A fines de marzo, Panamericano de squash en El Salvador. Los multipremiados Valentina Portieri y Francisco Paita representarán a la Argentina una vez más. Con un entrenamiento que no paró durante la pandemia, pero con muy pocos torneos jugados, partirán a fines de marzo al país centroamericano.

        Algunos adolescentes son muy inquietos, por lo cual practicar un deporte es una opción ideal para ellos. Y hay otros que, además de inquietos, son curiosos y éste es el caso de Valentina Portieri y Francisco Paita, que viendo una cancha de squash en su club -TBC- un día dijeron “¿probamos?”.

        “Elegí el squash porque me parece mucho más desestructurado que el remo. Se puede entrenar de distintas maneras y el juego es muy divertido”, confesó Valentina. Y por suerte lo hizo porque es una campeona: Nacionales, Sudamericanos, Panamericanos la tienen siempre como estrella. Del único torneo que pudo jugar en 2020 -dada la pandemia- volvió subcampeona; fue en Quito, el Sudamericano Juvenil, donde todos dicen que jugó el mejor partido del torneo contra la colombiana Lucía Bautista. Por su parte, Francisco Paita ganó medalla de oro en categoría Sub 17. Y en la categoría doble mixto, que siempre juegan juntos, ganaron un bronce.

        Muy poco tiempo antes, Francisco había competido en el Squash British Open, el torneo más importante del mundo a nivel junior, quedando número 25; y una semana antes de entrar en aislamiento obligatorio, jugó el Metropolitano y salió campeón.

        En el año pandémico siguieron entrenando, por separado. Si bien a veces no tenían tantas ganas, “salía la disciplina” y cumplían el doble turno, como siempre: por la mañana, técnica, y por la tarde, pesas y 8 kilómetros de trote.

        El squash es un deporte explosivo, de alta exigencia y como los partidos son duros, “el entrenamiento también tiene que serlo”, señaló Francisco. Lógicamente, cada encuentro está precedido por un precalentamiento intenso, no sólo para evitar lesiones, sino también “para entrar a la cancha con ritmo de partido”.

        Volver al ritmo de torneos, cuesta, “sobre todo por el cansancio mental”, aclaró Francisco, quien, en diciembre pasado, debió participar de un clasificatorio: “Fue volver a competir y además tener que ganar el puesto para estar en la Selección”.

        Obviamente lo logró y ahora representará al país en El Salvador, a donde partirá junto con Valentina Portieri para participar del Panamericano, a fines de marzo. Con seguridad, en abril, tendremos nuevas medallas ganadas por Vale y Fran.

Por Mónica Carinchi