Ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional: Reducción máxima

Datos del primer trimestre del año comparados con el mismo período del año pasado, tomados del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Lo único que aumentó es el pago de la deuda externa.

Quien ocupa actualmente el sillón presidencial dice constantemente que no hay plata, sin embargo, el pago de la deuda externa aumentó un 18,5% en el primer trimestre del año, comparándolo con el mismo período del año pasado. En todos los otros rubros, la ejecución presupuestaria ha caído un 32%, hablando siempre de los mismos períodos.

Uno de los sectores más castigados que, además, tiene poca capacidad de presión porque, al menos hasta ahora, los sindicatos no se deciden a representarlos, son los jubilados. ANSES ha tenido un recorte del 29%. Recordemos: sólo en el primer trimestre del presente año.

En relación a la salud, hay programas que están prácticamente paralizados: Acceso a Medicamentos, Insumos y Tecnología Médica; Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual, Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra; Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles. Estos programas exigen un trabajo sostenido en el tiempo, por lo cual su interrupción en el presente, significará situaciones de peligrosidad en el futuro inmediato. También se vio fuertemente afectada la Superintendencia de Servicios de Salud; ANMAT (organismo que fiscaliza y autoriza alimentos y medicamentos); hospitales públicos; el Instituto Nacional del Cáncer y la Agencia Nacional de Discapacidad. En la medida en que esta situación se prolongue, la salud de todos y todas las argentinas está en riesgo.

Respecto a la educación, se ha cancelado el programa de Infraestructura y Equipamiento de escuelas (si se manda a los niños a trabajar a partir de los 8 años, para qué se van a mantener las escuelas, no?); el programa Conectar Igualdad se redujo en 83%; las Universidades Nacionales ya anunciaron que, pobremente, podrán funcionar hasta mitad de este año. Los organismos vinculados a la ciencia e investigación sufrieron un fuerte retroceso y el ejemplo está en que el Ministerio de

Ciencia, Tecnología e Innovación fue degradado a secretaría, con una reducción del 98% de su partida presupuestaria. También redujeron su partida el Servicio Meteorológico Nacional, el Servicio Geológico Minero, la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, el CONICET. En cuanto a la cultura, sufren el ajuste el Instituto Nacional del Teatro, el Fondo Nacional de las Artes, la Biblioteca Nacional, el Teatro Nacional Cervantes. Se pretende cerrar el INCAA y otros horrores más.

Han sufrido fuertes reducciones todos los entes reguladores: de electricidad, gas, represas, agua.

Las fuerzas de seguridad no fueron la excepción: Policía Federal Argentina (-27%), Prefectura Naval (-26%), Gendarmería Nacional (-25%), Armada Argentina (-16%), Ejército (-10%), Fuerza Aérea (-9%).

La obra pública está paralizada.

Todos los organismos del Estado nacional sufrieron recortes y el dinero que se les quitó fue derivado al pago de la deuda externa que parece ser la única obligación con la cual está dispuesto a cumplir el gobierno nacional.

Por Mónica Carinchi

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