La preocupación son los jóvenes

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Centro Educacional Talita Kum. Está en un sector de Pacheco donde las casas de clase media comparten el espacio con una barriada muy  popular. Ofrece actividades para niños pequeños, madres y también adolescentes.

 

En la zona conocida como el bajo de Pacheco se encuentra el Centro Comunitario Jesús de la Buena Esperanza, perteneciente a la parroquia Purísima Concepción, de Pacheco. Dentro del mismo funciona Talita Kum, un centro educativo que reúne a 50 chicos.

“Talita Kum es una expresión que aparece en un texto del Evangelio donde se relata que hay una niña muerta y Jesús la levanta y le dice ‘talita kum’ que significa ‘niña, levántate’. Como esto surgió después del 2001, época tan complicada, esa frase era una invitación a levantarse”, explicó Gabriela Poletti, coordinadora de la institución.

 

Apoyar pedagógicamente

Como en la mayoría de los apoyos escolares – aunque, según su coordinadora, Talita Kum excede esa denominación – los chicos van a contraturno. “Cada turno tiene su maestra con su ayudante, también hay voluntarios que son personas de la parroquia muy comprometidas. Aquí los chicos hacen la tarea escolar y además tienen taller de cocina, juegos, plástica y valores, biblioteca”.

El edificio fue construido especialmente para el Centro y está muy cuidado, por lo cual sólo proyectan hacerle arreglos en el patio, pues quieren equiparlo deportivamente porque “los chicos no tienen espacio en sus casas, entonces aquí queremos darles lugar para que puedan jugar”, explicó Gabriela.

En el centro también funciona el plan Fines, talleres para madres y un emprendimiento con jóvenes al que buscan fortalecer pedagógicamente, porque “les cuesta mucho mantenerse en el secundario”. Actualmente el servicio que les prestan es de 2 veces por semana y buscan cubrir los 5 días para que “sea un lugar significativo para ellos. Queremos ayudarlos para que les vaya bien en la escuela, que piensen que ellos también pueden hacer un terciario o ir a la universidad”.

 

Ocultos en los pasillos

Para llegar a Talita Kum (Catamarca 357, Pacheco), se avanza por calles que no despiertan inquietud al visitante, pues “según  por donde se entre, el barrio tiene distintas fisonomías”, aseguró Gabriela, que conoce muy buen el lugar. “Hay una zona muy buena de quintas y también casas muy populares. A la vuelta hay un pasillo donde vive muchísima gente hacinada. Uno se da cuenta cuando ve muchos medidores de luz. Por aquí pasa el tren que va a Zárate, en la calle que costea la vía también hay minipasillos. Toda es gente de muchísimos años aquí, son personas trabajadoras, muy buenas”.

Si bien actualmente la población está mejor porque “hay más trabajo y la asignación universal por hijo y las cooperativas, que son derechos adquiridos, hacen que la vida de la gente haya mejorado, hay familias muy numerosas, por lo cual no hay trabajo que resista”, explicó Gabriela, quien, además, remarcó que el problema fundamental es “habitacional, porque la gente puede tener más plata en el bolsillo, pero igualmente viven hacinados, sin cloacas, entonces baja la calidad de vida, aunque tengan más posibilidad de consumo”. O sea que el gran tema es la posesión de la  tierra.

En cuanto a los típicos problemas de la sociedad actual, Gabriela comentó: “Se vive aquí el estilo de vida que se impuso en los últimos tiempos y no sé cómo se frena esto. Sabemos que algunos papás consumen, pero no podría afirmar que sea un barrio más complicado que otros. Hay también madres muy jóvenes. Pero creo que en las salas de salud están haciendo un buen trabajo. Hoy existen muchos recursos públicos, tanto municipales como provinciales y nacionales. Estamos en una época próspera en cuanto a funcionamiento de instituciones. Los que estamos trabajando en barrios desde hace años, hemos visto desastres, ahora está presente el Estado y, a mi entender, es un rol regulador necesario, alguien suple cuando la familia no puede”.

Para finalizar, Gabriela reiteró lo que se advierte como su preocupación: “Estamos en plan de agrandar el servicio para los jóvenes. Aquí vienen pocos y, seguramente, son los más contenidos. Es probable que haya problemas que nosotros no llegamos a captar”.

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