Me pregunto ¿cuándo los políticos van a comprender que los propietarios del patrimonio somos los ciudadanos que pagamos los impuestos y que vivimos con amor nuestro suelo, y que ellos son sólo aves de paso? Hasta los constructores o arquitectos son importados. ¿Saben los que están construyendo en Cazón al 900 que nuestro suelo es inundable? Han hecho las cocheras SUBTERRÁNEAS. ¡Pobres los que compren allí!
Por otro lado se siguen demoliendo preciosas casas para convertirlas en pisos. Ya desaparecieron las de la familia Madero, Orsi y tantas otras más emblemáticas que no me alcanza el espacio para mencionar. Los servicios no dan más, las cloacas están sobrecargadas, la baja potencia del gas se siente a pesar de las gruesas cuentas que nos llegan y ni pensar en el verano con la electricidad. El tránsito es insufrible. La cantidad de autos que circulan ha sobrepasado todas las expectativas con el agravante de que no se puede estacionar en ningún lado.
Negocios que he visto en Cazón, por ejemplo desde la década del 50, han cerrado y ni hablar de los bancos, que obligatoriamente tendrían que tener estacionamiento propio, hasta por razones de seguridad. El SET que antes iba a los domicilios y a las escuelas ya no lo hace más. Ahora pagar el ABL al valor que lo han subido, eso sí! ¿Es necesario enviar con la factura la propaganda e indicaciones en papel muy caro e impreso a todo color? Creo que no. Debemos querernos más y no aceptar resignadamente todo lo que se nos quiere imponer. Ojalá despertemos en algún momento.
Ana M. P. de Piñeiro
DNI 3.280.224
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