Dos chicas siempre “en guardia”

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Sin jugadas preestablecidas, ingresan a la pedana para ganar. Desde hace 6 años, Morena Saliva Morillo y Guadalupe Gaiero practican esgrima. Ya se han iniciado en la etapa competitiva, representaron a la Argentina el año pasado por primera vez y lo harán nuevamente en el Sudamericano que se realizará en Chile.

 

Cuando la pólvora fue desplazando a las armas de filo, la esgrima se fue transformando en una actividad deportiva. Se mantuvo relacionada con la caballerosidad y la elegancia y, probablemente, la mayoría de las personas, en la actualidad, sólo ven esta danza de espadas a través del cine.

Así pasó con Morena Saliva Morillo (16) y Guadalupe Gaiero (14), dos vecinas de Tigre, que, después de ver Juego de Gemelas, empezaron a buscar un lugar para practicar esgrima. “Nos gustó la habilidad que tenían las chicas, además nos pareció un deporte extraño. Empezamos como una curiosidad y nos terminamos enganchando”, contó Morena, que ya hace 6 años que inició el camino de este deporte junto a su prima Guadalupe.

Las chicas practican florete, un arma blanca ligera y flexible que pesa unos 500 gramos y tiene su punta roma.

 

Pensar todo el tiempo

La esgrima exige coordinación de manos y pies, reflejos, rapidez mental, concentración.

“Este deporte no tiene jugadas preestablecidas, no es mecánico. Nunca se sabe qué va a hacer la otra persona, hay que estar pensando todo el tiempo cómo hacer que el otro haga lo que uno quiere”, señaló Morena.

Por su parte, Guadalupe agregó: “Para concentrarnos mejor antes de cada asalto buscamos un lugar silencioso, apartado. A las exigencias hay que agregar alta autoestima, porque uno no puede entrar a la pedana pensando que va a perder. Hay que ir para tocar y no ser tocado. Antes era un duelo a todo o nada, entonces se puede pensar ‘elimino o me eliminan’”.

Efectivamente, cada vez que se ingresa a la pedana, a la voz de “en guardia”, cada uno de los contrincantes busca tocar al otro, “con el florete, sólo se toca el torso”, claro que, en la actualidad, sólo para juntar puntos.

Con cada toque, se prende una luz en la máquina que se usa para sumar los puntos, cuyo máximo es 5. “Tenemos una chaqueta eléctrica que permite que se prendan las luces. Todo el equipo se verifica antes del torneo”.

Una de las peculiaridades de este deporte es que tiene una lengua oficial: francés, que se usa en las competencias internacionales.

Esas expresiones las escucharon el año pasado cuando participaron del Campeonato Sudamericano que se desarrolló en Uruguay. “Por ser el primero, nos fue bien, porque la mayoría de las chicas tenía muchos sellitos en la chaqueta”, contó Guadalupe. ¡Otra rareza! Por cada participación internacional, se sella la chaqueta. Esperamos que nuestras representantes logren muchos sellos.

Ahora, justamente, se están preparando para el próximo Sudamericano que será en Chile. Por supuesto, las chicas apuntan bien alto: “Yo estaría contenta de llegar a las olimpíadas, por lo menos la primera vez; después, en la segunda, vamos a ganar!”, dijo Guadalupe.

Para esto tienen un entrenador, Guillermo Saucedo, que les da “una seguridad muy importante. Además, el entrenador de nuestra representante olímpica de este año, María Belén Pérez Mauricio, es el hijo de nuestro profesor”.

Para llegar a las olimpíadas, cada vez entrenan más y están pendientes de estar “cada día mejor en el deporte”. Además, con 6 años constantes de entrenamiento, la mamá de Morena señaló que “ha logrado mayor concentración, tiene mejores reflejos y puede anticiparse a lo que el otro pueda hacer. Esto también se nota en la escuela. Está más segura en muchos aspectos”.

Por último, Guadalupe enfatizó que recomienda hacer esgrima porque “enseña mucha educación, no se puede gritar, hay que saludar, respetar al árbitro”. Sin lugar a dudas, nosotros también lo recomendamos.

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