Agradecimiento

No necesito descargar mis culpas, soy una persona adulta y tomo mis decisiones basándome en mi experiencia personal, para no olvidar jamás, la enorme necesidad de afecto, comprensión, contención y de respeto que deben tener y valorar aquellos que nos rodean para no sentirnos confusos y dolidos.

Digo esto, pues en los últimos días tuve una experiencia traumática, fui agredida verbalmente por una mujer dentro de la casa de Dios, la iglesia. Las personas presentes en ese momento no podían creer ni entendían lo que pasaba, fue algo difícil y doloroso, pues según ésta mujer, dice tener a Jesús en el corazón.

Quiero manifestar mi total agradecimiento a toda la gente queme contuvo y acompañó cuando salimos de la iglesia, animándome y consolándome. Debo además, y a toda la gente conocida, que mi agradecimiento será para siempre, para cada uno que se acercaron a mí, dándome fuerza y esperanza para sobrellevar el mal momento.

Un agradecimiento especial a mi profesora Nora, a todas las chicas compañeras de “Mandala” que en ningún momento dejaron de acompañarme, alentándome y dándome muestras más que evidentes de amor, respeto y silencio en los momentos que yo estaba mal. Deseaba paz y tranquilidad para comprobar que entre todos y en cualquier circunstancia que nos depara la vida, vivamos el amor, el amor a Dios, como el amor a los hermanos y dejar que Dios ponga las cosas en su lugar y dé a cada uno su merecido.

Abuela Luna

Rincón de Milberg

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