Sr. Director

San Isidro, 4 de diciembre de 2012

Con motivo de avecinarse un nuevo 18 de diciembre, aprovecho el espacio que brinda su publicación para decir, una vez más, que ese día volverá a festejarse un suceso inexistente. Me refiero a la fundación de San Fernando, una fábula sin asidero, producto de malas interpretaciones, viejas rivalidades, confusiones y falta de pruebas concretas.

Alguna vez se tomó como fecha de fundación el 2 de febrero de 1806, cuando el virrey Sobre Monte visitó el lugar para colocar la piedra angular del nuevo templo, aquel que estuvo ubicado donde hoy se alza la Municipalidad, e inaugurar las obras del Canal (versión de Enrique Udaondo).

En los años cincuenta y sesenta se comenzó a hablar de un día incierto del año 1802 y se dijo que el fundador había sido el Pbro. Manuel S. de San Ginés cuando edificó la primitiva capilla de Aránzazu en el mismo predio que hoy ocupa nuestra parroquia (versión de Héctor Adolfo Cordero) y finalmente, algún tiempo después, pasó a considerarse como tal al 18 de diciembre de 1805, que solo es la fecha de un simple Auto, firmado por Sobre Monte en Buenos Aires, disponiendo el traslado de los habitantes del puerto de Las Conchas al Alto de Punta Gorda – nombre con el que se conocía a San Fernando – con motivo de las inundaciones del mes de junio, así como también, la erección en Villa del poblado ya existente (versión de Alberto I. Gilardoni). Existen placas, en diferentes lugares del partido, mencionando esas fechas y, por consiguiente, incursionando en una triple contradicción.

Ninguna de las tres interpretaciones es correcta, incluso el Sr. Cordero llegó a reconocer su error. San Fernando jamás fue fundado. Si se quiere buscar sus orígenes, debemos remontarnos a 1587 cuando el teniente de gobernador Rodrigo Ortiz de Zárate efectuó un nuevo reparto de suertes de chacras desde las márgenes del río Reconquista hacia el sur y las sucesivas divisiones y fraccionamientos que esas propiedades sufrieron desde los primeros años del siglo XVII. Cuando el virrey firmó el Auto del 18 de diciembre ya había un pueblo en el Alto de Punta Gorda, en uno de cuyos ranchos se alojó el presbítero San Ginés en 1802 (Quirno Costa, entre Constitución y Tres de Febrero). Al tratarse de un lugar elevado, a resguardo de las inundaciones, muchos pobladores de Las Conchas tenían sus casas y ranchos allí, edificaciones que el ingeniero Eustaquio Gianini señala en su plano de 1805.

Cuando en el año 2005 la Municipalidad abrió “canales de diálogo” con la ciudadanía para encarar los festejos del Bicentenario, me acerqué por distintas vías (Internet, contacto telefónico, carta al intendente y apersonándome en persona para dejar por segunda vez una carta en mesa de entradas con copia sellada) para poner al tanto a las autoridades que la fundación jamás había ocurrido y que el dinero que se iba a destinar a esos festejos fuese empleado en obras de más urgente necesidad. Como no obtuve respuesta, decidí acudir a los medios gráficos, programas de radio y televisión para dar a conocer la verdad. Fui olímpicamente ignorado y por esa razón, resolví publicar un opúsculo relatando los hechos y reproduciendo documentos que avalan mi posición (aquellos que deseen consultarlo, pueden solicitarlo en la Biblioteca Madero).

San Fernando posee una historia que ha superado los cuatro siglos. No debemos cercenarla ni tergiversarla insistiendo con fábulas y hechos que jamás acontecieron y mucho menos borrar de nuestros anales a aquellos lejanos pioneros que lucharon a brazo partido contra la hostilidad del medio ambiente, las plagas, las alimañas y las enfermedades y que también fueron parte de nuestro rico pasado.

Alfredo Manfredi

DNI 12.801.018

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