganancia no es el resultado de inversiones productivas, sino de inversiones financieras. Desde 2016, la empresa viene acumulando ganancias por 1500%, siempre con inversión financiera, entonces su beneficio se incrementa a medida que se devalúa el peso argentino. O sea que mientras las devaluaciones complican cada vez más a la provincia (toma préstamos año tras año en dólares), benefician de manera superlativa a la empresa extractivista que se lleva las divisas y el petróleo.

        ¿Por qué la provincia no aumenta los impuestos a las empresas extractivistas? En relación a este aspecto, Rebeca Sotelo recordó que “en 2019, la mesa intersindical presentó un proyecto a la legislatura para debatir regalías y nuevos tributos, pero no prosperó”.

        El informe de ATE aclara: “La deuda provincial está respaldada por la recaudación de las regalías, o sea que los saldos ingresados por regalías son inmovilizados con anterioridad a los vencimientos de servicios y capital de deuda, asfixiando las finanzas provinciales”. Algo parecido a decir que Chubut tiene su caja recaudadora de impuestos secuestrada.

Un pueblo digno

        En la región de la meseta, específicamente en el departamento de Gastre, se encuentra el poblado Yala Laubat. Hace más de un año, el pozo que los proveía de agua, se secó. Considerando que el acceso al agua potable es un derecho humano declarado por Naciones Unidas, es esperable que los funcionarios públicos rápidamente resolvieran el problema. Sin embargo, no fue así: enviaron un camión perforador viejo que se rompió y argumentaron que no tenían plata para arreglarlo. Recurrieron, entonces, a Pan American para que provea al pueblo de agua, pero éste se negó a recibirla porque no están dispuestos a vender su dignidad.

        La solución llegó de la mano de la solidaridad: a través de una colecta se consiguió el dinero y ya se encontró el lugar para extraer agua.

        Yala Laubat siempre estuvo en contra de la megaminería, por eso sus pobladores estiman que los quisieron castigar.

        “La crisis hídrica fue reconocida por los organismos del Estado. Por esto es más terrible la ley de zonificación minera”.

        Del río Chubut vive más del 50% de la población; tiene un caudal muy pequeño que, según estudios del Conicet, irá disminuyendo.

        Hace 10 años, en la meseta se descubrió un acuífero que será el reemplazo del río Chubut cuando su caudal ya sea exiguo. ¿Qué pensaba hacer la clase dirigente? Entregarle el acuífero a Pan American para su saqueo megaminero. En esto se basaban para decir que el río Chubut no sería comprometido. ¿No tendrían que reservar el agua subterránea para el futuro? Además, no se conoce la relación entre el río Chubut y el acuífero -están muy cercanos- por lo tanto, no se puede asegurar que las aguas del río no se verán afectadas por el proceso megaminero.

        Aparentemente, la clase dirigente no advierte (¿o algo hace que la nieguen?) la vulnerabilidad hídrica de la provincia, pero las asambleas ambientalistas entienden que “lo ambiental y lo social no están separados y como el tema del despojo al pueblo está muy instalado, a la hora de salir a defender el territorio, toda la ciudadanía está presente”.

        El argumento de que la meseta se va despoblando y de que la megaminería sería la única industria rentable, es mentira. La ganadería siempre fue rentable, por eso los grupos agroeconómicos expulsan a los pequeños productores, generando grandes concentraciones de tierra. Ser un expulsado no es equivalente a una persona que se quiere ir de su territorio. En Chubut se busca imponer el mismo modelo de la pampa húmeda: expulsión de pobladores ancestrales, concentración de la tierra en pocas manos e implantación de economías extractivistas que destruyen el ambiente, enferman a las personas y dejan un pasivo ambiental que, sin dudas, nos convertirá en un país de miserables y enfermos que entregó su patrimonio natural a un puñadito de multimillonarios que están construyendo una nave para escaparse cuando todos los hambrientos del mundo digan basta.

        Todos los hombres y mujeres que marcharon y expusieron sus vidas en defensa del patrimonio natural, saben que el agua es más valiosa que los minerales y que la zonificación es sinónimo de saqueo.

        ¡Al gran pueblo chubutense, salud!

Por Mónica Carinchi

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