La mejor labor de la vida…

Compartiste tu aire durante nueve meses, me diste tu abrigo en tu cofre mágico, me regalaste la musiquita de tu corazón que fue mi primer sonido… me protegiste sobre tu pecho ante el nuevo mundo y ¡nací! y pasaron… los años (uno, dos, tres, doce, quince, veinte, treinta, cuarenta… etc.) y seguís ahí… firme escuchando mis locuras, compartiendo glorias y nostalgias; siendo la más mía, la más cercana ¡siempre!… sin peros, ni condiciones, siempre lista con tu flor más bella, con el mate mejor cebado, con esas cosas simples que nunca dejarán de sorprenderme… Sin lugar a dudas es la mejor labor de la vida: ser mamá. A la mía en especial y a todas en general, biológicas y del corazón, gracias por existir, gracias por ser excelentes conductoras de camino.

Te quiero, las quiero, muy feliz día.

María Laura Mosteiro

Deja una respuesta