En silencio y soledad, aguardando el fin de la pandemia para recibir nuevamente a socios y vecinos

        A escasos metros de la Av. Libertador y en la esquina de Estrada y Picasso, se encuentra una institución social y deportiva que protagoniza un acontecimiento irrepetible al cumplir su primer siglo de vida.

        Fundada la tarde noche del 20 de junio de 1920, con el entusiasmo y por qué no decir, la linda y fresca locura que pasaba por la cabeza de un grupo de jóvenes del barrio: los Sarlanga, los Marantelli, Zaragoza, Cebey y Fallati… lo cierto es que en un local de la calle Colón 58 – primera sede –, sellaron una nueva historia y le pusieron nombre y apellido a la ya centenaria institución: Club Atlético Unión Tigrense (CAUT).

        Desde su apertura en el 20, hasta que pudo plantar base en la esquina Estrada y Picasso, cuando Estrada era Colón, sus miembros de comisiones directivas trasladaron al CAUT en once oportunidades durante dieciséis años en domicilios sobre las calles Colón y Oliveira Cesar, incluso también por el Restaurante “Las Palmas” (Paseo Victorica 98) de la familia Scotto. En el año 36, mediante el alquiler de una nueva propiedad, la institución se afinca en lo que era la quinta del Dr. Eduardo Tomás Hogg; años más tarde se adquiere el espacioso inmueble donde posa actualmente.

        En el 2013, la comisión directiva de aquel entonces decide rendirles homenaje a quienes a su entender, entregaron mucho tiempo de sus vidas en resguardo de la institución, quienes son y serán los referentes a seguir para el cuidado y custodia a futuro. En ese acto simbólico, se bautiza a cada espacio de sus instalaciones con los nombres de siete notables tigrenses: sus salones “Sarlanga” y “Scotto”, el quincho “Hnos. Zanier”, y sus canchas “Cholo Theaux”, “Mario Castro” y “Lorenzo Estecha”.

        Hoy estamos en épocas de pandemia, de cuarentena, de no saber cuándo los clubes podrán abrir sus puertas nuevamente y si algunos volverán abrirse; por ende, el Club Atlético Unión Tigrense festeja sus 100 años en silencio y soledad, se lo encuentra sano y fuerte con instalaciones sólidas, pero quizás su economía, sí esté temblando, esperamos que no, como ya la padecen muchos de sus pares. Serán tiempos difíciles para todos aquellos que administran los recursos de clubes barriales, centros de jubilados, sociedades de fomento, clubes de remo… vendrán situaciones amargas a descubrir, por tal motivo, llega el momento en que habrá que ponerles mucho corazón, garra, nuevas propuestas e ideas, para que no desaparezcan luego de tantos esfuerzos de vecinos tigrenses. Por lo pronto, feliz centenario Club Atlético Unión Tigrense!!!