Se aprobó el Plan de Manejo del Delta

El Honorable Concejo Deliberante de Tigre aprobó el Plan de Manejo del Delta con el fin de trazar los lineamientos para el ordenamiento territorial de la Primera Sección de Islas en el marco del desarrollo sustentable. Como puntos centrales se declaró la Insularidad, es decir, no se permitirán puentes ni la circulación de vehículos; la Transparencia Hidráulica por la cual no se admitirán obras de rellenos, movimiento de suelos, endicados y otros que puedan alterar el régimen hidráulico; la Inundabilidad, que no permitirá la obstaculización de la entrada y salida de las aguas de mareas y crecidas, y la Biodiversidad para la protección de la flora y fauna isleñas. Esto significa que estará prohibida la construcción de emprendimientos urbanísticos cerrados. Las Ordenanzas de Plan de Manejo y de Normativa de Ordenamiento Territorial no sólo coronan el bienvenido cambio de la posición municipal a partir del rechazo de Colony Park en julio de 2011, sino que también son el fruto de la lucha de numerosas organizaciones y pobladores isleños que desde hace décadas vienen trabajando incansablemente por la preservación del Delta. Es la primera vez que se reconoce oficialmente el valor estratégico del humedal para el Partido de Tigre y toda la región. Polémica por la Ordenanza que prevé la regulación de las construcciones. Todavía resta la elaboración de 13 programas y 38 proyectos, la modificación del Código de Faltas, Fiscal y Tributario y la aprobación de tres Ordenanzas más.

 

De dónde se parte

        El Plan de Manejo parte de un diagnóstico que considera el aumento notorio de la actividad antrópica en las Islas, dado por la existencia de mejores accesos y por el crecimiento del parque automotor y náutico que promueve mayores flujos de visitantes con destino a la Estación Fluvial y a las guarderías. También se señala el crecimiento de nuevas demandas de comodidades residenciales y de servicios en las Islas. Como punto central se señala que todo este proceso se ha desarrollado sin un marco regulatorio apropiado para el sector, lo que “ha llevado a un crecimiento desordenado, que pone en peligro la sustentabilidad del ecosistema”.

        Por otro lado, en el diagnóstico se señala la ausencia de un marco normativo especial para el Delta haciendo responsable al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires por no responder a lo dispuesto por el Art. 59 del Decreto-Ley 8.912/77 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo. Otro dato que se ha considerado es el de la existencia de más de 800.000 m2 de construcciones privadas sin declarar en la Primera Sección de Islas.

 

Proceso de elaboración

        En abril de 2010, el Municipio de Tigre firmó un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional, Regional Gral. Pacheco con el fin de desarrollar los trabajos necesarios para implementar la puesta en vigencia del “Plan de Manejo del Delta de Tigre. El equipo de planificación elaboró un diagnóstico de la situación urbano-ambiental de las Islas de la Localidad Delta de Tigre. En el mes de abril del 2011 se presentaron los lineamientos preliminares del Plan de Manejo de Islas del Delta de Tigre, que avanzaba en la proposición de pautas mínimas para preservar el Delta, y el 13 de mayo de 2011, el HCD aprobó la ordenanza 3178/11 que estableció un “Régimen de Protección Cautelar Ambiental en la Localidad Delta de Tigre”.

        Finalmente, el 10 de julio de 2012, el HCD conformó la “Comisión Especial Redactora de la Normativa del Plan de Manejo Ambiental para la Primera Sección de Islas”, integrada por nueve concejales representativos de todos los bloque políticos. Luego de meses de trabajo y con el asesoramiento de la Fundación Metropolitana y de conocidos académicos de la temática de humedales se elaboraron los anexos de las tres normativas que se acaban de aprobar.

 

El Plan de Manejo: objetivos, principios rectores y estrategias

        El Plan de Manejo para el Delta se propone el objetivo de trazar los criterios y estrategias centrales del ordenamiento ambiental del sector insular con el fin de equilibrar el proceso de ocupación con la preservación de los procesos naturales que se desarrollan en dicho territorio. En este sentido, el Plan hace foco en el adecuado manejo del sistema de humedales y sus servicios ecosistémicos destacando su importancia para asegurar la calidad de las aguas, su función determinante de la estructura geomorfológica del suelo isleño, su incuestionable determinación del paisaje y su incidencia en la conformación de la biodiversidad.

        Asimismo, el Plan de Manejo procura proteger y promover las actividades que tiendan al desarrollo sustentable del área adecuando las actividades turísticas y recreativas con la protección ambiental del ecosistema, y tender a la ocupación del territorio a partir del reconocimiento de su cultura local, y en función de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y visitantes.

        Los principios rectores del Plan son: Insularidad y Accesibilidad, por el cual no se permitirá “la construcción de infraestructura de vinculación vehicular para la circulación de automotores de cualquier tipo y porte, que unan el continente y las diferentes islas o a éstas entre sí”; solamente se admitirán puentes para uso peatonal sobre cursos de agua menores y no se admitirá la circulación de vehículos automotores con excepción de los utilizados a actividades productivas tradicionales, al mantenimiento de las infraestructuras o a la atención de emergencias.

        En cuanto a “Transparencia Hidráulica”: “no se admitirán alteraciones del perfil natural de las islas, ya sea mediante rellenos, movimiento de suelos, endicados, alteos, canalizaciones, generación de lagunas, marinas, espejos de agua, u otras, que alteren su régimen hidráulico y/o impacten negativamente sobre las funciones propias del humedal”, a fin de asegurar la libre circulación de las aguas entre los centros de isla y los cursos de agua circundantes, y entre éstos entre sí en condiciones de mareas ordinarias y extraordinarias.

        Otro de los principios rectores es la Inundabilidad: se buscará preservar los centros de las isla, facilitando su función de retención, filtrado y depuración de las aguas, para lo cual, no se permitirá la obstaculización del acceso y salida de las aguas de mareas y crecidas, facilitando el libre escurrimiento. Tampoco se permitirá que se obstaculicen las vías normales de drenaje o escurrimiento superficial de los centros de isla o desde otros cuerpos de agua y estará prohibida la desecación parcial o total de los centros de isla así como su antropización con construcciones o actividades productivas. Por último, en relación a la Biodiversidad, “se priorizará la protección y generación de condiciones propicias para mantener la biodiversidad de flora y fauna insulares, en todas sus manifestaciones incluida la acuática”.

        Las tres estrategias que sustentan el Plan de Manejo son la Protección del Humedal, el Fortalecimiento de la identidad isleña y la gestión de un desarrollo sustentable. En el primer punto se buscará realizar el manejo de la tierra, el agua y los recursos vivos que lo componen. Para ello se dictará un Plan de Gestión Ambiental, se recuperarán áreas naturales, se vigilará el desmonte indiscriminado así como el movimiento de suelos y se pondrá en marcha un observatorio de biodiversidad, entre otras cosas.

        En la estrategia de Fortalecimiento de la identidad isleña se protegerá el patrimonio natural y cultural de las Islas evitando la pérdida de su calidad paisajística y la destrucción de inmuebles de valor patrimonial así como favorecer el arraigo, la inclusión y la integración de la población actual.

        Por último, en la estrategia de Gestión del Desarrollo Sustentable se persigue el objetivo de adaptar la antropización a las condiciones ambientales de las Islas a través del respeto de la condición de inundabilidad, transparencia hidráulica, la no ocupación de los centros de isla y de las áreas de mayor fragilidad ambiental, proteger la vida humana mediante la adopción de cotas de habitabilidad por sobre los niveles de las máximas crecientes y mediante sistemas constructivos adecuados a la inundación e impedir la alteración del natural escurrimiento de las aguas.

 

Ordenamiento Territorial

        Esta normativa, que se integrará al Código de Zonificación de Tigre, divide el territorio insular en distintas zonas estableciendo diferentes disposiciones para cada una sobre “el uso del suelo, los volúmenes edificables, su accesibilidad, el espacio público y todos aquellos aspectos que tengan relación con el ordenamiento territorial, ambiental, urbano”. Estas zonas, que quedan específicamente delimitadas, son: Zona Delta Residencial Consolidado, Zona Delta Residencial de Expansión, Zona Delta Residencial de Amortiguación, Zona Delta Corredor Fluvial Paraná de Las Palmas, Zona Delta Corredor Fluvial Río Luján, Distritos de Reconversión, Distritos de Reserva Natural y Zona Delta Protección.

 

Polémica por la normativa sobre construcciones en el Delta

        La Normativa de Construcciones “establece normas técnicas para su aplicación en los distintos tipos de construcción; desde la ejecución de obra nueva, a obras de ampliación, modificación, reforma o rehabilitación, construcciones particularizadas y normalización de las existentes” con el fin de conciliar la protección de las Islas y reencauzar la antropización tradicional.

        La normativa establece los trámites a realizar, el uso de determinados materiales de construcción (hasta un 60% de madera dura o semidura) y un seguimiento técnico permanente de todos los proyectos de obra que se soliciten. Incluso luego de finalizada la obra se pedirá un Informe de Verificación Técnica por un profesional idóneo con una periodicidad a determinar. La pregunta que surge inmediatamente es quién estará al alcance de construir una casa en la Islas considerando los costos económicos que implicará no sólo el uso de madera dura o semidura sino los gastos de honorarios profesionales que supera ampliamente a los exigidos en continente. Asimismo en la documentación para presentar la solicitud de factibilidad de obra no se realiza una discriminación entre emprendimientos comerciales y viviendas unifamiliares cuando la finalidad, el impacto ambiental y la inversión económica de unos y otros son completamente diferentes.

        También se solicitará la regularización dominial a los actuales pobladores. Si bien la necesidad de impulsar la regularización dominial y de las construcciones es indiscutible, el problema de fondo es cómo se va a operar esta regularización y qué mecanismos institucionales se habilitarán para que todos los isleños puedan acceder a la misma. Hay que tomar en cuenta que en el Delta la ausencia del Estado es histórica en todos sus niveles – este es uno de los fundamentos del Plan de Manejo – lo cual se ha traducido en el limitado alcance de las políticas públicas. Sin ir más lejos, la Ley 10.830 de Escrituración Social de la Provincia de Buenos Aires sólo se implementa en continente, y no en Delta, salvo en casos muy excepcionales. Es decir, se quiere impulsar la regularización dominial pero no se habilitan los recursos formales existentes para que los sectores de menor poder adquisitivo puedan acceder. Esta misma situación de anomia también ha sido aprovechada por actores poderosos e influyentes para hacer grandes negocios alrededor de la tierra.

        En síntesis, la normativa plantea muchas preguntas, deja grandes vacíos y presenta contradicciones que alimentan la posibilidad de la discrecionalidad a la hora de su aplicación. Surge la impresión de que fue redactada por técnicos bien intencionados pero ignorantes de las condiciones del hábitat isleño y que intentaron trasladar parámetros urbanísticos a un humedal, el que en buena hora se busca proteger con las otras dos ordenanzas del Plan de Manejo. ¿Quién protegerá a los pobladores de menores recursos de una norma cuasi represiva?

 

El Intendente Sergio Massa realizó la presentación del Plan de Manejo del Delta

        El 19 de marzo, en el HCD, el Intendente de Tigre se refirió al olvido existente y a la falta de normativas para el Delta: “Nunca se vio como parte viva de ninguna jurisdicción y eso lo demuestran 50 años sin catastro, 37 años sin normativas y más de 23 años sin dragado” y agregó: “nuestra responsabilidad desde el municipio es tratar de resolver los problemas que a futuro podían perjudicar al Delta. Por eso, es importante establecer reglas y marcar parámetros, porque además de la necesidad de la construcción isleña, también hay que poner un límite a aquellos que en nombre del progreso buscan ganar llevándose todo por delante”. “Así, el Municipio hace punta en planificación y desarrollo, al dictar normas específicas para un territorio tan diverso y frágil como el Delta de Tigre, único en el mundo. Se pretende proteger el humedal del Delta para conservar la identidad insular y permitir la urbanización en el marco del desarrollo sustentable”.

        Massa se dirigió a la población isleña diciendo: “Este plan viene a marcar un antes y un después, ya que esta tercera ordenanza es mano tendida del municipio para que los isleños sean los sensores y tengan la posibilidad de sentirse protegidos, acompañados y cuidados. Además, tenemos la obligación de ocuparnos porque el Delta es nuestro, es Tigre. Cuando uno habla de Tigre en cualquier rincón de Argentina o del mundo, la primera imagen que aparece es la del Delta. No se trata de ver qué pueden hacer los demás por nosotros, sino lo que podemos hacer nosotros por nosotros mismos”.

 

“La normativa de construcciones tiene un claro fin recaudatorio, con requerimientos de difícil cumplimiento para la población isleña”

        El concejal Luis Cancelo del Frente Amplio Progresista votó en forma negativa la Ordenanza sobre las Normativas de Construcciones. “Empieza (la norma) reconociendo que hay 800 mil metros cuadrados de construcciones no declaradas, en algunos casos, lo plantean como clandestinas. En las Islas no hay una cuestión de clandestinidad, nunca se extendió la norma de continente a las Islas por varias razones” y agrega: “Están planteando que esos vecinos van a tener que incorporar su propiedad, presentar su plano y ahí es donde vemos la finalidad recaudatoria que es la necesidad de hacer caja”.

        Por otro lado, Cancelo señala que la Ordenanza “no discrimina entre particulares y emprendimientos comerciales, que obliga a los habitantes al cumplimiento de requisitos que, en muchos casos, están fuera de su alcance económico, al exigir la intervención de profesionales”. Sobre este punto añade: “no podemos trasladar la ley de continente a la Isla. ¿La habilitación que le vamos a pedir a un comercio de Tigre Centro es la misma que le vamos a pedir al Arroyo Gambado o la Tasa de Construcción con todos los planos que le pedimos a una casa de Nordelta o de cualquier barrio se la vamos a pedir por una prefabricada en la Isla? Nos decían: “no, esto no es así”. “Bueno, especifíquenlo”.

        Por último, el edil sostuvo que “al desalentar la construcción húmeda se va a restringir la posibilidad de trabajar a los albañiles que son nuestros vecinos; que no contemplaba la autoconstrucción, el desarrollo de modalidades sustentables de edificación como el adobe, caña, juncos, maderas blandas, etc. subestimando los saberes tradicionales de aquellos que aprendieron a construir de sus mayores”.

 

Una larga historia de lucha por el Delta: recordemos a quienes forjaron este camino

        Apelando a la memoria de Martín Nunziata, corresponde en ocasión de la aprobación del Plan de Manejo del Delta recordar a aquellos hombres y mujeres ambientalistas y amantes del Delta, como el mismo Martín, que se destacaron en su tarea por proteger el humedal cuando eran tildados de “locos” u “obcecados oponentes” al progreso de la década de los 90, simbolizado en el avance de los barrios cerrados sobre el valle de inundación.

        Desde el ecologista Otto Fenninger, que a fines de los 80 impulsó el primer Parque Ecológico de la Primera Sección de Islas y la Estación Biológica del Delta – años más tarde esas tierras se convirtieron en Colony Park y el Tren de la Costa se transformó en propietario de la Estación Biológica -; Don Carlos Flenner de la Isla Flora (sobre el Río Luján), ambientalista y militante alemán, y un incansable defensor de la biodiversidad y promotor de la organización de los productores isleños – recuerda Nunziata que en 1984 juntos presentaron un Proyecto de Ley en el Congreso de la Nación vinculado a la repoblación y preservación del Delta – y Carlota Sánchez Aizcorbe, creadora de la Fundación ProTigre, ONG pionera en la temática ambiental en el país y desde la cual Carlota logró instalar problemáticas ambientales que hasta ese momento no eran consideradas como la contaminación del Río Reconquista, y entre otras tantas actividades, elaboró un Proyecto de Área Protegida para el Delta que fue acompañado por más de 6000 firmas y que fue presentado en el Municipio de Tigre, en la Provincia de Buenos Aires y en el Congreso Nacional.

        Han dejado su huella también otras organizaciones como “Unión Amigos del Delta”, “AproDelta”, “ProTigre”, “Econeo XXI”. En el 2002 desde “Autoconvocados del Delta”, Martín Nunziata presentó un proyecto de Protección Ambiental denominado “Sitio Ramsar” (denominación internacional para la preservación de los humedales) y en 2006 se forma la “Asamblea Delta y Río de La Plata” con el fin de generar conciencia y difundir el problema de la contaminación del Río Reconquista y la protección del Delta.

        En 2009, la Asamblea elaboró el “Régimen de Protección Socio Ambiental para el Delta de Tigre” que en marzo de 2010 presentó el Concejal Luis Cancelo en el HCD.

        En 2006 surge Colony Park y nuevamente muchos nos horrorizamos ante un emprendimiento urbanístico emplazado en plena zona de avance del Delta y que implicaba un daño ambiental incalculable con la expulsión de los pobladores junqueros. Todo sucedía ante los ojos de las autoridades municipales y provinciales. Como señala Martín: “La caída de Colony Park aceleró lo que venía muy lento, y que finalmente se conoció como “Plan de Manejo para el Delta del Tigre”. En el medio pasaron muchas cosas que prefiero no recordar en aras de un logro que yo considero histórico y aunque suene rimbombante, igual lo expreso: SALVAMOS AL DELTA Y HAY QUE FESTEJAR”.

Deja una respuesta