Tigre ganó bien pero sufrió
A Victoria llegaba Colón, con los pergaminos de ser el mejor equipo en calidad de visitante, los santafesinos venían con un invicto de siete partidos. El Matador necesitaba imperiosamente de un triunfo, y lo fue a buscar desde el principio. A los tres minutos Ramiro Leone se perdió un gol increíble, luego de un centro de Gastón Díaz, cabeceó solo y el balón se fue al lado del palo del arquero Pozo.
La visita respondió con un remate de Pablo Lima que devolvió el travesaño. Esa fue la única llegada clara de Colón en la primera etapa.
Tigre era superior, manejaba el balón al compás de cachete Morales y sólo faltaba cristalizar en el arco las varias oportunidades de gol que creó.
A la de Leone, habrá que sumarle la media vuelta de Luna que Pozo desvió al córner, el remate de Castaño que nuevamente el arquero santafesino con mucho esfuerzo evitó lo que era la caída de su arco.
Por fin Tigre pudo sacar provecho de una pelota parada, de un tiro de esquina ejecutado por Gastón Díaz, llegó el gol de Carlos Luna.
En el primer palo cabeceó Morales, la pelota fue otra vez cabeceada por Maggiolo y en el último impacto Luna, de palomita, decretó el delirio de los hinchas del Matador.
En la primera etapa, el Matador fue netamente superior a Colón y debió irse al vestuario con una diferencia mayor.
En el complemento, los dirigidos por el vasco Arruabarrena estiraron la diferencia con un gol de Javier Carrasco (cada vez que entra convierte, lleva tres tantos en el torneo entrando en el segundo tiempo), parecía partido liquidado, Tigre ganaba 2 a 0, y Colón no tenía reacción. Pero una seria distracción de toda la defensa del Matador, permitió que Colón achicara la diferencia.
El tiro de esquina ejecutado por Pablo Lima, fue cabeceado en el primer palo por Bastía, en el segundo, libre de marca, Iván Moreno y Fabianesi tocó el balón para poner el 2 a 1.
El murmullo se apoderó de los hinchas de Tigre, quienes veían con preocupación a su equipo que no podía mantener la diferencia, se replegaba en el campo de juego y esperaba que el silbato de Mariano González, decretara el final y el ansiado triunfo del Matador.
Cuando esto aconteció, explotó el Dellagiovanna, Blengio alzó los brazos como tributo a los hinchas que bancaron al plantel en los malos momentos. Otra postal fue la del chino Luna, que se arrodilló en el campo de juego para sacarse la mufa de los cinco partidos sin ganar y de su último gol que fue ante Argentinos Jrs.
Ojalá que este sea el camino de la recuperación, de un Tigre que hoy se encuentra en descenso directo, con un promedio de 1.144.
Comentarios
Sin comentarios