Saldungaray, un pueblo histórico

Levantado en un valle enmarcado por sierras de La Ventana y Pillahuincó. Además de las obras del arquitecto Salamone y el Fortín Pavón, existen varios circuitos turísticos dentro del pueblo que se complementan con la visita a las otras localidades cercanas. Ferias típicas, artesanías regionales, bodegas y paisajes apacibles.

        Quienes llegan a Saldungaray desde la ruta nacional 3, empalmando con la provincial 51 desembocarán en la oficina de Turismo, en Avenida Corrales y Pavón Norte. Allí recibirán información no sólo de este pueblo, sino de todo lo que se puede hacer en la Comarca de Sierra de la Ventana, que reúne 8 localidades.

        “La comarca ofrece un abanico de posibilidades muy amplio. Se pueden pasar varios días, disfrutando distintos paisajes”, dice Delia Gómez, informante turística que desde hace 16 años recibe con cordialidad a los visitantes.

        Saldungaray tiene varios circuitos y Delia aclara que “todos son autoguiados, excepto Fortín Pavón y la Bodega Saldungaray”.

        Además del Fortín Pavón (ver en el número de abril https://actualidadtigresanfernando.com/?s=Fortin+pavon+) la obra del arquitecto ítalo-argentino Francisco Salamone, es el otro gran atractivo del pueblo. Salamone realizó obra pública de características especiales, en el siglo 20, en varios pueblos bonaerenses (Tornquits, Coronel Pringles, Laprida, Carué). Actualmente es muy apreciada en todo el mundo, por lo cual Saldungaray recibe turismo internacional.

        “Aquí tenemos el portal del cementerio que es una estructura futurista y ya representa a Saldungaray. También hizo la delegación municipal, la plaza, el mercado y el matadero”. Para tener más información sobre el famoso arquitecto, antes de iniciar el circuito se puede ver un audiovisual en el centro de interpretación, dirigido por la Asociación de Turismo Comunitario. Esta actividad es libre y gratuita.

        Otro circuito muy convocante es el productivo: a 4 kilómetros hay una fábrica de quesos que atiende todos los días, “si bien no hacen visitas guiadas, se pueden recorrer las instalaciones”. El otro punto es la bodega Saldungaray que “de jueves a domingo realiza visitas guiadas y en vacaciones de invierno y verano atiende todos los días”. Por último, el viejo mercado, donde se especializan en panificación artesanal.

        Este pueblo de 1300 habitantes tiene 3 fiestas importantes: la Vendimia, en marzo; la fiesta patronal, el 15 de agosto; y el aniversario del pueblo (29/08), con desfile cívico-militar y banda de música.

        Una ruta de variadas tonalidades une Saldungaray a Tornquist, distante 60 kilómetros. “Aún viviendo aquí, uno no se cansa de recorrer esta ruta, de bello paisaje serrano”, acota Delia. Los lugares cubren el recorrido en 45 minutos, pero el visitante tiene muchas razones para ir deteniéndose. La primera parada es Sierra de la Ventana, “pero allí no está el famoso cerro”, advierte Delia. Muchos hacen el recorrido (8 kilómetros) a pie o en bici, un esfuerzo premiado con chocolates, helados o café, disfrutado en coquetas confiterías.

        El otro pueblo que debe ser visitado es Villa Ventana, donde se realiza la Fiesta de las Golondrinas en enero, con puestos gastronómicos y de artesanías, música, espectáculos, safari fotográfico.

        El Parque Provincial Ernesto Tornquist, donde está el Monumento Natural Cerro Ventana, “es decir el cerro con su ventanita”, invita a las caminatas, la observación de aves y el relax.

        Villa Serrana La gruta es un pueblo apacible, rodeado de sierras y bosques, ideal para quienes buscan tranquilidad. Lo mismo ocurre con San Andrés de la Sierra.

        Finalmente se llega a Tornquist, donde nuevamente se puede observar obra de Salamone y visitar el primer olivar de la zona que este año hizo su primera prensada.

        Para los bonaerenses que gustan de las sierras, esta zona ofrece ese atractivo que incluye, algunos años, un poco de nieve. “En invierno hace un poco de frío, pero no tanto”, anticipa la entrevistada para que nadie se achique con la visita en los meses invernales.

        El 18 de mayo de 2010, Saldungaray fue declarado pueblo turístico y “en esa ocasión la bodega Saldungaray descorchó el primer vino espumante de la provincia de Buenos Aires”. Una razón más para visitar la zona.

Por Mónica Carinchi

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