La responsabilidad social es el compromiso de un conjunto de ciudadanos a trabajar diariamente por el desarrollo de su comunidad.
Pensar el ejercicio individual de la responsabilidad social implica en primer lugar: asumir la realidad, padeciendo con el otro la pobreza, que no es solo de él sino de la sociedad entera, y desarrollando un fuerte sentido de autocrítica y compromiso respecto del papel que cada uno juega en la comunidad, como parte del problema y como parte de la solución.
En segundo lugar, evitar las explicaciones que ponen todas las causas de nuestros problemas en variables externas que no podemos manejar, porque nos libran de nuestra responsabilidad sobre nuestro destino.
Así conociendo la realidad social y reconociéndola como propia, podremos descubrir las actividades individuales que generen los cambios colectivos que deseamos, que respondan a valores superiores y universales que buscan la unión de la comunidad. De esta manera con solidaridad, justicia y dignidad podemos decir que nuestra actividad está regida por el bien común.
Estos cambios sociales deseados se logran únicamente trabajando día a día por un conjunto de condiciones de vida que permitan conseguir plena y fácilmente su propia perfección… paz, estabilidad y seguridad de un orden justo.
Por supuesto al Estado defender y promover el bien común, pero cabe aclarar que sin participación activa y sin conciencia social de los ciudadanos, no puede lograrse.
La única forma de transformar la realidad social es asumirnos como actores de su crisis y de su posible solución.
Alberto Ricciotti
DNI 22.883.767
albertoricciotti@hotmail.com
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