Castración, forma ética de controlar la sobrepoblación animal

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Es necesario un sistema de castración público, de cobertura universal, no interrumpido a lo largo del año. La decepción que se produce en los vecinos y vecinas en relación a la política pública de castración estalló en Troncos de Talar. Obligatoriedad del Estado en el cuidado de la salud pública, incluyendo campañas de castración ajustadas a las necesidades de la comunidad. Es necesario aplicar la vacuna antirrábica, todos los años, a perros y gatos.

        Durante los dos años pandémicos, la energía de los funcionaros municipales estuvo depositada en acompañar a la población, lo cual, desde luego, fue correcto. Pero muchas veces los requerimientos ciudadanos pueden dispararse por ángulos imprevistos, como es el caso de la castración animal.

        Si durante un período se deja de castrar, las colonias de gatos y las jaurías crecen exponencialmente. Esto fue lo que pasó en el período pandémico y los efectos se sienten en el presente.

        La demanda al Centro de Zoonosis Tigre es constante, nunca se llega a cubrir la cantidad de castraciones requeridas, lo que redunda en perjuicios para muchos seres sintientes: animales, vecinos/as, veterinarios, funcionarios. Si una persona está haciendo una cola con su animal que tiene 12 horas de ayuno y un veterinario le dice que no lo castrarán, esa persona estalla.

        ¿Habrá alguna manera de evitar la decepción, la bronca, el estallido? ¿Y la superpoblación de animales?

        El Programa de Equilibrio Poblacional de Perros y Gatos, al cual adhieren muchísimas organizaciones animalistas, es una propuesta económica y que ya es practicada por el Municipio de Almirante Brown. Tiene 6 características, algunas de las cuales (gratuidad, itinerancia, sistematicidad) ya se cumplen en el Municipio de Tigre, sin embargo, no se logra cubrir la demanda real. ¿Qué pasará?

El problema es más arriba

        El turnero es un servicio de turnos on line implementado por Zoonosis para castraciones en sus móviles. Se pone en funcionamiento el primer día hábil del mes y, a las pocas horas, ya no hay turnos para ningún barrio. Indicio de que hacen falta más turnos.

        Por esto y porque muchísimas voluntarias están atentas a la situación, demandando más turnos, el 2 de mayo se inició el servicio de móviles de demanda espontánea, por la tarde, con un cupo limitado. Cuando se informó el servicio, el cupo no fue informado.

        Este servicio se inauguró en Troncos de Talar. Fue un éxito, esperaban al móvil 107 personas. Lamentablemente, sólo se harían 15 castraciones; con protestas se negociaron 5 más. Todos los otros animalitos debieron volver a sus casas, ellos soportaron inútilmente el ayuno y quienes los llevaron perdieron mucho tiempo.

        El operativo se hizo al costado de la delegación, sus empleados ¿no advirtieron que se estaba juntando muchísima gente? ¿No se pudo evitar que los vecinos esperaran inútilmente? ¿Qué solución se dio a los que esperaron y no pudieron castrar a sus animales? En estos aspectos hubo falla.

        “Troncos es una zona estallada. Hay gente desesperada porque ya no pueden manejar las colonias de gatos”, manifestó una voluntaria que remató: “Siempre se dice que la gente es irresponsable, pero cuando la gente muestra responsabilidad, la respuesta no es la correcta”.

        Hay personas solidarias que intentan resolver problemas comunitarios y desde el Municipio deberían colaborar con ellas. Las colonias felinas se tornan muy problemáticas, los gatos son huidizos, muy difíciles de agarrar. ¿Podría el Municipio colaborar? Al menos dando varios turnos a las voluntarias que pasan muchas horas tratando de solucionar el problema. Si van con más de un gato a un móvil, ¿podrán castrarlos sin enojarse con la persona solidaria?

        Se hacen encuestas para conocer el nivel de satisfacción y/o estar al tanto de las necesidades de la población. Si alguien hubiera escuchado a los vecinos que se fueron enojados del móvil de Los Troncos, se habría enterado: se necesitan urgentemente más turnos de castración, Zoonosis debe ampliar su horario extendiéndolo a los sábados porque la gente no puede faltar a su trabajo, se deben castrar más de un animal por persona, se debe ir por las casas aplicando la antirrábica.

        No se pone en duda la calidad profesional de los veterinarios de Zoonosis, pero “más arriba, la están pifiando”.

Enfermedades zoonóticas: responsabilidad del Estado

        Existe sobrepoblación de animales, no sólo en Argentina, sino en toda América Latina, donde la pobreza se impone sobre altos porcentajes de la población. Las políticas públicas deben resolver este problema que puede tener graves consecuencias sobre la salud humana. A saber: 1) Lesiones por accidentes de tránsito causadas por animales sueltos en la vía pública; 2) Mordeduras, sobre todo de menores de edad; 3) Rabia: en 2018, hubo 2 casos de rabia canina en Salta; a fines de 2021, hubo un caso en Canal de San Fernando (“el mismo secretario de salud -Fernando Abramzon- nos contó que fue el director de Zoonosis Tigre quien intervino en este caso”). El Ministerio de Salud de la Nación, en un informe de Alerta Epidemiológica del 31/05/2018 (https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/alerta-reporte-casos-rabia-canina-noroeste-salta.pdf ), reconoce: “La rabia humana presenta una letalidad cercana al 100% y debido a la disponibilidad de medidas eficaces para su prevención, todo caso humano implica una falla del sistema de salud”; 4) Leishmaniasis visceral de origen parasitario, con afección multiorgánica. En las dos últimas décadas se extendió desde Brasil hacia el sur y actualmente afecta al norte y centro de Argentina. Es transmitida por un mosquito que pica a animales infectados y, a su vez, transmite la infección a las personas. Afecta fundamentalmente a niños en estado de desnutrición; 5) Parasitosis intestinal: afecta a más de la mitad de la población infantil del país en estado de vulnerabilidad, sobre todo en las provincias del norte y centro. La materia fecal diseminada en el ambiente es la principal fuente de contaminación del suelo y del agua.

        Además de todo esto que afecta la salud física de las personas, ver animales en estado de sufrimiento perturba la sensibilidad de cualquier hombre o mujer que entienda que todos los animales sufrimos de la misma manera.

        Los veterinarios saben que, de una perra y sus cachorros, al cabo de 7 años pueden nacer 5.432 animales!! Para evitar la superpoblación y también las enfermedades zoonóticas, es imprescindible que el Municipio ponga en funcionamiento una campaña de castración masiva (se debe castrar, como mínimo, el 20% de la población de gatos y perros por año), sistemática (la frecuencia debe estar relacionada con la necesidad de la comunidad), extendida (el servicio debe ser itinerante), temprana (se debe fomentar la cirugía antes del primer celo), abarcativa (todos los animales se deben castrar: jóvenes y adultos, en celo y preñadas, con o sin dueño, mestizos y de raza) gratuita (pagar impuestos nos hace beneficiarios del servicio de castración).

        Lo sucedido en Troncos de Talar demuestra que la población necesita el servicio y acude en masa cuando el Municipio lo presta; las redes sociales demuestran la insatisfacción que se genera cuando no se resuelve una necesidad para la cual el Municipio cuenta con recursos y personal idóneo. En algunos momentos hace falta darle una vuelta de tuerca a un programa para que mejore, seguramente éste es el caso. Un Municipio rico como Tigre no puede defraudar a los ciudadanos/as, sobre todo en un tema de salud pública que, además, tiene un bajísimo costo.

Por Mónica Carinchi

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