La multinacional Bimbo está decidida a cerrar la planta de San Fernando. El 9 de mayo pasado, el depósito de la planta de San Fernando de la panificadora Bimbo se incendió. Los trabajadores sostienen que más del 60% de la planta tiene las condiciones para seguir produciendo. La empresa decidió cerrar, dejando en la calle a 300 trabajadores, declarados, al inicio de la pandemia, esenciales.
Cuando en la madrugada del 10 de mayo pasado los obreros de la panificadora Bimbo se estaban preparando para ir a la planta de San Fernando, no sabían que ése era su primer día de despedidos.
Los noticieros se esforzaron en mostrar imágenes que dieran cuenta de una fábrica tomada por un incendio voraz, pero Javier Roces – delegado de Bimbo San Fernando – aclaró: “El incendio fue parcial. Se quemó el depósito y una parte de las líneas de producción”. Y agregó que, si el incendio se extendió, fue porque “no estaban en condiciones todas las medidas de prevención y contención de un foco de incendio”. Y siguió especificando información: “La cámara de almacenamiento, donde se supone que arrancó el incendio, estaba abarrotada de mercadería y eso dificultó el trabajo de los bomberos. Una cámara que no debía tener ese nivel de stock, porque había tanta mercadería que bloqueaba la salida de emergencia, o sea que les dificultó a los bomberos la entrada para controlar el foco y si lo hubieran controlado, no se hubiera extendido”.
Mientras que los trabajadores estiman que un 60% de la planta está en condiciones de seguir produciendo, la empresa sacó un comunicado donde se reconocen incapacitados para reconstruir la planta e imposibilitados de reubicar a los 300 trabajadores.
“Si Bimbo no se quiere hacer cargo de la planta, que el gobierno se haga cargo, que la estatice y la ponga a producir y hagamos alimentos para comedores barriales, para escuelas”.
Ésta es la solución que plantean los trabajadores quienes, además, destacaron que desde el principio de la pandemia fueron considerados esenciales. “Con esa etiqueta nos obligaron a trabajar, incluso, en los momentos en que la cuarentena fue más dura. Y ahora, de repente, pasamos a ser descartables”.
Los trabajadores ya han hecho diferentes acciones y, por supuesto, tuvieron audiencias en el Ministerio de Trabajo. Pero la empresa ni siquiera ofrece la reubicación de aquellos que quieren seguir trabajando, pues algunos aceptan la indemnización.
Frente a la decisión de Bimbo, que un año atrás ya declaraba que la venta de los congelados había caído, el delegado insistió: “El grupo Bimbo o ya tenía idea de cerrar la planta o se aprovechó del incendio para decir que la fábrica quedó totalmente destruida y que es inviable reconstruirla. Entonces se quiere llevar la plata del seguro y vender el predio dejando en la calle a 300 familias”.
Trabajo versus lujo
Una duda invade a los despedidos. “El incendio es muy sospechoso, porque es muy raro que estén empecinados en cerrar la planta. Hay un proyecto inmobiliario sobre Uruguay y Acceso Tigre por el cual ya se desmanteló una planta de Molinos Río de la Plata, pegada a Bimbo”, expresó Javier Roces.
Además, en las paradas de los colectivos, se escucha que otra fábrica ubicada cerca de Bimbo está siendo invitada por el Municipio de San Fernando a dejar el lugar.
Efectivamente, la salida de Acceso Norte por Uruguay, hacia el Río de La Plata, parece ser muy codiciada. Este medio ya informó (ver Políticas que consolidan la desigualdad, diciembre/2020) sobre las excepciones votadas por los concejales sanfernandinos para permitir la construcción de un megaemprendimiento de lujo sobre el predio de Molinos Río de la Plata. No sería extraño que haya más proyectos inmobiliarios exclusivos y excluyentes sobre la avenida Uruguay, por lo cual las empresas radicadas en la zona empezarían a levantar sus plantas.
Sin embargo, los productos de Bimbo son de corta vida, por lo cual a la empresa le conviene estar cerca de los consumidores. A esto hay que agregar que hay líneas de producción y cámaras de frío que funcionan y, además, hay un decreto de necesidad y urgencia que prohíbe los despidos y/o suspensiones. Por todo esto, los trabajadores seguirán insistiendo en conservar sus puestos de trabajo.
Por Mónica Carinchi
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