Taller de Circo Integral

Desarrollar el trabajo colaborativo haciendo acrobacias. Desde agosto, en el Club Tigre Juniors, Sofía Ricart coordinará un taller de disciplinas circenses para niños de 6 a 12 años. Además de divertirse, estos ejercicios ayudan a mejorar la coordinación, el equilibrio, la concentración, la flexibilidad; aumentan los reflejos y la resistencia a la frustración.

 

Muchas personas recuerdan las carpas circenses que recorrían la provincia de Buenos Aires. Pero esas compañías transhumantes se fueron apagando y, cuando parecía que trapecistas y acróbatas se irían para siempre, surgieron muchos jóvenes que en las calles, las varietés, las plazas alegran la vida de la población.

Ya no es necesario nacer en una familia del circo para hacer pirámides y malabares, ahora hay múltiples escuelas y talleres donde, desde pequeños, se pueden aprender todas las disciplinas circenses. Y justamente para los más pequeños, Sofía Ricart inaugura su Taller de Circo Integral para niños de 6 a 12 años en el Club Tigre Juniors, a partir de agosto. “En este taller, los chicos van a aprender hula hula, malabares, swing, acrobacia, individual y en dúo, y también algo de actuación”, explica Sofi que sabe, porque trabaja con niños desde hace años, que “a los peques les gusta que los miren, hacer payasadas y, en este espacio, está permitido equivocarse, tropezarse, que a uno se le caigan las cosas y reírse. Todo es muy divertido”.

Las clases duran una hora y, después de una entrada en calor, comienza el entrenamiento en las disciplinas circenses.

“El hula hula es lo más fácil, incluso hay muchos chicos que ya saben porque les enseñan en el cole, entonces lo que hacemos, es ir aumentando la dificultad, de la cintura al cuello, a los pies”.

Los malabares pueden ser con pelotas, clavas y para los más chiquitos, con pañuelos que “flotan y tienen tiempo para agarrarlos, queda relindo visualmente”. Desde luego, para que salgan bien, hay que practicar y practicar, por lo cual, para que los niños no se aburran, “se va cambiando la dinámica: parados, sentados, acostados, caminando, más rápido. Así se practica el mismo movimiento en distintas formas”.

Una actividad que gusta muchísimo es la acrobacia: media-luna, roll, caminar con las manos y, cuando se domina esto, pirámides humanas!

Todo este entrenamiento desarrolla la concentración, la paciencia, la constancia, la colaboración y el cuidado del otro, el dominio de las emociones.

Durante vacaciones de invierno, Sofi hará clases para que los niños prueben y las madres y padres se deleiten viéndolos desplegar energía y alegría al compás de la música que, seguramente, les hará recordar sus propias infancias.

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