Todo comienza cuando desde el Centro de Operaciones Tigre, se visualiza que un vehículo se da a la fuga de un Operativo de Alcoholemia, el mismo casi embiste a un Inspector de tránsito que hacía señas para que el automóvil detuviera su marcha.
Los móviles del COT y de Apoyo Comunitario, salen en persecución, donde atraviesan el Camino de los Remeros hacia la Ruta 27, luego retoman por la misma ruta en dirección a Tigre Centro.
Desde la Central de monitoreo se realizaba el seguimiento visual y se alertaba a otros Móviles para poder interceptar al automóvil en cuestión. El vehículo es interceptado por los móviles municipales y del CPC en Santa María y 9 de Julio.
La policía revisa al conductor del vehículo, lo identifican y luego personal de tránsito procede a realizarle el test de alcoholemia. El mismo arroja resultado positivo, por lo que el vehículo queda secuestrado y el conductor es trasladado a la dependencia de jurisdicción por darse a la fuga de un operativo y no detener su marcha como se le indicó.
Es importante destacar el trabajo mancomunado del personal del COT y la policía para evitar consecuencias aún más graves en hechos de estas características.
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