Bravuconadas vs. realidad

En la antesala del invierno hay muchas dudas sobre la provisión económica de gas. El petróleo y sus derivados siguen moviendo el mundo. Un país productor como Argentina debe asegurar, primeramente, que se cubran todas las necesidades de sus habitantes, luego el excedente se puede exportar. Aparentemente no es el proyecto de los actuales funcionarios nacionales.

Desde hace tiempo se escuchan decires inquietantes, preocupantes e insultantes arrojados desde las más altas funciones del Estado, ya sea nacional como provinciales.

En momentos de crisis, alardear con frases altisonantes y temerarias puede quedar por un instante muy bien, por ejemplo, que un gobernador diga que va a cerrar el grifo del gas/petróleo suena como clarín de guerra, pero a la hora de los papeles termina siendo clarinete de comparsa. Es cierto que los recursos naturales pertenecen a las provincias (a partir de la Constitución de 1994), pero las provincias no los explotan, la explotación está en manos de YPF (empresa del Estado en 51% de sus acciones) o de empresas totalmente privadas (en general, transnacionales); éstas son las dueñas del grifo, de la palanca, de la sartén y del mango también. Consultado sobre el tema el especialista Juan José Carbajales, fue taxativo: “Las provincias detentan el ‘dominio originario’ de los recursos naturales, luego dan la explotación en concesión por 25 años a empresas (públicas o privadas), quienes adquieren el derecho a la disponibilidad / comercialización de los hidrocarburos que extraen. No se puede restringir ese derecho por vía administrativa (sin una causa técnica, de seguridad, etc.)”. O sea que ningún gobernador puede decir “hoy se cierra el grifo porque yo decidí enfrentar al gobierno nacional”. No, es una mentirita pur la galerí o como diría cualquier paisano, es una mentirita de morondanga. Los pingos se ven en la cancha y, por ahora, la cancha demostró que ningún gobernador, sin apoyo sindical-empresarial-popular, puede hacer efectiva semejante decisión.

En cambio, la palanca de la distribución de la guita que es de todas y todos los argentinos sí está en manos de un sujeto decidido (y con el poder administrativo suficiente) a estrangular, no a las provincias, sino a sus pobladores. La coparticipación no es un derroche o un regalo o un dispendio, es la redistribución de parte de la riqueza lograda por todos y todas las argentinas. Es la concentración, en manos del Estado, del dinero que nos pertenece a todos porque pagamos impuestos cuando compramos un caramelo, un litro de leche, un auto, un litro de nafta, un impuesto, un servicio, etc., etc. Todo Estado se financia con impuestos y financiar quiere decir sostener los servicios de salud, educación, seguridad, alimentación para quien lo necesita, vivienda, etc., etc. Si un conciudadano tiene una enfermedad terminal y no tiene ni obra social ni una prepaga para que se haga cargo de todos los gastos, entonces allí debe estar el Estado, porque ese conciudadano paga impuestos y, aunque pague uno solo, paga el IVA, el más injusto de todos los impuestos ya que lo paga por igual quien tiene mucha guita y quien no tiene un mango. Porque debemos aclarar, si un conciudadano recibe un plan social, con ese dinero compra comida y por lo tanto paga IVA, es decir que parte de lo que recibe vuelve al Estado en impuesto IVA.

En relación a los hidrocarburos, una cosa es segura: el presidente está decidido a dejar sin subsidios al 90% de la población argentina, sólo recibirán una migaja un puñadito de conciudadanos que viven en la extrema pobreza, los demás tendrán que pagar facturas que irán, como mínimo, de 30.000 a 40.000 morlacos por cada servicio.

Es decir que la electricidad y el gas se convertirán en un consumo suntuario, porque veamos, si una persona vive sola y gana $400.000 y gasta $40.000 en gas y otro tanto en electricidad, ese gasto se lleva el 20% de su sueldo, ¿cuánto tiempo aguantará? ¿Tendremos que volver a las velas o, más exactamente, a la oscuridad? ¿Ésta es la propuesta de vivir mejor que tienen los libertarios? ¿Cuánta gente se quedó sin servicio eléctrico en época de macri? ¿Cuántos están dispuestos a reiterar ese nefasto acontecimiento?

Se ha propuesto un decálogo/pacto de mayo como un pomposo nuevo pacto social, por lo visto algunos se creen Jean-Jacques Rousseau. En cuanto a los recursos naturales, se les pide a las provincias que avancen en su explotación, pero no se menciona el cuidado del ambiente. ¿Se pretenderá la destrucción absoluta de todos los territorios argentinos? Ya sabemos lo que pasa con la explotación sin controles del Estado (o de los pueblos), las multinacionales se quedan con todas las riquezas y a Latinoamérica le quedan pasivos ambientales imposibles de remediar, es decir que esas zonas quedan muertas. ¿Eso queremos para nuestro país? ¿Qué pasará en Mendoza y Chubut donde la lucha del pueblo consiguió que no se haga minería metalífera a cielo abierto? ¿Irán contra las leyes que protegen la vida? ¿Irán contra el pueblo que está decidido a vivir en un ambiente sano?

¿Qué dice el decálogo en cuanto al abastecimiento interno de gas para los hogares argentinos? Hasta ahora ese abastecimiento era prioritario, por eso el Estado nacional importaba gas natural licuado en el invierno, pero desde la terminación del gasoducto Néstor Kirchner y la gran producción de Vaca Muerte se lograría el abastecimiento de gas para todos los habitantes del país. Sin embargo, este año “hay que seguir importando algunos barcos de GNL”, anticipó el especialista en el tema, Juan José Carbajales. No se sabe si está asegurado el bienestar de los y las argentinas este invierno, porque la manía del ahorro a costa del sacrificio del pueblo está instalada en la casa de gobierno. Además, el decálogo establece apertura indiscriminada de las exportaciones, es decir que todo lo producido en el país se puede exportar. El Estado se retira de todo control/regulación que pueda proteger al pueblo. ¿Qué puede importarles a las transnacionales el bienestar de los argentinos y argentinas? A las empresas sólo les importa acumular más y más divisas y por lo visto el actual presidente está para asegurar esa acumulación, ¡el pueblo que se joda!!!

¿Es posible que Argentina se transforme en potencia mundial en exportación de petróleo? “Nuestro petróleo no es competitivo a nivel internacional, por temas geológicos (comparado con Oriente y Estados Unidos). No pasa por costos locales, los salarios no mueven el amperímetro. Es un tema estructural de la roca. Nunca seremos una potencia mundial como postuló el presidente el viernes (01/03)”, aseguró el especialista consultado. Obviamente, un presidente no puede conocer con exactitud todos los temas, pero su obligación es informarse con los mejores y tener datos precisos. Evidentemente, éste no es el caso. Largar frases altisonantes para un público totalmente desinformado (como él) puede, por un tiempo, lograr aplausitos, pero el tiempo no es de chicle.

El invierno se acerca, muchos y muchas argentinas viven en condiciones paupérrimas, necesitan garrafas subsidiadas por el Estado para no enfermar; sectores de clase media necesitan tarifas subsidiadas porque sus escasos ingresos ya no dan para cubrir todos los gastos de una familia. ¿Qué pasará?

Por Mónica Carinchi

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