¿Por qué no abrían la canilla?

, Sociales

Con la llegada del calor, los vecinos de La Ñata nuevamente sin agua. Después de que los vecinos reclamaran ante las puertas de la planta potabilizadora de Aysa, en Dique Luján, se presentaron empleados de la empresa. Un día después, dos de las calles sin agua tenía solucionado el problema. Durante 2020, Aysa tendió caños, hizo empalmes, puso bocas, pero no abrió la canilla para proveer de agua a la población. Está pendiente tender la red para los barrios Aca y Villa Irsa.

        Con un promedio de 28° de temperatura en el mes de diciembre pasado, vecinos de La Ñata volvieron a tener problemas con la provisión de agua.

        Otro año más, los vecinos que viven en La Beatriz, Isla Verde, El Faro y más adentro, en el barrio Aca y en Villa Irsa, sufren por el vital elemento. Aún quienes viven en el pueblo y también en Dique Luján estuvieron con problemas.

        La historia tiene décadas porque los vecinos más antiguos vienen reclamando a distintas gestiones municipales; incluso un intendente prometió, en 2007, en la casa de una vecina, que ese mismo año tendrían agua y… le va a crecer la nariz.

        Después de múltiples acciones, en septiembre de 2019 lograron un decreto municipal que tuvo en el Concejo Deliberante un año de andanzas burocráticas y luego “estuvieron un año para tender dos mil metros de caño”, contó una vecina. Todos se preguntan por qué tanta burocracia para algo tan urgente, que, además, le evitaría un gasto extra al Municipio, porque “tiene que gastar en gas oil para el camión que nos trae el agua”. Además, los vecinos rezaban para que el conductor no se enfermara, no lloviera, no hubiese barro.

        Con cortadas de ruta, acampes al costado de la ruta, juntadas de firmas, conversaciones con todos los bloques de concejales, decreto aprobado y la mar en coche, llegó diciembre de 2020 y los vecinos no tenían agua. Entonces decidieron reclamar en las puertas de la planta potabilizadora de Aysa que está en Dique Luján. El lunes 4 de enero se presentaron con sus pancartas y al otro día aparecieron empleados de Aysa para hablar con los reclamantes.

        Reuniones con ingenieros, mapas para verificar tendido de la red, explicaciones – que a esta altura se creen a medias – lo importante es que, en un par de días, dos de las calles ya tuvieron agua y la presión volvió al pueblo.

        “Sólo tenían que abrir una canilla. Ahora en Dique y en La Ñata hay presión y en Isla Verde y El Faro hay agua. Pero son sólo dos cuadras, nos van dando limosnas, creo que lo hacen para ver si nos olvidamos del tema”, expresó otra vecina.

        Hay un compromiso de Aysa para llevar el tendido de la red hasta el barrio Aca y Villa Irsa, donde viven muchas familias.

        “Acá hay mucha ineficiencia: los delegados, el Municipio, los concejales, Aysa. Nosotros hace 30 años que vivimos acá, ¿nadie se dio cuenta que hay más de 300 familias sin agua?”.

        La indignación se acrecienta cuando estos vecinos están rodeados por barrios privados que tienen todos los servicios. “Los empleados de Aysa nos explicaron que los administradores de los barrios privados presentan una factibilidad de población y no necesitan ningún decreto. ¿Por qué no lo hace así el Municipio? Aysa no puede saber qué cantidad de gente vive acá, eso lo maneja el Municipio y aquí el reclamo por el agua es antiguo. ¿Por qué no hicieron el pedido a Aysa?”.

        Efectivamente, antes de que la gente vaya a vivir, los barrios privados tienen agua, gas, energía eléctrica, mientras hay barrios conformados desde hace décadas.

        “Ahora tienen que tender las redes en el Aca y en Villa Irsa, es decir que los delegados tienen que informar al Municipio cuántas familias viven para que el Municipio haga el pedido formal a Aysa”, explicaron los vecinos.

        ¿Tenía que pasar esto para que los delegados cumplan con su función? ¿Se capacita a los vecinos que asumen estas funciones? ¿Es necesario que la población se movilice y sea informada de los procedimientos?

        “No puede ser que la gente que vive en el pueblo de La Ñata no tenga presión y tenga que esperar la noche para llenar sus tanques o que, para llenar una pileta, tengan que pagarles a los bomberos. No puede ser que nos pase un caño por la cara y no tengamos agua para tomar mientras que, los que viven en el barrio privado, baldean con agua potable”.

        Ya escuchamos a la Vicepresidenta de la Nación decir que hay funcionarios que no funcionan. Aquí hay un ejemplo.

Por Mónica Carinchi

Deja una respuesta